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La silenciosa dilución de los controladores de Falabella MERCADOS

La silenciosa dilución de los controladores de Falabella

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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En poco más de tres años, los principales dueños de Falabella habrán reducido su participación en la empresa desde el 80 al 70 por ciento. Y si bien la compañía ha dicho que busca aumentar su free float, la dilución de sus controladores no ha sido proporcional. Los mayores vendedores han sido Inversiones Los Olivos (de Juan Cúneo), Bethia (de Liliana Solari y Carlos Heller) y Dersa (de la familia Del Río), todas ventas en un complejo momento de transformaciones para el retail y que, por estos días, constituyen el principal enigma del millonario aumento de capital por US$800 millones, el cual se discutirá en asamblea este lunes.


Este lunes, los accionistas de Falabella se reunirán en una asamblea extraordinaria para revisar el millonario aumento de capital de US$800 millones que a principios de mes propuso el directorio de la compañía.

Se trata de una capitalización que ha metido bulla en el mercado no solo por su magnitud –siendo equivalente al 3,5% de la propiedad de la firma–, sino también por la baja suscripción que se espera de sus controladores, quienes prometieron un aporte de US$100 millones dejando el resto al mercado.

Las razones del aumento de capital le han hecho sentido al mercado, ya que busca financiar la compra de Linio –una importante empresa de marketplace con presencia regional y que fue adquirida en US$137 millones–, en línea con el proceso de digitalización y el desarrollo de e-commerce que ha desarrollado la empresa, lo que ha sido visto como una forma de anticiparse al arribo de Amazon. Esto, además de la puesta en marcha de Ikea en Chile, Perú y Colombia, operación informada en mayo pasado y que implica una inversión de US$600 millones.

Sin embargo, más allá de estas razones, las mayores incógnitas sobre la operación apuntan a la dilución del grupo controlador en este proceso, considerando además que la empresa tiene efectivo de US$970 millones, pudiendo tener otras alternativas de financiamiento, según expuso hace unas días Bice Inversiones.

En una conferencia telefónica hecha después del anuncio, Gastón Bottazzini, gerente general de SACI Falabella, fue consultado por distintos analistas sobre esta dilución y las razones que estribaron en que a la compañía le convendría tener un mayor free float, con tal de ser una acción más atractiva para fondos extranjeros, mientras que la caja puede utilizarse para necesidades inmediatas en su proceso de digitalización. «Creemos que un mayor free float que pasará del 26,5% al 29,5%, incrementará la demanda de fondos pasivos y el atractivo de inversionistas internacionales», dijo Bottazini el pasado 7 de agosto.

La interrogante ha persistido y, más allá de la sobreoferta de acciones que habrá en el mercado, la lectura de que el grupo controlador no estaría compartiendo los riesgos de la operación en su proporción con el resto del mercado, ha incidido para que el papel caiga hasta el 8,7% desde el anuncio de la capitalización. En medio mes, la firma ha perdido US$1.900 millones de capitalización bursátil.

«Siempre es una buena señal que los controladores apoyen una operación como esta», señala un analista, en una línea muy similar a la que han planteado otras corredoras, como Bci, la cual puso su «nota de cautela ante el porcentaje de participación» de los dueños, en tanto que otros actores del mercado ven cómo, a través de esta operación, el grupo controlador de Falabella irá diluyéndose aún más en medio de un contexto de cambios relevantes en el retail, como es el desarrollo del e-commerce.

Es que en el actual panorama de cambios en esta industria, no es menor que los controladores de Falabella se hayan desprendido del 10% de la compañía en poco más de tres años. Con este aumento de capital, este grupo pasará de tener el 80% en 2015 al 70% de la propiedad de Falabella. La empresa ha sostenido que la operación va en línea de aumentar su free float, sin embargo, esta dilución tampoco ha sido proporcional entre los distintos dueños de Falabella.

Cúneo, Heller y Del Río, los más vendedores

El grupo controlador de Falabella está compuesto por siete subgrupos, los cuales han tenido distintos comportamientos como inversionistas y dueños de la empresa en los últimos tres años.

De estos siete, son cuatro los que han reducido su participación en la compañía. Uno de estos es Bethia, liderado por Liliana Solari y Carlos Heller, que pasó de tener el 10,11% de Falabella en 2015 al 9,79% en 2017. Este grupo está compuesto por dos sociedades. Por un lado, Bethia, que tenía el año pasado el 9,68%, más Inbet S.A., que tenía el 0,11% en el mismo período. La participación de este grupo ha venido cayendo incluso durante 2018, pues solo Bethia como accionista individual ha pasado de ese 9,68% de fines de 2017 al 9,6% a junio de este año.

Otro grupo con cambios relevantes es el llamado Liguria, liderado por Inversiones Los Olivos, de Juan Cúneo. Este pasó de tener el 11,93% en 2015 al 10,01% en 2017, manteniéndose con ese tamaño al menos hasta la mitad de 2018. Sin embargo, este grupo es el único que ya avisó que no suscribirá su participación en el aumento de capital, de hecho, venderá 21 millones de papeles que actualmente posee, junto con las nuevas acciones de pago del aumento de capital en una venta secundaria, simultánea y sincronizada con la operación. De este modo, solamente en lo que respecta a la participación de Cúneo, esta se vería reducida en al menos un 8,6% de lo que ya posee.

En junio del año pasado, Juan Cúneo había vendido el 1,5% de la compañía, en un remate efectuado por Banchile, recaudando cerca de US$300 millones. Antes de ello, en septiembre de 2016, había rematado otro 0,16% de la sociedad, captando US$27 millones. En medio de estas subastas, la familia Del Río remató un 0,2% por unos US$40 millones. Precisamente estos accionistas también han sido otros que han reducido su exposición en Falabella.

El grupo Dersa, liderado por el empresario José Luis Del Río, es uno de los más grandes de Falabella. Agrupa a otras 10 sociedades, las que en conjunto los convierte en el grupo individual más fuerte dentro de la empresa, sin embargo, igualmente ha ido diluyéndose. A fines de 2015, este grupo pasó de tener el 19,4% al 16,4%. Y es probable que siga habiendo cambios, pues durante este año El Roquerío y BFD S.A., sociedades que conforman este grupo, han vendido acciones por $58 mil millones cada una, siendo compensadas en alguna proporción por compras menores por parte de DT Carrera, DT D y D o DT Peñuelas, todas relacionadas con el grupo Del Río.

Otro grupo que ha reducido su participación en la compañía es el grupo Corso, de Teresa Solari Falabella, Juan Carlos y María Francisca Cortés Solari. También pasaron de tener el 12,42$ en 2015 al 11,85% en tres años.

Los grupos Auguri, de María Luisa Solari y María Cecilia Karlezi, se han mantenido con el 13,03%; al igual que el grupo San Vitto, de Piero, Sandro y Carlo Solari Donaggio, que se ha mantenido en torno al 11,03%; y el grupo Amalfi, de Sergio Cardone Solari, con el 2,3%.

Las transacciones de los insiders de Falabella también los muestra como vendedores netos. Y es que tanto las personas relacionadas al controlador como ejecutivos principales han vendido este año unos US$254 millones versus compras de US$16,8 millones, según información que por norma deben reportar a la Bolsa de Comercio de Santiago.

Cambios internos

Esta dilución por parte del grupo controlador no se da en cualquier momento.

Falabella ha sufrido un ajuste gerencial relevante tras la salida de Sandro Solari de la gerencia corporativa. Se dejó en el cargo a Gastón Botazzani, un argentino que venía de la escuela financiera. Esto coincidió con la integración de CMR y el Banco Falabella, por ende, la lectura del mercado es que el énfasis del retailer es hoy consolidar primero esa operación, lo que valió algunas dudas, pues otros operadores del mercado, como Cencosud y Ripley, han optado por que el negocio financiero no sea protagónico. A su favor juegan los buenos números de Banco Falabella.

En materia de comercio digital, Falabella ya tiene ventas por más de US$800 millones en e-commerce, y ha hecho un esfuerzo grande en inteligencia artificial, robotizando procesos. Pero se comenta que, en general, el mayor impulsor de esto siempre fue Solari. En efecto, fue él quien impulsó tempranamente la página de ventas web de Falabella.

Ripley y Paris no se quedan atrás. Particularmente la firma de los Calderón avanzó mucho lanzando hace ya casi dos años Marketplace, un modelo de negocios que emula lo que hace Amazon. Consolida una serie de proveedores externos, pequeños comercios, emprendimientos, ampliando la red de productos disponibles, algo que Falabella no tiene desarrollado. Bloomberg publicó hace poco que la única forma de competirle a Amazon es a través de marketplace, es decir, emulando su modelo.

«La asignación de capital para marketplace, ventas en línea y logística es una señal clara de que los minoristas tradicionales están acelerando el ritmo antes de la esperada llegada de Amazon.com y haciendo frente a MercadoLibre Inc. Falabella planea gastar US$300 millones del nuevo financiamiento en Linio.com; otros US$300 millones en logística y tecnología para otras plataformas; y US$150 millones para abrir tiendas Ikea en la región andina», detalló Bloomberg recientemente.

Otras voces apuntan que al interior del retailer existen visiones diferentes del negocio. Por un lado, quienes apoyan darle profundidad el negocio financiero; y otro grupo, más cercano a la escuela de Solari, que apoyan meterle las fichas al desarrollo digital. Sobre este último, incluso algunos accionistas de la empresa habrían tenido visiones diferentes respecto al negocio, lo cual se habría evidenciado, por ejemplo, en la venta de acciones que se dispone a hacer de Juan Cúneo.

La compra de Linio no sorprende al mercado, pues evidencia la huella de Sandro Solari a casi un mes de haber dejado la firma. Desde el punto de vista comercial es una buena adquisición, aunque al interior de la firma hubo preguntas en torno a si el precio estaba más bien acorde a una operación que había que consolidar y qué tanta «mano» había que meterle. En cifras, la participación de Linio en las ventas online en Santiago es del orden de 2%, número bajo, pero que al compararlo con otros operadores del mercado parece prudente. Dafiti, uno de los líderes del mercado que no depende de un holding de retail, tiene un market share de 3,2%; Falabella, en tanto, una participación del orden de 15% en ventas web.

«Según cifras del periodo Marzo-Mayo del 2018 registradas por Kawésqar Lab en su Tracking de Compras de Ecommerce de la Región Metropolitana, del total de las compras realizadas en el periodo, Linio se llevó casi el 2% del total. Quizás en términos relativos es una baja cifra pero el Canal Dafiti, muy fuerte y reconocido en ciertas categorías, se lleva un share de compra de un 3,2%. Y el líder de la industria, Falabella.com, se lleva el 15% del total de las compras del periodo», dijo América Retail.

“¿Cuáles son las principales compras que se realizan en Lineo según estas cifras? La electrónica, los accesorios y regalos, y un ítem que sorprende, el rubro alimentación/gourmet. Este último ítem podría impulsar la estrategia del canal Tottus en una virtual integración y sinergias, en un escenario donde Líder se ha posicionado como el actor más relevante frente a lo que ha venido haciendo Jumbo”, añade la misma publicación.

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