El año pasado fue la Polar y este año es Enersis: parece que el tema de gobiernos corporativos persigue al ya tradicional Chile Day, que este año nuevamente tiene lugar en Londres. Y como el caso tiene el potencial de convertirse en una piedra en el zapato para el mercado chileno, este año el tema es parte oficial de la agenda. La mayoría de los chilenos que está en Londres con la delegación oficial lo ven como una oportunidad para discutir sobre los efectos y aclarar dudas a potenciales inversionistas extranjeros.
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, lidera el grupo. Entre las más de 300 personas que son parte de la delegación, están el socio de Celfin Jorge Errázuriz, los empresarios Álvaro Saieh y Hörst Paulmann, y algunos ejecutivos del grupo financiero colombiano SURA, que opera en Chile; y del peruano Romero, que ahora controla IM Trust
La cita de hoy tiene lugar en el Institute of Directors y una de las principales presentaciones será la del superintendente de Valores, Fernando Coloma. En ese panel también participan el presidente de Codelco, Gerardo Jofré, y dos directores británicos. En la delegación asimismo están los superintendentes Bancos y Pensiones, Raphael Bergoeing y Solange Berstein, y el director de Impuestos Internos, Julio Pereira.
En estos dos días, los chilenos han sido testigos probablemente de algunas de las excentricidades y protocolos del mundo financiero de Londres que lo hace tan particular. En su mayoría tienen que ver con el vestir.
Para un caballero de la City londinense —que es como se le llama al barrio financiero de la capital británica— el terno tiene que ser a tres botones y azul oscuro o gris. Si tiene rayas, estas tienen que ser «finitas», o sea, no pueden ser distinguibles a distancia. El pantalón no debe tener espacio para cinturón y la chaqueta tiene que tener un tercer bolsillo externo —mas pequeño— para el reloj, al lado derecho y arriba del bolsillo principal. La camisa tiene que ser de colleras y la corbata es obligatoria. El cuello no debe estar almidonado, es mal visto.
En cuanto a los zapatos, por ningún motivo se pueden usar mocasines: únicamente son aceptables los zapatos con cordones para reuniones formales.
A la hora del bar, el «scotch» se pide «single malt» y absolutamente está prohibido tomarlo con hielo. Eso lo hacen los «americanos». El puro se fuma después de la cena y se acompaña con un «brandy».
Hay que asumir que la elite financiera criolla está al tanto de estas excentricidades dado que hay un alto número de participantes que se están repitiendo el plato este año.
