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El autobombo de Hacienda con el ahorro y el ninguneo de los economistas


Felipe Larraín informó que traspasaron US$ 2.000 millones a fondos soberanos fuera del país. Expertos de BCI y BBVA aseguran que sólo cumple la ley y que no tendrá impacto en las cuentas fiscales.

El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, señaló exultante ayer que el gobierno traspasó US$ 2.000 millones a los fondos soberanos del país, en una señal del interés de gobierno por elevar los ahorros del país.

Los recursos irán al Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) y al Fondo de Reserva de Pensiones (FRP), los que con esto alcanzarán históricos US$ 22.900 millones, superando los niveles previos al estallido de la crisis en 2008.

Larrraín aprovechó la ocasión para enaltecer la posición financiera del país respecto del gobierno anterior, asegurando que esta inyección deja a Chile mejor preparado para enfrentar un potencial adverso escenario internaciónal.

En efecto, los fondos acumularán US$ 180 millones más que el peak alcanzado en 2008 antes que la cartera, dirigida en ese momento por Andrés Velasco, sacara US$ 9.000 millones para hacer frente a las turbulencias en el extranjero.

Según Larraín, los aportes tendrán naturaleza ordinaria (US$ 1.500 millones) y extraordinaria (US$ 500 millones).

"Este aporte a los fondos soberanos que hace nuestro gobierno no es un accidente, sino que es reflejo de una política sistemática de capitalización del FRP y el FEES impulsada por nuestra administración", sostuvo el secretario de Estado, destacando que entre 2010 y 2012 los recursos netos destinados a ambos instrumentos alcanzaron los US$ 4.890 millones.

Sin embargo, para los expertos el anuncio de Larraín no da para tantos aplausos y básicamente lo que está haciendo es cumplir la ley y traspasar ahorros de un lado a otro.

“No tiene nada de novedoso esto, en el sentido que simplemente se está aplicando la normativa existente, no es que haya decidido traspasar estos recursos a los fondos soberanos, porque decidió no gastar esa plata y en lugar de eso ahorrarla. No tenía alternativa”, dice Alejandro Puente, economista jefe de BBVA.

Puente señala que la ley obliga a Hacienda a traspasar al FRP UN 0,5% del PIB, esto es, US$ 1.300 millones. Los otros US$ 700 millones, explica, son un mero traspaso de platas desde la Tesorería General de la República. “En Tesorería tiene más libertad para la gestión de estos recursos, pero no puede gastarlos”, agrega.

El economista jefe de BCI, Jorge Selaive, reconoce que “es indudable” que el gobierno entrega una señal de ahorro fiscal al traspasar más de lo que obliga la ley, lo que analiza como una medida en la línea del reconocimiento de la cartera de la subejecución aplicada en el último trimestre de 2012.

No obstante, advierte que los aportes son inferiores a los de 2012 (US$ 1.700 millones al FEES y US$ 1.197 millones al FRP), lo cual se explica por el menor superávit fiscal efectivo (0,6 % del PIB en 2012, frente al 1,2 % del PIB el año previo).

Con todo, Selaive lo califica como un moderado y pequeño gesto de 0,2% del PIB “pro-ahorro y pro-menor gasto”.

Puente advierte que si el gobierno quiere dar verdaderas señales de ahorro debe hacerlo cuando se discuta el presupuesto anual, lo cual se hace entre octubre y fines de noviembre de cada año. “Si bajara de 4-5 % a 1-2 % el aumento del gasto, eso sí sería una señal clara”, enfatiza.

Además, destaca que no es gran mérito tener el superávit fiscal actual cuando el precio del cobre es similar al que había en 2008, cuando el superávit bordeó el 7 % del PIB.

Selaive dijo que no se esperan impactos por este concepto sobre el tipo de cambio, el cual podría seguir con sesgo alcista en el corto plazo sobre la paridad local, “explicados más por factores externos que idiosincráticos”.

Larraín resaltó también que la inversión de los fondos fue exitosa, sobre todo en el caso del FPR —que considera incluir acciones globales (15 %) y bonos corporativos globales (20 %)— comparado con el portafolio de inversiones previo, donde este fondo obtuvo en 2012 un mayor retorno de 3,84 %, lo que equivale a US$ 281 millones de ganancias adicionales.

"La riqueza acumulada en los fondos soberanos no le pertenece a ningún gobierno en particular, sino que a todos los chilenos. Por ello deben ser resguardados con celo y excelencia. Este ha sido y seguirá siendo el compromiso de nuestro gobierno", recalcó Larraín.

Según un informe del BBVA, el stock de deuda bruta pública cerró 2012 en US$ 31.880 millones (11,9 % del PIB) lo que contempla un aumento de US$ 3.909 millones respecto al stock acumulado al cierre 2011, dejando la posición deudora neta del gobierno central en virtual equilibrio. Esto se confirma con las nuevas cifras de ahorro soberano.

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