Warren Buffet, el tercer hombre más rico del planeta tras Carlos Slim y Bill Gates, declaró ayer que no tiene dudas de que la ex primera dama y secretaria de Estado de EE.UU. será la próxima presidenta de su país.
El magnate, que logró su fortuna derrotando al mercado apostando a seguir índices en vez de fondos de riesgo, reconoció que "incluso apostaría dinero" por la demócrata. Y la experiencia dice que, cuando Buffet juega, gana, aunque diga que no le gusten las apuestas.