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Un Wall Street dividido envía señal a la Fed sobre aumento de tasas

Un Wall Street dividido envía señal a la Fed sobre aumento de tasas


A días de la decisión sobre política más crítica de la Reserva Federal en años, los formadores de opinión de Wall Street no coinciden en nada.

No sólo no hay coincidencia respecto de si la Fed debe o no poner fin a su política de siete años de tasas de interés en cero, sino que las opiniones sobre las consecuencias de dicha medida son totalmente dispares.

Para algunos, como el titán de los fondos de cobertura Ray Dalio, el aumento de la tasa resultará un fiasco épico de cara a una economía global vulnerable, que llevará a los diseñadores de la política a cambiar de rumbo abruptamente y volver a emitir dinero. Hay otros, como el economista William Lee de Citigroup Inc., para los cuales la economía, transcurridos siete años desde la crisis financiera, se encuentra en un estado lo bastante saludable como para soportar tasas más altas. El aumento de la semana próxima sería el primero de varios a lo largo del próximo año, sostienen.

Guy Haselmann, estratego de Scotiabank, dice que en sus casi tres décadas en Wall Street nunca había visto semejante confusión. En gran parte es consecuencia, señala, de los “mensajes ambiguos que llegan de la Fed”. Un día, un miembro de la Fed expone los beneficios de aplazar el aumento y al día siguiente, otro exige actuar ya mismo.

Pero la naturaleza extrema del desacuerdo entre los operadores y los analistas pone de relieve una cuestión mayor y más importante: es mucho lo que está en juego para los diseñadores de la política de la Fed en este momento. Equivocarse con la decisión podría asestar un gran golpe a la economía y a su credibilidad.

¿Error de política?

Está previsto que la Fed anuncie su decisión el 17 de septiembre al término de su reunión de dos días. Al cierre de las operaciones de este jueves, los operadores en futuros asignaron una probabilidad de 28 por ciento a que la tasa sea elevada un cuarto de punto hasta el rango de 0,25 por ciento a 0,5 por ciento. Los analistas están un poco más seguros de que habrá un aumento, en tanto aproximadamente la mitad de los 81 consultados por Bloomberg lo predicen.

Pese a lo dividido que está el mercado en cuanto a la decisión, son en realidad las consecuencias las que provocan la verdadera escisión. En el bando de los que consideran que la economía global está demasiado débil, Dalio está muy acompañado. Entre otros, nombres como Krishna Memani, máximo responsable de inversiones de OppenheimerFunds Inc., y Larry Summers, el ex secretario del Tesoro estadounidense y presidente de la Universidad de Harvard. Memani, como Dalio, dice que el aumento resultará tan prematuro que los diseñadores de la política deberán recurrir a otra ronda de flexibilización cuantitativa para revivir el crecimiento.

Si bien la expansión estadounidense ha sido estable, “no se analiza la evidencia completa”, dijo Memani. Señaló las pesadas cargas de deuda de las economías en desarrollo como China que podrían ahogar el crecimiento.

Del otro lado, a Lee, de Citigroup, se suma gente como Haselmann y Peter Tchir de Brean Capital LLC. Para ellos, un aumento la semana próxima está garantizado –es necesario, incluso.

“Siete años en cero no parecen haber resuelto las cosas”, dijo Tchir. “Probemos, entonces, algo diferente”.

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