La polémica condonación a la multitienda Johnson’s en 2011 sacó chispas en el Servicio de Impuestos Internos por lo elevado del monto perdonado. El caso llegó a la Contraloría y el director del SII, Julio Pereira, sigue cuestionado por su rol en la operación.
A Johnson’s le terminaron perdonando más de un 90 % de las multas e intereses en ese momento, lo que le permitió pagar sólo US$ 8 millones de de lo que registraba como deuda el SII.
Bueno, ahora la generosidad del Estado le llega al legendario empresario Manuel Cruzat y su proyecto inmobiliario Curauma. El histórico empresario Manuel Cruzat, líder de uno de los dos grandes conglomerados económicos de los ’80 y que cayó en desgracia con la crisis de 1982, será también beneficiado por otro millonario «perdonazo».
El sábado pasado, Curauma, que está ahogada por deudas, denuncias en tribunales e investigaciones, anunció que recibirá un 75 % de condonación de su deuda por parte de la Tesorería General de la República, con la cual estaba negociando los términos del pago de sus deudas.
La firma debe $ 30.209 millones al 26 de diciembre de 2012, de los cuales $ 21.130 millones son reajustes, multas e intereses. De esta última cifra, Cruzat obtendrá un perdonazo del país del 75 %, es decir, no pagará $ 15.848 millones (US$ 33,5 millones al dólar de ayer).
Por lejos, Cruzat se transformará en el segundo mayor beneficiado por el Estado en al menos los últimos cinco años, sólo superado por el polémico descuento a Johnson’s.
En efecto, según cifras de Tesorería, después de Johnson’s, en los últimos cinco años al menos, la mayor condonación no superaba los $ 1.640 millones. De hecho, el perdonazo a Cruzat supera todo lo condonado en 2010 ($ 14.255 millones).
Para obtener el beneficio, eso sí, la empresa de Cruzat debe pagar $ 136 millones mensuales por un año (en total $ 1.500 millones); si eso ocurre, obtendrá tal condonación. Además, abonó $ 390 millones.
Al término de este año, además, deberá pagar los $ 9.100 millones que debe en impuestos.
Con todo, la condonación del emblemático empresario no debiera generar tanto revuelo. Aparentemente no hay conflictos de interés.
