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Maternal, severa y asexuada: la distorsionada imagen de Gabriela Mistral que promovió la dictadura CULTURA

Maternal, severa y asexuada: la distorsionada imagen de Gabriela Mistral que promovió la dictadura

Emilia Aparicio
Por : Emilia Aparicio Periodista El Mostrador
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Lejos de la imagen que se ha popularizado en la última década, impulsada por nuevos movimientos feministas y lésbicos de Gabriela Mistral (1889-1957) el régimen dictatorial buscó apropiarse y minimizar la imagen de la poeta para promover la idea de la profesora rural que escribía poesía infantil, severa, asexuada, de rasgos militares y conservadora, anulando de esta manera el inmenso trabajo de reflexión que tenía la autora sobre política, religión y otros temas. Con esta apropiación cultural, la dictadura buscaba, además, sepultar la imagen de Pablo Neruda, el Nobel comunista que fue ícono vivo de la UP.


Pasadas las 10:00 de la mañana del 11 de septiembre de 1973 Salvador Allende ya había dado su último discurso: “Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen… ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos”, se escuchó a través de Radio Magallanes.

Mientras tanto en las oficinas de la Editorial Quimantú, sus trabajadores evacuaban las dependencias ubicadas en Avenida Santa María, a media cuadra de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, debido a que un escuadrón de militares se encontraba a las afueras del edificio.

La educación y la cultura era un pilar fundamental en el proyecto transformador de Allende, es por eso que tras haber sido elegido en 1970 se dio inicio el proceso de estatizacíon de la Editorial Zig-Zag que pasó a llamarse Editorial Quimantú. En 1972, en la mayoría de los quioscos del país se encontraban publicaciones a precios accesibles, se repartieron libros en zonas de difícil acceso como Isla de Pascua o Punta Arenas y se promovió la creación de bibliotecas populares a través sindicatos.

Sin embargo, tras el golpe de Estado la editorial fue allanada y muchos de sus documentos y publicaciones fueron quemados, además parte de sus trabajadores fueron despedidos y algunos perseguidos, ejecutados y desaparecidos.

Al año siguiente, las autoridades de la dictadura de Augusto Pinochet refundaron el sello editorial bajo el nombre de Editora Nacional Gabriela Mistral. Pero, ¿Por qué se escogió a la poeta y diplomática para representar al proyecto?

Lejos de la imagen que se ha popularizado en la última década, impulsada por nuevos movimientos feministas y lésbicos de Gabriela Mistral (1889-1957) el régimen dictatorial buscó apropiarse y minimizar la imagen de la poeta para promover la idea de la profesora rural que escribía poesía infantil, dejando de lado el inmenso trabajo de reflexión que tenía la autora sobre la política, la religión y otros temas. Con esta apropiación cultural, la dictadura buscaba anular, además, la imagen de Pablo Neruda, el Nobel comunista que ícono de la UP.

“Hubo un trabajo muy pensado durante los años posteriores al Golpe de Estado en apropiarse de la figura de Gabriela Mistral y la construcción de una figura que es la que ha trascendido hasta hace una década o un poco más de la profesora rural que escribía poesía infantil, que no es no que no fuera profesora rural o poeta infantil, solo que no era solo eso, por ejemplo la Editorial Quimantú fue una de las primeras empresas que se apropia la dictadura y le cambia el nombre a Editora Nacional Gabriela Mistral, es decir todos los libros que se publican bajo el alero de la dictadura militar salen con el nombre de Gabriela Mistral en la portada”, expresó el investigador y recopilador de Recados completos (La Pollera, 2023), Diego del Pozo.

La bibliotecóloga y docente de la Universidad de Playa Ancha, Marjorie Mardones Leiva afirmó que el cambio de nombre de la editorial “fue utilizado como un dispositivo cultural a través del cual las Fuerzas Armadas implantaba una nueva imagen país”.

Además, explicó que la idea del nuevo nombre surge bajo la dirección de Diego Barros Ortiz, militar retirado que había sido comandante de la FACH y detrás de la nueva imagen de la editorial asumió como gerente general Mario Correa Saavedra, abogado y profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile (que trabajaba antes en Quimantú y que desde 1975 fue reemplazado por Fernando Krumm Urízar y José Harrison de la Barra) ; y un consejo editorial integrado por la literata Nina Donoso, los periodistas Agustín Billa Garrido y Enrique Bunstern, entre otros.

La investigadora especialista en la obra de Gabriela Mistral y académica de la Universidad de Chile, Soledad Falabella sostuvo que dado que el Golpe de Estado fue planeado antes del 11 de septiembre de 1973 con el objetivo de derrocar el gobierno socialista para imponer otro modelo, ya se prepararon equipos técnicos para refundar Chile.

“Hay un grupo conservador vinculado a una derecha chilena que lee a Mistral de una forma integrista, vinculada a la tierra, a los valores patrióticos”, expresó Falabella.

En ese sentido, agregó que “es una versión de la sociedad conservadora que busca volver a lo integral del modelo anti moderno, la acción que se proyecta de Mistral es de una mujer anti moderna. Esto quiere decir una mujer que está ubicada en el espacio privado, o sea la familia y la escuela como una extensión de la familia. Entonces lo que se privilegia de la figura de Mistral es la imagen fotográfica que la muestra como una mujer severa, como matrona y militar”.

La imagen de la Mistral, usada tanto en el caso de un nuevo nombre para la Editorial como para la imagen del billete de cinco mil pesos  puesto en circulación el año 1981, fue la búsqueda de implantar la idea de la madre de Chile. La poeta y la madre, con una vida hasta entonces ascética, mística, asexuada. De hecho, mucho tiempo pasó hasta que se lograra exhibir la película que da cuenta de la vida lésbica de la poeta con la joven estadounidense Doris Dana, reflejado en el largometraje documental Locas Mujeres.

Existe otro dato, que revela cómo la dictadura y el mundo conservador buscó implantar en Mistral la imagen  una mujer, que forma parte de un ejército de mujeres que van a formar la Nación. De alguna manera en esa imagen está la preconcepción de lo que en el futuro será CEMA Chile.

Otro de los ejemplos de esta proyección está en la Universidad Gabriela Mistral, la primera universidad privada, que surge después de la privatización de la educación y que tuvo como primeros socios a Armando Ortiz Ramírez (comandante en jefe de la Fach entre 1952 y 1955), Nicolás Alejandrópulo Santibáñez (contador general), Sylvia Sailer Millas (profesora), Octavio Le-Fort Levisson (notario público), y los profesores Raúl Blin Necochea y Carlos Blin Arriagada y cuya acta de constitución fue firmada el 20 de febrero de 1981.

Poco tiempo pasó para que la institución fuera controlado por Alicia Romo, quien reforzó la imagen conservadora y además católica que buscaba implantar en Gabriela Mistral. Como colaboradora de Augusto Pinochet, Alicia Romo había encabezado a mediados de los 70 la Dirección Nacional de Industria y Comercio (DIRINCO) y desde 1973 a 1980 formó parte de la Comisión Ortúzar, encargada de redactar la Constitución de 1980.

Adicionalmente, en 1981 la imagen de Mistral fue usada en el billete de cinco mil pesos, representación que perdura hasta el día de hoy.

“La imagen de la Mistral, usada tanto en el caso de un nuevo nombre para la Editorial como para la imagen del billete de cinco mil pesos  puesto en circulación el año 1981, fue la búsqueda de implantar la idea de la madre de Chile. La poeta y la madre, con una vida hasta entonces ascética, mística, asexuada. De hecho, mucho tiempo pasó hasta que se lograra exhibir la película que da cuenta de la vida lésbica de la poeta con la joven estadounidense Doris Dana, reflejado en el largometraje documental Locas Mujeres”, afirmó Mardones.

Falabella es investigadora multidisciplinaria en género, sexualidad, poesía, performance y escritura y es especialista en obra de Gabriela Mistral, mujeres, teoría y derechos humanos, además es académica de la Universidad de Chile y la Universidad Diego Portales.
Marjorie Mardones Leiva. Escritora y bibliotecóloga chilena. Licenciada en Documentación con estudios de Magíster en Comunicación local por la Universidad de Playa Ancha

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