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Bianchi, Massad, Corbo y Zahler fijan posición sobre la Reforma Tributaria: resultado 3 – 1


Andrés Bianchi: partidario de modificar el FUT aunque sea “políticamente incorrecto”

bianchi andrésEl primer presidente del Banco Central autónomo fue Andrés Bianchi y como tal le tocó liderar al instituto emisor mientras se migraba a un sistema democrático entre 1989 y 1991. 

Bianchi fue uno de los cuatro ex presidentes del Banco Central que fue invitado por la Comisión de Hacienda del Senado a dar su opinión sobre los  efectos de la Reforma Tributaria. También lo hicieron Roberto Zahler, Carlos Massad y Vittorio Corbo. José de Gregorio había dado su parecer el lunes en la tarde.

Bianchi hizo un resumen de la discusión que se ha tenido en estas semanas sobre la Reforma Tributaria, pero ello no fue obstáculo para que fijara claramente su posición. Él es partidario de modificar el Fondo de Utilidades Tributables (FUT), con el fin de cerrar las opciones de elusión, aunque esta propuesta sea “políticamente incorrecta” en los tiempos que corren.

Junto con explicar que las reformas no sólo implican cambios a las tasas de los impuestos sino que suponen una modificación profunda a los regímenes vigentes, indicó que, para que el nuevo sistema sea duradero, “debe contar con un apoyo transversal y no con una mayoría circunstancial”. 

Caracterizó a la reforma impulsada por el gobierno de Bachelet como “ambiciosa, profunda y compleja. A estas alturas, hay un consenso amplio respecto de los objetivos de la reforma, ello es auspicioso y no deja de ser sorprendente si se piensa en la magnitud de los recursos que se busca redistribuir. Este acuerdo sobre los fines, sin embargo, contrasta con las diferencias respecto a los medios”.

Bianchi enfatizó que la mayor diferencia radica en el impacto de la renta atribuida, pero lo que verdaderamente importa es que la controversia puede elevarse al Tribunal Constitucional y sería grave que éste considerara admitir el requerimiento de inaplicabilidad  por inconstitucional. “Por eso, hay que reforzar las iniciativas tendientes a llegar antes a acuerdo”, expresó.

Advirtió, asimismo, que las inversiones de las empresas normalmente se financian con el máximo de endeudamiento posible y para buscar financiamiento vía créditos, bonos o mercado de capitales, el mercado les exige a las empresas que cofinancien los proyectos con recursos propios. Si este cofinanciamiento disminuye porque las empresas cuentan con menos ahorro interno, el financiamiento será menor o las condiciones más duras. El financiamiento bancario no es ilimitado.

Asumió que la Reforma Tributaria, tal como está, "tendería" a debilitar el crecimiento económico por el descalce temporal entre la caída de la inversión y aumento de la productividad. 

Roberto Zahler propone mecanismos para incentivar la reinversión de las utilidades 

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“Yo no estoy diciendo que aumentos tributarios aumentan la inversión. Lo que estoy diciendo es que, a pesar de que la carga tributaria ha ido aumentando, la inversión también aumentó en las últimas décadas, quizás por distintos motivos: precio del cobre, tasas de interés atractivas, tipo de cambio…, hay una serie de elementos que influyen”, señaló Roberto Zahler ante la Comisión de Hacienda del Senado.

Momentos antes había calificado a la Reforma Tributaria como “extraordinariamente responsable” desde la perspectiva fiscal y macroeconómica. Si el sector público se endeuda para fines como la educación, se eleva el costo a nivel global, lo que termina por afectar al sector privado. Esta opción fue desechada por el gobierno al asumir la necesidad de una Reforma Tributaria que traerá como beneficio un aumento en la productividad, lo que llevará a un mayor crecimiento en el largo plazo, argumentó.

A Zahler le tocó liderar el instituto emisor entre 1991 y 1996, una época en que existía el encaje para el ingreso de capitales, el tipo de cambio oscilaba dentro de una banda y se negociaba con la banca privada la deuda que provenía de la crisis de los 80.

Durante su presentación, el economista se abrió a la posibilidad de que fuera necesario estimular la inversión. “Supongamos que el término del FUT afectara a la inversión del sector privado, creo que hay dos alternativas que se podrían estudiar para compensar si esto se produjera. Una de ellas es extender la depreciación instantánea sobre el capital fijo no por un año, sino por un período más largo. Esto no es para favorecer los fierros, sino para compensar un posible efecto sobre la estabilidad en el corto plazo”. 

La segunda opción que mencionó es seguir el ejemplo de Bélgica. La idea es equiparar las dos fuentes de financiamiento. En Chile, si una empresa se endeuda hoy con el banco, los intereses son un gasto y se deducen de los ingresos para determinar las utilidades, beneficio que no existe si la empresa recurre a financiamiento propio, porque no hay interés alguno. “Lo que Bélgica hizo para estimular la reinversión de las utilidades, fue imputarle a este tipo de mecanismo una tasa de interés implícita y de esta forma la transformó en un gasto”. 

Zahler agregó que este tipo de incentivos le parecían positivos, pues le preocupaba que se elevara el endeudamiento corporativo, ya que eso aumentaba la vulnerabilidad de la economía en caso de estreses financieros.

Reconoció, eso sí, que “esto tiene un costo de recaudación”. Sólo la aplicación de la depreciación instantánea por un año tiene un costo de US$ 850 millones, según Hacienda. Sin embargo, el actual asesor de empresas dijo que se podría revisar el royalty a la minería y el impuesto al diésel. 

Carlos Massad: “Más vale invitar a un café que amenazar” y así evitar una irritación innecesaria

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Carlos Massad dirigió el Banco Central entre 1967 y 1970 y entre 1996 y 2003. En este último período le tocó enfrentar la crisis asiática y llevar la tasa de política monetaria niveles extremadamente altos, lo que causó una fuerte caída de la actividad.

El economista llamó a los senadores a “cuidar los costos inmediatos”. Apuntó a que hay medidas como la mayor discrecionalidad que se otorga al Servicio de Impuestos Internos (SII) que provocan “elevados grados de irritación” en la sociedad.

“La elusión es la respuesta racional a los estímulos disuasivos. Toda persona trata de disminuir sus costos, incluidos los tributarios. Esto forma parte inevitable de la conducta de las personas (…). Las nuevas atribuciones del SII afectan a todos y deja sin defensa real sobre todo al pequeño y mediano empresario, por los costos que implican. Esto eleva la irritación ambiental. La renta atribuida es otro elemento de irritación. Es compleja”.

Más adelante, habló de la necesidad de que el SII tuviera protocolos claros y precisos, con el fin de reducir el uso discrecional de las normas, y que se contara con una Defensoría del Contribuyente que preste servicios gratuitos a los más vulnerables.

Massad hizo ver a los senadores que el sistema de remuneraciones de los inspectores puede ser incompatible con esta mayor discrecionalidad. “Si ellos tienen metas que cumplir, cabe pensar que sus decisiones estarán influidas por la necesidad de cumplir las metas y tendrían un premio mayor si usan la discrecionalidad”.

El ex presidente del Central instó a valorar lo positiva que es una actitud abierta por parte de las autoridades. “Invitar a un café es más efectivo muchas veces que amenazar (…). Escuchar puntos de vista distintos, sin penalizar a los proponentes, hace bien”. 

Hilando más fino, dijo que “la desintegración del sistema tributario es positiva y posible”. Como también lo es el igualar las tasas de tributación de empresas y personas. Si esto sucediera, no sería necesario el FUT, ni la retención del 10% ni la atribución de rentas. 

Agregó un nuevo matiz a la discusión respecto a la depreciación instantánea al señalar que esta vía abarata la inversión en capital fijo y encarece el trabajo. “Yo creo –dijo– que hay que buscar incentivos al empleo para evitar que el sistema se cargue en una sola dirección en desmedro de la otra. Por ejemplo, vincular la depreciación instantánea con el aumento del empleo de la empresa”.

Abogó por “facilitar una visión del país que tienda a elevar las remuneraciones desde abajo y no sólo cortando remuneraciones desde arriba. Si creo incentivos de empleo, elevo remuneraciones desde abajo”.

Vittorio Corbo dice que depreciación instantánea promueve las máquinas y no el empleo

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Vittorio Corbo fue presidente del Banco Central entre 2003 y 2007, periodo en que le tocó ver madurar el mercado de capitales chileno, dejándolo en buen pie para aguantar lo que sería la crisis subprime que se desarrolló a partir de 2008.

Haciéndose eco de las palabras de Carlos Massad, Corbo indicó que la depreciación instantánea “no me gusta porque promueve las máquinas y no el empleo ni el desarrollo tecnológico”. 

Aludiendo al trabajo que hizo con José Pablo Arellano, señaló que “el sistema chileno es bueno, pero puede mejorar”. Agregó, como dato, que uno de los efectos de la crisis de 2008 y 2009 fue el incremento de la evasión, ya que “una de las formas de sobrevivir es tratar de no pagar impuestos. Esto es muy inequitativo”. 

Otro dato que dio fue que la tasa de ahorro de las empresas que en 2008 era de 14%, al primer trimestre de este año llegaba a 8%. Esta baja la atribuyó a márgenes más estrechos debido a mano de obra, precio de la energía e insumos más caros. 

“El sistema actual tiene problemas, como es la elusión del pago final de los impuestos por parte de las empresas. Pero creo que se puede subsanar tapando las rendijas”. También apuntó a que se puede reducir la tasa de evasión del IVA en 7,5 puntos porcentuales, que implica una recaudación de US$ 1.500 millones, extender el uso de facturas electrónicas, y mejorar los modelos de precios de transferencia. 

Para Corbo, la discusión se debe centrar en “cómo mejoramos un sistema, pero partamos con lo que tenemos y construyamos sobre eso. Pero yo soy un invitado y ustedes son los que deciden”, expresó, refiriéndose a los senadores.

Más adelante, a raíz de una pregunta del senador Carlos Montes, Corbo dijo que el FUT cobra el impuesto a futuro al igual que sucede con las pensiones. “La persona que impone es lo mismo, porque difiere impuesto. Invierta en su vejez, le damos un préstamo a tasa cero y lo devuelve al cabo de 20 años”.

Montes le refutó diciendo que  “en el FUT hoy no hay límite de tiempo. Cuando hay US$ 5.500 millones en fondos de inversión, no hay límite de tiempo. Hoy es un subsidio más amplio que sólo los intereses”

Corbo no estuvo de acuerdo con esta afirmación y le contestó: “Son intereses, porque es un préstamo a tasa cero. La mejor política es que las empresas inviertan en el mejor proyecto y se aumente el ahorro del país. Yo no invierto en mi casa, sino que mi ahorro lo pongo en el sistema financiero para que se invierta en proyectos mejores que los míos”.

También dijo que en economía todas las cosas cambian. “En los 90 hubo una reforma consensuada para invertir en sectores sociales y con ello se validó un modelo que permitió al país crecer. Se pasó a la democracia, se eliminó la incertidumbre, se aclaró el aire y hubo un boom de inversión”.

“Esta reforma penaliza en el margen los incentivos al ahorro, pero si mañana se destraban las inversiones en obras públicas o energía –que son factores exógenos a esta reforma–, eso ayudará a crecer”, concluyó.

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