El anuncio de esta semana de que Pfizer pretende hacerse cargo de AstraZeneca en una operación 60 mil millones de libras con tal de trasladar su domicilio fiscal al Reino Unido es uno de los últimos y mas grandes ejemplos de un patrón que se extiende por el sector farmacéutico e incluso mucho mas allá: Empresas norteamericanas están mudándose a otros países con tal de recortar la tasa de impuestos.
Así lo informa el Financial Times, justo cuando la discusión sobre medidas que deben tomar los gobiernos contra la evasión fiscal se vuelve cada vez mas presente en el mundo.
Para Estados Unidos, la “fuga” de empresas significa una amenaza de billones de dólares en ingresos por impuestos y se ha vuelto un tema de «preocupación política», en palabras del Tesoro de EE.UU.
Según el FT, el debate ha ganado notoriedad luego de que el presidente Barack Obama anunciara planes para cerrar la puerta a la prçactica a finales de este año, una medida del Tesoro de EE.UU. que planea recaudar US$17 mil millones en la próxima década.
Irlanda. destino popular
Tras considerar altas las tasas impositivas de EEUU, que alcanzan el 35%, los inversionistas llevan un tiempo poniéndole atención a las políticas de países que están siendo elegidos como la nueva base imponible para las empresas que desean reducir sus facturas de impuestos.
El medio cuenta que el Reino Unido ha hecho un llamado a una ofensiva internacional contra la elusión y evasión, pero pese a su discurso, ha aplicado una serie de reformas de pro-negocios en Gran Brataña que la han transformado en una base fiscal deseable para las empresas.
El foco del debate eso si se centra en Irlanda: Al gobierno le preocupa que la tasa corporativa de 12,5 – uno de los pilares de la política de desarrollo de Irlanda – se está utilizando con fines que no son los deseados cuando se implantó la política.
Irlanda comenzó a adoptar una política fiscal activa para atraer la inversión extranjera directa en la década de 1950. En 1980 se impuso una tasa de impuesto a la manufactura de 10%, más tarde se cambió a uno lineal para todas las empresas de 12,5 por ciento. Este incentivo, junto con la flexibilidad del régimen fiscal, ayudó a atraer a muchas compañías farmacéuticas. Nueve de las 10 principales compañías farmacéuticas del mundo ahora tienen operaciones en Irlanda, así como empresas líderes en tecnología como Google, Facebook y Twitter.
Irlanda es el lugar escogido además debido a que su infraestructura legal es similar a la del Reino Unido y los EE.UU.
Uno de los ejemplos que entrega el periódico es Endo, una de las últimas empresas que se instalaron en Irlanda. Hace seis meses, el grupo con sede en Pennsylvania y que emplea a 4.100 personas, no tenía ninguna conexión con Irlanda. Ahora su sede mundial ha llegado a Dublín tras la compra el pasado noviembre de Paladin Labs, una compañía farmacéutica canadiense con enlaces en Irlanda. Pero no es el único caso, ya que Endo ha seguido el camino de Perrigo, Horizon Pharma, Actavis, Alkermes, Jazz Pharmaceuticals, Covidien y Forest Laboratories, todos instalados en el país del trébol.
Según informa el diario británico, para los accionistas el proceso se volvió muy atractivo. Cian McCourt, socio y jefe de la oficina de Nueva York de A & L Goodbody, un bufete de abogados de Irlanda, dice que el cambio de domicilio legal proporciona «un verdadero impulso» a las ganancias por acción, las ganancias retenidas y de flujos de efectivo. Eso tiene una gran incidencia en las primas de adquisición.
Endo, por ejemplo, tiene en la mira 75 millones de dólares de ahorros anuales después de impuestos de «sinergias operativas y fiscales» derivados de su renacimiento como una empresa irlandesa.
El alivio tributario ha hecho que otro gigante norteamericano, General Electric, esté interesado en adquirir la empresa Alstom, de Francia. Lo mismo pasó con Pfizer, el poderoso grupo farmacéutico que según se publicó hace unos días, falló en su intento por adquirir AstraZeneca.
El Financial Times comenta que, tal como han reportado varias compañías, sobre todo las de tecnología, la pila de dinero en efectivo acumulado fuera de Estados Unidos es mayor a la que se maneja dentro del país, y es donde las empresas de salud aparecen con una importante participación de un 15% del total de US$947 billones, según un reciente informe de Moody’s.
El Ministerio de Finanzas de Irlanda sostiene que muchos de los factores que impulsan la evolución de las inversiones son «empujar en vez de tirar» – que la alta tasa de impuestos de los EE.UU, en lugar de la baja tasa de impuesto irlandés, está detrás de la tendencia de las empresas estadounidenses invirtiendo en Irlanda.
¿Reforma tributaria en EEUU?
Este hecho no ha dejado indiferente al sistema político norteamericano: Max Baucus, quien presidió el comité de impuestos del Senado y ahora es embajador en China, dijo el año pasado que «sería fácil para nosotros atacar a estas empresas llamándolas inmorales y antipatriotas. Pero es más constructivo dar un paso atrás y preguntarse: «¿qué motiva a estas empresas a trasladar sus oficinas centrales en el extranjero?».
En la misma línea y según lo publicado, tanto el gobierno de Obama como los republicanos del congreso han propuesto reducir la tasa del impuesto de sociedades del 35% al 28%, y cambiar el trato fiscal de los ingresos extranjeros para cortar el juego de las multinacionales que insisten en mirar hacia fuera.
Pero el proyecto de ley se ha estancado debido a que la Casa Blanca y el Congreso están en desacuerdo en los detalles. Hay poco apetito político para reducir radicalmente los impuestos y las deducciones que ayudarían a pagar una tasa más baja. Por otra parte, cualquier reforma probablemente tendría que incluir el cambio de las tarifas pagadas por los individuos y las pequeñas empresas, así, añadiendo un mayor desafío político. Las posibilidades de que una reforma tributaria avance para este año son casi nulas, y puede ser muy difícil llegar a un acuerdo durante la administración de Obama.