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Larry Summers dice que para que la economía global despierte de su letargo se necesita más que bajas tasas


La escribió hace más de un mes, pero su columna sigue dando vueltas en círculos políticos y económicos.

Se trata de una columna que escribió el que fuera Secretario del Tesoro del gobierno de Bill Clinton y asesor de Barak Obama, Larry Summers, en el Washington Post.

Summers escribió su columna como un consejo a los ministros de finanzas y banqueros centrales de las mayores economías que se reunieron en Washington para las reuniones anuales del FMI, acerca de que haces para sacar a la economía mundial de su letargo.

Dice que para que la economía global despierte se necesita más que bajas tasas y dice que la clave es la inversión.

Summers, que también fue presidente de la Universidad de Harvard, dice que los pequeños fracasos en las políticas públicas suman una cascada cuando se trata de un mundo globalizado. Afirma que desde hace mucho tiempo que los prospectos para la economía mundial no han sido tan problemáticos.

El FMI admitió en sus últimos informes que la economía está estancada. Las tasas de interés de las economías desarrolladas seguirán a mínimos históricos por un largo tiempo, pero eso no es suficiente para generar un crecimiento dinámico en esos mercados, y sin eso las economías emergentes van a sufrir y eso generará desafíos políticos para países tan diversos como Brasil, China, Russia y Turquía.

O sea, lo que dice Summers es que la estrategia de «plata fácil» no es suficiente y aunque admite que ayudó a que la crisis del 2008 no se convirtiera en una depresión, como si ocurrió en 1930, es una estrategia de crecimiento con muchos problemas.

Primero, el economista dice que no hay suficiente evidencia para apoyar la tesis de que el recorte de tasas de un nivel ya muy bajo tenga un impacto relevante en decisiones de gasto, «lo que si sabemos es que inventiva el apalancamiento, que pone presión a los inversionistas que buscan rentabilidad a tomar mayores riesgos, que infla el precio de activos y premia la actividad financiera».

Agrega que no tenemos la capacidad de predecir el impacto que tendrá en los mercados cuando los bancos centrales comiencen revertir las políticas y vender los trillones en activos que han puesto en su balance durante los últimos 7 años, y eso eso es peligroso.

«Una estrategia de crecimiento adecuado reconoce que la era de bajas tasas presenta oportunidades y riesgos» y explica que debería enfocarse en promover inversiones con alta tasa de retornos.

En Estados Unidos, Summers dice que la política debería concentrarse en inversión de infraestructura y autorizar exportaciones de petróleo y gas natural.

En Japón, el foco debe ser en implementar reformas fiscales y estructurales que promuevan el gasto. Y en Europa, Summers, dice la prioridad deber ser sanar el sistema bancario y promover la demanda en las economías más estancadas.

Su receta para los mercado emergentes, el economista dice que lo crucial es implementar políticas que generan flujos de capital y exportaciones hacia esas economías en momentos en que estos están cayendo. «Estas incluyen medidas políticas para asegurar a los inversores acerca de amenazas populistas en un número de países y proveer protección y garantías de financiamiento», y para eso es necesario que se hagan reformas al FMI.

Summers también sugiera que se deberían considerar medidas para «movilizar los miles de millones de dólares en activos en manos de fondos soberanos y bancos centrales para generar crecimiento». Quizás de ahí sacó su inspiración el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, cuando sugirió que se podría financiar a Codelco con dinero de los fondos soberanos chilenos.

Summers concluye que la agenda global para resistir lo que el llama «estangación secular» debe enfocarse en el tipo de medidas que él recomienda y no poner todas las fichas en políticas de «dinero fácil»

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