Cuando Constanza Mira y Gastón Astrain iniciaron esta dulce aventura no se imaginaban que en menos de siete años llegarían a tener cuatro pastelerías –actualmente tres – y quedarían en un destacado segundo lugar en el Ciclo de cronistas gastronómicos como la mejor empanada de pino de Chile. Huechuraba, Las Condes y Pucón (sólo en época estival) son los tres lugares dónde podemos encontrar a la famosa pastelería Las Tres Ignacias, cuyo nombre obedece a que las tres hijas del matrimonio tienen como segundo nombre el que da el suyo al negocio. Si uno entra en el local se encuentra con algo diferente, un aroma a tradición, a artesanal, lejos del dulce prefabricado que no huele a nada. Los colores y los sabores se extienden a lo largo del muestrario como si de un parque de atracciones de las tortas se tratara. Todo es hecho con dedicación, productos naturales y con mucha creatividad. No en vano tienen productos únicos como el "Franz Joseph", consistente en una torta sin harina, con base de nueces y chocolate, rellena de manjar y crema de amapolas, entre muchas otras delicias. Productos exclusivos, al alcance de la mayoría de los aficionados al dulce. Ahora en Las tres Ignacias quieren dar un paso más. Apostar por crecer y pasarse al mundo de las franquicias.
Su objetivo es ofrecer a todo aquel que desee apostar por un negocio seguro, consolidado en el sector, sin riesgos –las franquicias tienden a ser un negocio exitoso mundialmente– y con el afianzamiento de una marca. Según uno de sus dueños, Gastón Astrain, las negociaciones ya están en marcha: “A raíz de que quedamos segundos en la mejor empanada de Chile, muchos ya se han puesto en contacto para saber más de cómo franquiciarse en Las tres Ignacias, asegura el pastelero. Las estimaciones de mercado que los dueños de Las Tres Ignacias apuntan a que en menos de un año puedan llegar a seis franquicias en Santiago y cuatro más a lo largo del resto de Chile: “Hemos estimado un nivel de ventas superior a 12.000.000 de pesos. Pero si se venden 15.000.000 la rentabilidad estaría entre un 26 y 30%. Lógicamente ese valor podría ser mayor dependiendo del lugar donde se instalen los locales”. En la actualidad los locales que están funcionando tienen una factura promedio de 15 a 16 millones, en Huechuraba. En el caso de Las Condes, la facturación es de 7 a 10 millones, aunque tiene picos de superar esas cantidades. En septiembre este último facturó 15 millones.
Los nuevos postulantes que quieran poner en marcha una franquicia de esta Pyme deben saber que Las Tres Ignacias se encargará de ofrecer al franquiciado todo el aparato logístico, producción y marketing, además de todas las facilidades burocráticas para los asuntos relacionados con la licencia para el local. También se realizarían tres semanas de capacitación para los nuevos maestros pasteleros con la cesión completa de todas las recetas que han hecho famosas a Las Tres Ignacias, junto con la supervisión posterior por parte de los dueños en los inicios, para que no se pierda la esencia que hizo a Las tres Ignacias un sitio de prestigio. El monto que deberán invertir los postulantes a una franquicia de Las Tres Ignacias asciende a 60 millones de pesos aproximadamente, en el que estaría incluido todo el proceso. En la capacitación reside el elemento clave que hará que los nuevos negocios funcionen adecuadamente : ”Nosotros les ponemos todo, la infraestructura, y les enseñaremos a los nuevos maestros la auténtica esencia pastelera de Las tres Ignacias”, señala Astrain. Se incluyen disciplinas como la pastelería, coctelería, empanadas y cafetería. Los puntos de interés destinados serían Concepción, Talca, la Serena, Viña del Mar, Rancagua, Temuco y Santiago.
