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Se acabó la fiesta e inversionistas no deben esperar que los bancos centrales los ayuden


La euforia que envolvió a las bolsas mundiales en el primer trimestre parece estar llegando a su fin. Una dosis de realidad acerca del estado real de la economía mundial está golpeando bolsas desde Singapur a Santiago y los analistas coinciden en que la corrección podría durar todo el segundo trimestre. Ahora, las malas noticias tienen que ver con la negativa de los bancos centrales a salir al rescate de los mercados, teniendo éstos que valerse por si solos en el futuro.

Este martes el índice de volatilidad (VIX) subió por octavo día consecutivo, todo un récord. Luego de tocar su nivel más alto en 29 meses el 8 de agosto pasado, el VIX se desplomó, cayendo un 70%, pero en la última semana ha subido un 22%. El S&P 500 ha caído 4% en cinco sesiones y el principal índice de mercados emergentes está en su peor nivel desde fines de enero. La bolsa española tocó niveles que no veía desde 2009 y acá el IPSA está en su nivel más bajo en más de dos semanas. Y hay más evidencia si quieren: el principal índice de acciones en Asia ha caído 4.7% desde el principio de marzo.

¿Cuál es la dosis de realidad? Evidencia que la economía norteamericana no está del todo fuera de peligro, cifras que muestran un desaceleración de la economía China y el hecho que la crisis de la deuda europea llegó ya con toda su fuerza a España. Los tasas de bonos españoles están a niveles cercanos a los que obligaron a Grecia, Irlanda y Portugal a pedir un rescate.

El problema para los inversionistas es que los bancos centrales no parecen estar dispuestos ahora a inyectar nuevas dosis de liquidez al sistema para estimular la economía mundial, lo que quiere decir que habrá que depender en la calidad de las utilidades corporativas del primer trimestre que empezaron a ser publicadas hoy, con las del gigante de aluminio, Alcoa.

El Banco Central Europeo lo dejó en claro la semana pasada cuando reiteró que va a esperar a ver el resultado del trillón de dólares de liquidez que inyctó a los balances de la banca europea antes de hacer algo nuevo. Mario Draghi, presidente del BCE, indicó que un nuevo estímulo monetario podría resultar en inflación. El programa de ofrecer liquidez a los bancos de la región ayudó a gatillar el rally en los mercados europeos el primer trimestre, pero analistas dicen que no se debe esperar más del BCE por los próximos meses.

En Estados Unidos, la Reserva Federal parece estar reticente a embarcarse en una nueva ronda de estímulo cuantitativo, y eso se reflejó en la minuta de la última reunión de política monetaria. Inversionistas apostaban a que la Fed iniciaría una nueva ronda que daría mayor liquidez a los mercados financieros y la economía. El Dow Jones tuvo su mejor inicio de año desde 1998 gracias a una economía que crece y a las expectativas de que la Fed seguiría inyectando liquidez al sistema.

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