A pesar del freno que vive la actividad económica, la inflación sigue sin dar señales de empezar a ceder. Septiembre volvió a cerrar con una suba del 2% en el costo de vida y los analistas privados anticipan una nueva aceleración para el último trimestre del año. Así, en los primeros nueve meses de 2012 el costo de vida ya acumula un alza cercana al 20% y todos los pronósticos indican que la inflación anual terminará un par de puntos por encima de la de 2011, aunque en un contexto económico y social muy diferente al del año pasado.
Los economistas precisan que el panorama actual se asemeja en muchos casos al de 2009, cuando la economía argentina no quedó exenta de la crisis financiera internacional que se desató a partir de la quiebra del banco Lehman Brothers, pero con una gran diferencia: la menor demanda esta vez no fue acompañada por una baja en el ritmo de los aumentos de precios.
“A diferencia de lo que pasó en 2009, el freno de la actividad económica no se tradujo en una desaceleración de la inflación. Esto se explica por el consumo, que si bien se resintió un poco, continúa siendo la única alternativa que tiene la gente para proteger sus ingresos”, señaló Milagros Gismondi, economista de la consultora Orlando J. Ferreres & Asociados.
A la hora de explicar esta combinación de inflación en alza y freno de la actividad económica, los analistas privados ponen el énfasis en la política monetaria expansiva que impulsa el Banco Central. “A pesar de que la Argentina experimenta una desaceleración económica que lleva 18 meses, la inflación no cede ni un ápice, y si uno considera los niveles de emisión del Banco Central, lo más probable es que se acelere un poco. Según nuestros cálculos, el año puede terminar con una emisión de 90.000 millones de pesos. Y, más allá del debate ideológico, con ese nivel de emisión es inevitable el efecto en los precios”, advirtió Diego Giacomini, analista jefe de la consultora Economía & Regiones.
Junto con la emisión, los economistas también ponen la mira en el cepo cambiario, como otro de los motores de la inflación.
“Al problema de la emisión se suma el hecho de que, a diferencia de lo que pasó en 2009, cuando en medio de la recesión se aceleró la fuga de capitales, ahora el cepo impide canalizar los pesos que se emiten. Sin la alternativa de la compra de dólares, esos pesos terminan generando un mayor nivel de gasto y de inflación”, señaló Giacomini.
Por temor a sufrir nuevas represalias de parte de la Secretaría de Comercio Interior, las consultoras privadas prefieren no hacer públicas sus mediciones de precios, aunque en voz baja dan cuenta de la aceleración registrada en los últimos meses.
“Septiembre es tradicionalmente un mes tranquilo en materia de aumentos de precios, aunque esta vez vimos cierta aceleración de la inflación, con un alza por encima del 2%, básicamente por las subas en el rubro alimentos. Para lo que resta del año esperamos una aceleración de los aumentos, en gran parte por un factor estacional, con lo cual 2012 estaría cerrando en torno al 26%, contra el 23,7% del año anterior”, explican en una consultora.
En otro estudio privado coinciden con la lectura de que el último trimestre del año llegará con importantes subas de precios, que no se pueden atribuir a factores externos, sino más bien a problemas locales.
“A los aumentos ya clásicos en alimentos, en septiembre se sumaron las subas en indumentaria por el cambio de temporada y los incrementos en la medicina prepaga, que originalmente iban a regir desde agosto, pero el Gobierno postergó hasta el mes pasado. La inflación interanual hoy se ubica en 23 por ciento, aunque para el último trimestre esperamos una leve aceleración, por factores estacionales y la falta de alternativas de ahorro. Como producto del cepo al dólar, toda la emisión se vuelca al mercado del blue o termina gastándose, acelerando la inflación”, señalaron en la consultora privada.
