Tras el preparador físico que devino en comentarista de TV, gracias al prestigio ganado junto a Marcelo Bielsa, hay una faceta desconocida de su controvertida relación con el medio futbolístico.
La imagen afable y bonachona de Luis María Bonini, devenido hoy en entrevistador, no sólo genera alguna dosis de empatía en el televidente, sino que también despierta cierto asombro en sus viejos seguidores que le conocieron como un preparador físico de estricta disciplina casi militar, y a quien la prensa argentina tildó alguna vez como “el brazo armado del Loco”.
Y es que el preparador físico siempre tuvo un aura polémica, desde los viejos tiempos en que se asoció a Marcelo Bielsa en una dupla muy prestigiada, y cuando habitualmente salía al frente para cuestionar a la prensa o simplemente inmolarse en recordados conflictos mediáticos donde aguzó su carácter fuerte frente a los periodistas.
El viejo profe Bonini, canchero y socarrón como cualquier guapo porteño, actualmente se mimetiza en su rol de “entrevistador” de los ídolos de la Selección, quienes les abren sus puertas y su intimidad en razón de la confianza conquistada en el búnker de Juan Pinto Durán y Nelspruit, durante el Mundial de Sudáfrica. Y Luis María sonríe y los palmotea con un sesgo paternalista que, está claro, no todos “compran” tanta autenticidad…
Y es que Bonini cultivó su fama al lado de Marcelo Bielsa, quien finalmente prefirió buscar otro preparador físico para abordar su etapa europea, pero sin el mismo carisma ni la devoción que se profesa al maestro que siempre mostró un comportamiento intachable en las ideas y los actos.
En rigor, el “profe” siempre tuvo un alto perfil que le reportó beneficios -como su contrato actual en la TV- y un prestigio al menos discutible respecto a la prensa.
Por ejemplo, ya es paradigmática su arenga al goleador Humberto Suazo durante las eliminatorias cuando el delantero ingresaba a la cancha y Bonini acuñó el famoso “¡así te quiero ver, ‘Chupete’!”, aderezado por diversos insultos propios de la adrenalínica contienda deportiva.
Sin embargo, y más allá del episodio que costó la salida de Fernando Solabarrieta de TVN, Bonini también posee en su bagaje varias anécdotas polémicas entre las cuatro paredes de Ingwenyama durante el Mundial de Sudáfrica. Con ocasión del segundo partido de Chile, el jefe de prensa de la Selección Claudio Olmedo ya tenía organizada una entrevista de prensa con dos jugadores, como parte de las exigencias protocolares de la FIFA. En medio de las cabañas del resort y cerca de la cancha de entrenamiento se alistó un set y tanto las cámaras como los periodistas de la FIFA estaban listos para iniciar su trabajo, cuando irrumpió un descontrolado Bonini insultando a viva voz al funcionario de la Federación chilena, exigiéndole salir inmediatamente del lugar sin cumplir con el compromiso establecido. El profesor fue incluso más allá y, junto con insultar groseramente al periodista con un argentinismo frecuente, le amenazó con “romperte la cara a piñas”…
Naturalmente, la rueda de prensa fue cancelada de manera vergonzosa, Olmedo dio explicaciones a los oficiales FIFA y Bonini libró de cualquier cuestionamiento gracias a su condición de “intocable” en ese momento. Sin embargo, la Federación Chilena fue multada y a partir de allí la relación profesional del temperamental Bonini y sus compañeros quedó sujeta a la vieja ley del hielo…
