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Se profundiza declinación venezolana ante temor a un posible default


Los operadores de bonos comienzan a considerar la posibilidad de que el país pueda quedarse sin dinero.

El costo de asegurar los bonos en moneda extranjera del país contra un impago tuvo ayer el mayor aumento desde el derrumbe de Lehman Brothers Holdings Inc. en 2008 y subió a 14,25 puntos porcentuales, el más caro del mundo. Los inversores también exigen la mayor prima en seis meses para asegurar los pagarés del país sudamericano en relación con los de Ucrania.

Si bien la mayor parte de los analistas e inversores estima que Venezuela y su compañía petrolera estatal cumplan con los pagos de US$5.300 millones de bonos que vencen el mes próximo, crece el temor a que el país pueda carecer de efectivo suficiente para los servicios de su deuda el año próximo, dado que las reservas en moneda extranjera declinan al nivel más bajo en 11 años. Los pagarés del país cayeron el lunes luego de que Ricardo Hausmann, un economista de la Universidad de Harvard oriundo de Venezuela cuestionara la decisión del gobierno de seguir pagando a los tenedores de bonos en momentos en que el país padece desabastecimiento de todo tipo de productos, desde medicamentos básicos hasta papel higiénico.

“El mercado de bonos por fin comienza a despertar” a la posibilidad de un impago de Venezuela, dijo por teléfono David Rees, un economista de Capital Economics en Londres. Pronostica que el país podría entrar en impago este año.

Una portavoz del Ministerio de Hacienda de Venezuela se negó a hacer declaraciones sobre los comentarios de Hausmann.

‘Bases morales’

Las permutas de riesgo crediticio del país a cinco años treparon el lunes 1,76 puntos porcentuales luego de que Hausmann, un ex ministro de Planificación de Venezuela que en la actualidad dirige el Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts, dijera en una entrevista de Bloomberg News que no había “razones morales” para que el gobierno hiciera el pago de la deuda el mes próximo.

La declaración sucedió a un artículo del 5 de septiembre, uno de cuyos autores es Hausmann, que publicó Project Syndicate con el título de “¿Venezuela debe declarar un impago?” En el artículo, Hausmann y el investigador de Harvard Miguel Ángel Santos señalaron que el desabastecimiento y los miles de millones de dólares en retrasos con los importadores imponen penurias a los venezolanos.

“El hecho de que el gobierno haya optado por no pagar a 30 millones de venezolanos en lugar de a Wall Street no es un inicio de su rectitud moral”, escribieron. “Es un indicio de su bancarrota moral”.

La probabilidad de que Venezuela no cumpla con un pago de sus bonos en los próximos cinco años creció ayer 4 puntos porcentuales, a 63 por ciento, según operadores del mercado de permutas de riesgo crediticio. El costo de asegurar la deuda de Venezuela superó el de Argentina luego de que ese país no cumpliera con un pago del 30 de julio.

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