Publicidad

¿Cuánto afectará la caída del precio del petróleo a la inflación del próximo año?


Una de las variables económicas que más ha cambiado desde la publicación del IPoM de septiembre es el precio del petróleo. Desde el cierre estadístico del Informe, a fines de agosto, las variedades Brent y WTI han retrocedido 18% y 17%, respectivamente. Para 2015, si bien el informe consideraba un retroceso del precio del petróleo, este era a niveles de US$90-100 el barril dependiendo de la variedad, muy por sobre los niveles en torno a US$80 o menos que se transa el crudo en estos días. En un escenario en que los precios actuales se mantienen por todo el próximo año, la sorpresa respecto de la proyección hecha en septiembre para 2015 sería del orden de 15% a 20%.  

Para un país importador neto de combustibles, las implicancias de un retroceso del precio del petróleo tan significativo como éste sobre la inflación local, no son para nada despreciables y su impacto está bien estudiado por el Banco Central para episodios de alzas. Si bien es posible que la respuesta de los precios internos no sea simétrica ante episodios de bajas, la evidencia disponible puede servir de guía para evaluar los impactos desinflacionarios de un shock como el que estamos observando.

En el IPoM de septiembre de 2006, el Banco Central citó un estudio de De Gregorio, Landerretche y Neilson del mismo año para evaluar la respuesta de la inflación a un shock petrolero. Las estimaciones de ese trabajo indicaban que en el período 1980-2006, un alza de 1% en el precio del petróleo implicaba un aumento acumulado de 0,06% en la inflación en países industriales (1,2% para un shock de 20% suponiendo linealidad en el efecto), obteniéndose resultados muy similares para Chile a partir de 1990. Este mismo recuadro complementó el análisis utilizando un vector autorregresivo o VAR y con datos para el período 1989-2005 encontró que un shock de 1% en el precio real del petróleo generaba un efecto máximo de 0,04% en el IPC en el tercer mes después del shock (0,8% para un shock de 20% suponiendo linealidad en el efecto). 

En el IPoM de marzo de 2011, el Banco Central nuevamente analizó el impacto de un shock de precio del petróleo sobre la inflación local. Esta vez lo hizo a partir de simulaciones de un modelo de equilibrio general y encontró que un aumento de 20% del precio promedio anual del petróleo tendría efectos sobre la inflación subyacente entre 0,5 y 1 punto porcentual en el mismo período. 

En síntesis, si la caída reciente del precio del petróleo se sostiene en el tiempo, los efectos sobre la inflación local serán relevantes. De acuerdo con la evidencia disponible para shocks alcistas de precios, un cambio de 20% en el valor del barril de crudo, puede impactar hasta en un punto porcentual a la inflación local. Así, la proyección de inflación para el próximo año que entregue el Instituto Emisor en el IPoM de diciembre deberá incorporar los relevantes efectos desinflacionarios de un menor precio internacional del petróleo. Si bien será clave la evaluación de persistencia o transitoriedad del shock, no es descartable que esta se ubique más cerca de 2% que de 3%. 

Hermann González

Economista Principal BBVA Research Chile

Publicidad

Tendencias