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Inflación en Argentina estimula apuestas a un “default” del gigante eléctrico Edenor


El distribuidor más grande de electricidad de Argentina se está quedando sin tiempo para revertir las pérdidas que, según Moody’s Investors Service, podrían provocar una cesación de pagos ya el año próximo.

La firma calificadora rebajó dos niveles el grado de la deuda de Empresa Distribuidora y Comercializadora Norte SA la semana pasada hasta Caa3, su tercer rango más bajo y nueve niveles por debajo del grado de inversión, y puso a la empresa de electricidad en revisión para rebajas adicionales en tanto los gastos en alza reducen el flujo de caja necesario para pagar a los acreedores. Los pagarés de Edenor por US$300 millones con vencimiento en 2022 rinden 22,8 por ciento, más que 98 por ciento de los bonos corporativos de los mercados emergentes denominados en dólares, según datos compilados por Bloomberg.

Los topes fijados por el gobierno a las tarifas de electricidad, que fueron introducidos después de la cesación de pagos récord del país por US$ 95.000 millones en 2001, impiden que Edenor compense los costos en alza con precios más altos. El aumento de 156 por ciento en el costo de vida desde el último aumento de tarifas de la empresa en 2008 está haciendo subir los precios de todo, desde los salarios hasta los cables, debilitando su capacidad para pagar a los bonistas los US$29 millones que debe de intereses anuales.

“Es una empresa donde los ingresos son fijos pero los costos varían y cada vez están más apretados”, dijo en una entrevista telefónica desde Newport Beach, California, Ray Zucaro, que colabora en la gestión de deuda de mercados emergentes por US$375 millones en SW Asset Management LLC. “Es una tormenta negativa perfecta para las empresas de servicios públicos. Los costos rara vez bajan. Si no pueden ajustar por el lado de los ingresos, quedan comprimidas”.

Alberto Lippi, portavoz de Edenor, se negó a hacer declaraciones sobre la rebaja de la calificación crediticia.

Demoras gubernamentales

Los costos en alza y las demoras gubernamentales en las subidas de precios “continuarán deteriorando los resultados operativos de la empresa”, dijo el director financiero de Edenor, Leandro Montero, durante una publicación sobre ganancias el 14 de agosto.

La pérdida operativa neta de la empresa en el segundo trimestre antes de un ajuste previo creció 80 por ciento respecto del mismo período un año antes, hasta 423 millones de pesos (US$ 74 millones).

Edenor, que abastece de electricidad a unos 2,6 millones de clientes en Buenos Aires y los suburbios del norte, ha podido sostener las operaciones reduciendo los pagos al vendedor mayorista de electricidad administrado por el Estado, Cammesa SA.

Con ingresos en pesos y la mayor parte de su deuda en dólares, la devaluación de 18 por ciento de la moneda en los últimos 12 meses y los controles cambiarios más estrictos también podrían afectar la capacidad de la empresa para cumplir sus obligaciones con los acreedores, según Daniela Cuan, analista de Moody’s en Buenos Aires.

“No hay ningún indicio de que el sistema de tarifas vaya a cambiar”, dijo Cuan en una entrevista telefónica. “Si la inflación o el nivel de aumento de los gastos de la empresa siguen como vienen evolucionando recientemente, y la empresa no recibe ningún alivio, tendrá que continuar reduciendo los pagos por la energía. No es un modelo empresarial sostenible

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