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Mariana Mazzucato: “Pinochet impidió que Chile desarrollara el conocimiento que había adquirido” MERCADOS Cortesía: Mariana Mazzucato/S. Robinson

Mariana Mazzucato: “Pinochet impidió que Chile desarrollara el conocimiento que había adquirido”

Andrés Cárdenas
Por : Andrés Cárdenas Periodista El Mostrador
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En su nuevo libro, Mariana Mazzucato, la economista referente del Frente Amplio, destaca la colaboración entre el gobierno chileno de 1971 y el consultor británico Stafford Beer en el proyecto Cybersyn. Esta iniciativa buscaba administrar los sectores nacionalizados de la economía chilena mediante un sistema informático innovador. Durante un foro transmitido desde Berlín, Mazzucato lamentó que el golpe militar de Pinochet interrumpió el proyecto antes de que pudiera alcanzar su pleno potencial. Pero el libro va más allá de Chile. “The Big Con” argumenta que los gobiernos están subcontratando tareas cada vez más importantes a los consultores. Ante esto, surgen preguntas como: ¿Están erosionando la capacidad del Estado desde dentro? ¿Y qué nos podría decir esto sobre el capitalismo contemporáneo?


Antes, solo asesoraban a las empresas. Ahora, en muchos países, influyen y controlan asuntos del gobierno, concentrando visiblemente el poder en sus manos. En su nuevo libro, The Big Con (El Gran Engaño o La Gran Estafa), coescrito con su estudiante de doctorado Rosie Collington, la economista Mariana Mazzucato —referente del Frente Amplio y la nueva izquierda chilena— critica a las grandes consultoras por “debilitar gradualmente al Estado desde adentro”.

La académica de nacionalidad estadounidense e italiana dio algunos detalles de su libro en conversación con Petra Pinzler del periódico alemán Die Zeit, durante The Great Consulting Show transmitido por el Foro Nueva Economía desde Berlín, Alemania. Mazzucato, directora del Instituto para Innovación y Propósito Público del University College London (UCL), señaló que el Estado tiene cada vez menos capacidad para cumplir con sus tareas a medida que se subcontratan más y más recursos y conocimientos a consultores. Mientras, grandes crisis, como el cambio climático, siguen sin resolverse.

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La economista, considerada por The New Republic como una de “los tres pensadores más importantes sobre innovación”, destacó la necesidad de un sector público capaz y estratégico que trabaje en conjunto con un sector privado igualmente capaz y estratégico, pero “orientado hacia un propósito”. Además, resaltó la importancia de las organizaciones de la sociedad civil, como los sindicatos, para el futuro de la economía.

Consultoras “se han beneficiado de un modelo de negocio basado en una capacidad estatal débil”

Mariana Mazzucato, doctora honoris causa por la Universidad Abierta de Cataluña, sostiene que hemos subestimado el papel del Estado tanto en teoría como en la forma en que se enmarca dentro de la economía, lo que ha llevado a una disminución de su capacidad con el tiempo. Destaca la importancia de comprender que las mayores innovaciones en la historia del capitalismo fueron resultado del financiamiento estatal, pero lamentablemente —dijo durante el foro— “no hemos aprendido qué funciona, qué no y cómo hacerlo”.

Asimismo, resaltó la necesidad de una teoría subyacente de creación de valor colectivo que entregue un sustento. En este sentido, Mazzucato aboga por políticas orientadas hacia resultados ambiciosos, similares a los que llevaron a la humanidad a la Luna, pero enfocados en desafíos como el cambio climático, la brecha digital y la salud.

En su libro “The Big Con”, Mazzucato advierte que lograr estos objetivos será imposible a menos que invirtamos de manera adecuada en las estructuras estatales. “Lo que hemos visto en los últimos 50 años es una disminución ideológica, no del presupuesto estatal, ya que el presupuesto viene y va, el dinero viene y va, del verdadero propósito de lo que el Estado representa, que se ha vuelto cada vez más ‘aburrido’”, afirmó.

No obstante, Mazzucato aclaró que el libro no se opone a los consultores en sí, sino a la industria de consultoría en general, como McKinsey, PwC, Deloitte y KPMG.

La economista fue enfática en señalar que las consultoras “se han beneficiado de un modelo de negocio basado en una capacidad estatal débil y un Estado temeroso de asumir riesgos”.

“Esta idea de que solo estás ahí para habilitar o reducir riesgos o corregir el mercado, definitivamente no es una forma de lograr una colaboración ambiciosa”, sentenció, al mismo tiempo que lamentó “una especie de vaciamiento en cierta medida de la capacidad estatal, lo cual ha permitido que otros actores y los consultores se beneficien de ello”.

Mazzucato documenta los acontecimientos de los últimos 50 años en su libro, pero también se adentra en el análisis de las razones detrás de ellos, lo que a su juicio lo distingue de una mera obra periodística.

El caso del Reino Unido

Uno de los ejemplos que expuso Mariana Mazzucato durante el foro The Great Consulting Show, es el de la externalización del sistema de pruebas y rastreo por parte del Reino Unido a Deloitte durante la pandemia. Mazzucato cuestionó: “¿Por qué un gobierno, durante la pandemia de Covid-19, cuando millones de personas estaban muriendo, decide externalizar algo tan importante como un sistema de pruebas y rastreo a Deloitte?”.

Cabe mencionar que el gobierno británico asignó 37.000 millones de libras esterlinas al programa de testeo durante dos años, lo que equivale a casi una quinta parte de todo el presupuesto de los servicios de salud, y gran parte de esto se gastó en consultores privados. Según consignó The Telegraph en una nota de diciembre de 2021, Deloitte fue la empresa que embolsó la mayor parte del botín durante la crisis.

Según Mariana Mazzucato, esto revela tanto la falta de inversión en conocimiento propio como la falta de reflexión sobre quién sería el mejor colaborador en un momento que requería una gran cantidad de inteligencia colectiva.

Mazzucato señaló que hay artículos que aseguran que cuando las empresas externalizan demasiado, pierden lo que los expertos llaman “capacidad de absorción”. Es decir, “las empresas ni siquiera pueden comprender su entorno o las oportunidades tecnológicas y de mercado futuras”. Un ejemplo sería DELL Computers, porque terminaron ensamblando máquinas y comenzaron a hacer muy poco desarrollo e investigación en comparación con sus competidores.

La economista hizo referencia a Chile y destacó la labor del Laboratorio de Gobierno, el cual definió como “un lugar seguro dentro del gobierno para probar nuevas prácticas”. No obstante, si bien mencionó a la agencia estatal chilena, Mazzucato precisó que en realidad el problema es muy grave en todas partes, por lo que el libro no está dirigido a una región en particular.

Allende y Cybersyn

Mariana Mazzucato comienza su libro hablando de Chile, relatando “una breve historia” de la consultoría y remarcando el mes de julio de 1971, cuando el ingeniero y exministro de la UP, Fernando Flores Labra, trabajaba en la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo).

La economista menciona que, buscando soluciones para administrar los sectores nacionalizados de la economía chilena, el gobierno de Salvador Allende colaboró con Stafford Beer, un consultor de gestión británico, en el proyecto Cybersyn. Este proyecto desarrolló un sistema informático innovador que utilizaba datos en tiempo real para ayudar en la toma de decisiones económicas.

A pesar de la corta duración de Cybersyn, la colaboración, para Mazzucato, fue beneficiosa tanto para el gobierno chileno  como para Beer, permitiéndoles aprender nuevos enfoques y desarrollar conocimientos. La economista recalcó que, sin embargo, el golpe militar de Augusto Pinochet en 1973 interrumpió el progreso del proyecto.

A continuación, un breve extracto del libro “The Big Con“.

3.- De dónde proviene la consultoría: una breve historia

En julio de 1971, el ingeniero y político chileno Fernando Flores trabajaba para la Corporación de Fomento de la Producción de Chile, una organización pública encargada de promover el desarrollo económico en el país. Después de la elección del nuevo gobierno encabezado por el presidente Salvador Allende el año anterior, Flores enfrentó una tarea difícil: cómo administrar los sectores recién nacionalizados de la economía chilena. Los líderes del partido nunca habían logrado cumplir sus objetivos de política económica, que incluían el crecimiento económico y la redistribución de ingresos, y, a pesar de su ambición, el sector público chileno simplemente no tenía las capacidades para cumplir con el mandato por el cual fue elegido. Pero tampoco tenía miedo de recurrir a la experiencia relevante del sector privado.

Así fue como el consultor de gestión británico Stafford Beer llegó para asesorar al gobierno recién elegido, una colaboración que finalmente desarrolló uno de los sistemas informáticos más innovadores de la época: el proyecto Cybersyn. Beer, un exejecutivo del acero con un estilo de vida lujoso, no era socialista, pero vio en la colaboración con el gobierno socialista de Allende una oportunidad para poner en práctica su revolucionaria investigación y sus ideas de gestión. El gobierno quería desarrollar un sistema asistido por computadora que ayudara en la toma de decisiones económicas utilizando datos en tiempo real para prever diferentes escenarios. En el centro del proyecto había una sala de operaciones central desde la cual los políticos podían ver simulaciones proyectadas de la economía chilena en diferentes condiciones, lo que les permitía tomar decisiones de política económica. Inicialmente, también se había propuesto proporcionar a los trabajadores un canal para su participación democrática en esas decisiones. No es exagerado decir que el proyecto Cybersyn fue una empresa ambiciosa. En ese momento, la potencia informática total en el país era menor que la de un iPhone.

Sin embargo, con el asesoramiento de Stafford Beer, el proyecto Cybersyn logró en cierta medida sus objetivos tecnológicos antes de que la agitación política socavara cualquier esperanza de una estrategia industrial a largo plazo, culminando en el violento golpe militar del general Augusto Pinochet dos años después. Aunque fue de corta duración, la relación funcionó para todos los involucrados: el Estado chileno pudo aprender nuevos enfoques para cumplir con su mandato democrático, y Stafford Beer pudo desarrollar su teoría de la “cibernética de gestión”. El proyecto fue tan gratificante para él que eventualmente dejó el Reino Unido para trabajar a tiempo completo para el gobierno chileno.

El golpe de Pinochet impidió que Chile siguiera desarrollando el conocimiento que había adquirido al trabajar con Stafford Beer y el proyecto Cybersyn. Pero en todo el mundo hay muchos ejemplos históricos de asociaciones con consultores que ayudaron a crear conocimientos y capacidades para lograr objetivos democráticos. La consultoría comenzó a desempeñar un papel valioso mientras los gobiernos de Europa y América del Norte trabajaban para construir programas de Estado de bienestar en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial; por ejemplo, asesorando, entre otras cosas, sobre “un uso más eficiente de los servicios públicos y prácticas de limpieza en hospitales para el Ministerio de Salud en el recién establecido Servicio Nacional de Salud del Reino Unido”.

Revive la transmisión de The Great Consulting Show – New Economy Short Cut with Mariana Mazzucato and Petra Pinzler.

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