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Acreedores de La Polar endurecen posición y estarían dispuestos a dejarla caer

Acreedores de La Polar endurecen posición y estarían dispuestos a dejarla caer

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Bonistas rechazaron propuesta de César Barros y formalizaron demanda de 80% a 84% de la propiedad a cambio de condonar deuda. Este mes vence cupón por $ 4.000 millones y en enero viene nuevo cobro.


Se le complica la mano a César Barros en La Polar.

No es el mismo escenario que en 2011, cuando los acreedores se mostraron abiertos a renegociar las deudas de la empresa para sacarla de la virtual quiebra en que la dejó el escándalo financiero descubierto en junio de ese año.

En esta ocasión, los acreedores parecen ataviados con pintura de guerra, y así lo evidenció la junta de tenedores de bonos realizada ayer lunes.

Los dueños de una deuda superior a US$ 800 millones de la multitienda dejaron en claro al presidente de La Polar, César Barros, que la mayor parte de la pérdida esta vez la harán los accionistas.

Como era de esperar, los bonistas –que lideran AFP, bancos, aseguradoras y corredoras de Bolsa– rechazaron la propuesta aprobada por la junta de accionistas de la empresa de retail, que ofreció transformar las acreencias en alrededor de un 50% de las acciones.

Y, al mismo tiempo, formalizaron la propuesta que había sido presentada a través de una carta en la referida junta de accionistas, donde no se mueven de su idea original, vale decir: los accionistas de la empresa deben ceder al menos el 80% de la propiedad y pagar dos o tres cupones de los bonos que vencen semestralmente.

Barros dejó la reunión de los acreedores dando una señal de tranquilidad. “Esas propuestas vamos a analizarlas en su mérito y negociarlas. Esto es parte de la negociación. Aquí empezó la carrera”, sostuvo.

Postura endurecida

Sin embargo, la votación unánime de los tenedores de bonos –que representaron entre 75% y 80% de las acreencias–, rechazando el ofrecimiento de los accionistas y sumando la ratificación de la nueva oferta, buscó dar una señal de unidad que deja en un difícil pie a Barros y su directorio.

Fuentes ligadas a los acreedores afirman que no se moverán un centímetro –a lo más un milímetro– de su propuesta y añaden que, si es necesario que la compañía vaya a la quiebra, incluso están dispuestos a correr ese riesgo.

“Los bonistas dieron una señal de unidad”, dice la fuente, ratificando el peor escenario para la negociación que deberá enfrentar Barros y para la cual este ex líder salmonero señaló que se darán un mes o un mes y medio como máximo.

Sin embargo, fuentes de mercado afirman que acuerdo tendrá que haber y que por ahora las negociaciones “de verdad” aún no empiezan.

En tal sentido, el gerente de una AFP acreedora cree que, pese a la señal de unidad y fuerza que dieron a Barros, la racionalidad terminará imperando y los accionistas aceptarán un porcentaje cercano al 80% para los bonistas.

En los próximos días, Barros junto al directorio de la multitienda deberán informar si citarán a junta de accionistas para votar la propuesta de los acreedores o si llamarán a negociar a estos últimos, buscando un punto de encuentro.

En todo caso, un alto ejecutivo de otro accionista de La Polar cree que lo obrado por los acreedores es un “show” y que, al final, se allanarán a un arreglo. “Es una bravata, finalmente nadie va a dejar que se vaya a la quiebra la empresa”, sostuvo.

Barros, por su parte, ha expresado que no sólo está en juego el futuro de la compañía y los intereses de accionistas y acreedores sino también el trabajo de más de 7 mil personas.

¿Problemas de caja?

Mientras tanto, la caja de La Polar seguirá licuándose. A fines de julio próximo vence el segundo cupón de intereses del bono senior (F), por el cual La Polar deberá pagar $ 4.000 millones. La cuota anterior fue hace un año, pero desde ahora comenzarán a ser pagos semestrales, correspondiendo el próximo en enero del año que viene.

Así las cosas, el pago de intereses se irá al doble desde 2015 y la multitienda se expone a un escenario límite a nivel financiero.

En el primer trimestre de 2014, La Polar perdió $ 9.600 millones, lo que si bien reflejó una mejoría sobre el mismo periodo de 2013, evidencia que la recuperación de la empresa ha sido más lenta de lo esperado y la carga financiera parece insostenible en el mediano plazo. Estimaciones de los acreedores indican que en 2015 la compañía ya no estaría en condiciones de pagar sus deudas.

Moneda e ILC

Confirmada la dureza de la posición de los acreedores, la pelota ahora se encuentra en manos de los accionistas de La Polar.

Los US$ 250 millones aportados en 2012 hoy ya casi no existen en la caja y la valorización de la empresa en Bolsa revela que en la práctica su inversión prácticamente se redujo a cero.

Cercanos a la multitienda rechazan la crítica de que el aumento de capital fuera mal utilizado. Puntualizan que se retiró deuda, pagaron la multa, arreglaron la cartera y financiaron la recuperación de la empresa. Hacen hincapié, por lo demás, en que la empresa tiene un Ebitda positivo.

Aunque gran parte de los dineros aportados en ese momento vinieron del extranjero, hubo algunos inversionistas que mantuvieron su posición. Uno de ellos fue el gestor de fondos Moneda Asset Management, que lidera Pablo Echeverría.

La firma concurrió con casi $ 9.000 millones a dicho proceso –lo que la ubica con casi el 7% de la multitienda– y hoy ve que el negocio no fue lo que esperaba. Echeverría se ve obligado a defender su posición en la empresa por su rol fiduciario –tiene como aportantes en sus fondos a las AFP– y, desde ese marco, aceptar las condiciones de los acreedores parece un costo demasiado alto.

Otros actores claves en la pelea son un fondo británico que opera a través de Washington, DC, en Estados Unidos, y los Izquierdo Menéndez. Una fuente del directorio menciona también el rol de Bernardo Fontaine, pero no dio detalles.

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