Los funcionarios de Banco de Inglaterra pueden seguir con sus planes.
Dado que el Reino Unido sobrevivió ayer al referéndum escocés por la independencia, los diseñadores de la política pueden descartar la perspectiva de volatilidad y concentrarse en los equilibrios fundamentales. La decisión elimina una posible fuente de inestabilidad que podría haber echado por tierra la ofensiva del gobernador Mark Carney destinada a salvaguardar la recuperación y hacer volver los niveles de la política de emergencia a los parámetros normales.
Los funcionarios, que mantuvieron la tasa de interés de referencia en un mínimo récord el 4 de septiembre ya no deben tener en cuenta las posibles consecuencias de una separación, como una corrida en los bancos británicos o una caída de la libra. Después del escrutinio de la noche, 55,3 por ciento de los votantes apoyaron la campaña del “no” contra 44,7 por ciento que avalaron la independencia.
“El resultado mantiene a Banco de Inglaterra en su rumbo, se eliminó mucha incertidumbre política y el banco puede concentrarse en la fuerza de la recuperación”, dijo Azad Zangana, economista de Schroder Investment Management Ltd. de Londres. “La Comisión de Política Monetaria puede confiar en que elevar las tasas de interés a comienzos del año próximo no perjudicará a la economía”.
Es un suspiro de alivio para los custodios de la estabilidad del Reino Unido.
Cuando las encuestas de hace dos semanas mostraron una ventaja para el bando separatista del “sí”, funcionarios de Banco de Inglaterra y del Tesoro abandonaron su estrategia de apuntalar el sistema financiero anticipando las consecuencias más terribles. Carney dijo a los legisladores que sus preparativos de apoyo involucraban “considerables recursos”.
Plan de contingencia
Banco de Inglaterra no hará un comunicado sobre el resultado, dijo hoy un portavoz del banco central.
La incertidumbre sobre la moneda estuvo a punto de crear una compresión de liquidez y una fuga de depósitos, y los encuestados en un sondeo de Bloomberg News veían la perspectiva de una devaluación de la libra de 10 por ciento en el lapso de un mes. Los funcionarios habrían tenido que actuar rápidamente para frenar un pánico que podía hacer caer la economía en otra recesión.
La libra se fortaleció al conocerse los resultados del referéndum. Trepó 0,7 por ciento ayer. El lunes, los inversores cambiaron las apuestas relativas al primer aumento de la tasa desde junio a mayo, según los contratos de ICAP de tasas de interés a término.
Standard Poor’s dijo hoy que el resultado no tiene ningún efecto en su calificación AAA y su perspectiva estable para el Reino Unido. Fitch Ratings dijo que no habría modificaciones en su grado AA+ y su perspectiva estable, y que la posibilidad de que Escocia obtenga más facultades para recaudar impuestos no debilitaría “significativamente” el marco fiscal de Gran Bretaña.
Habiendo pasado la votación, la Comisión de Política Monetaria, integrada por nueve miembros, puede dirigir su atención a las cuestiones que analizaba antes de que las encuestas comenzaran a evidenciar un cambio de ánimo: los riesgos de Europa, un crecimiento anémico de las remuneraciones, una inflación por debajo de la meta y el crecimiento más alto en el Grupo de Siete países. Carney había dicho el 9 de septiembre que las expectativas de los inversores respecto de un aumento de la tasa en la primavera del año próximo eran razonables.
