Una irreconocible Argentina no puede creer la derrota 2-0 sufrida en Buenos Aires. En cambio, Uruguay, Colombia y Paraguay triunfaron con autoridad.
Faltaba un solo encuentro para que terminara la primera fecha de las clasificatorias mundialistas sudamericanas rumbo a Rusia 2018 y se daba la lógica. Incluso pese a la derrota de Brasil, porque a nadie puede extrañar en este momento las alturas alcanzadas por la Roja de Sampaoli. Pero salió Ecuador a la cancha del estadio Monumental de Buenos Aires y rompió la tendencia al sorprender a una deslucida Argentina.
El equipo dirigido por Gustavo Quinteros hizo un partido perfecto. Sólido en defensa gracias a la potencia y velocidad de sus defensas. Y aterrador arriba porque sus rápidos delanteros y volantes externos zarandearon por afuera a la lenta retaguardia trasandina.
Sin Messi, y con Aguero afuera por lesión a los 20 minutos, Argentina fue una sombra de lo que su gente espera de ella y prolongó ese letargo ya visto en la final de la Copa América.
Nunca dio el equipo de Gerardo Martino la sensación de que podía superar a un rival más dinámico y seguro de sus virtudes. Fueron escasas las posibilidades de gol del local y muchas las señales de que el nerviosismo y la inseguridad se ha apoderado de la albiceleste.
Ecuador soportó bien y manejó el partido hasta que en las postrimerías, con sus rivales agotados y sin ideas, propinó las dos estocadas mortales.
En el minuto 80 fue el defensa Fricson Erazo el que batió al arquero Romero. Y en el minuto 89 el incisivo Felipe Caicedo culminó exitosamente un contragolpe letal.
Parece increíble ver a una Argentina impotente y abatida. Pero así fue nomás. Lo de Ecuador augura una clasificatoria sudamericana que será de miedo.
En los otros tres partidos se impuso el peso de la historia. Vencieron los que han ganado siempre, por más que en los últimos años algunos de ellos hubiesen extraviado el rumbo.
Uruguay, Paraguay y Colombia cumplieron con la tarea y parten con tres puntos esta larga travesía de más de dos años para llegar a Rusia.
Uruguay siempre ha sufrido con los 3.600 metros de altura de La Paz, pero esta vez sus grandotes se las arreglaron para aguantar la falta de oxígeno y las arremetidas bolivianas en la primera etapa. Aprovechando las debilidades de sus rivales, anotaron dos veces y se llevaron tres puntos que habitualmente dan por perdidos. Seguramente el triunfo los reforzará anímicamente para intentar clasificar al mundial con más donaire que las veces pasadas, cuando llegaron por la puerta trasera del repechaje.
Los goles fueron anotados por Martín Cáceres, a los 9 minutos, al capturar un rebote, y Diego Godín, a los 69. Ambos tantos fueron culpa del arquero boliviano Daniel Vaca, que con sus malas salidas facilitó los goles charrúas.
Uruguay celebró más de lo habitual porque la victoria la consiguió sin sus dos delanteros estrellas, Luis Suárez y Edison Cavani. Tampoco estuvo en la banca Washington Tabárez, suspendido desde la Copa América, quien fue reemplazado por su ayudante Celso Otero.
El otro que recuperó una vitalidad perdida durante cuatro años fue Paraguay. Ya lo había presagiado en la última Copa América. A despecho de su falta de renovación, el argentino Ramón Ángel Díaz ha acondicionado a su equipo para que minimice sus flaquezas y agrande sus virtudes que, hay que decirlo, no están a la altura de esas generaciones que clasificaron a cuatro mundiales consecutivos ente 1998 y 2010.
Un mala entrega del líder venezolano Oswaldo Vizcarrondo a su arquero le permitió al hábil Derlis González convertir en el minuto 85 y llevarse tres puntos ante una Vinotinto que quiso debutar con el mismo ímpetu de las últimas dos clasificatorias, ilusionada de dar por fin el salto que le permita llegar a un mundial por primera vez en su historia.
Bien por los guaraníes, que sin hacer un gran partido, están poco a poco recuperando la confianza en ellos mismos y pueden volver a ser el adversario duro de matar.
Colombia tuvo problemas para batir 2-0 a Perú en Barranquilla. El elenco del Rimac prolongó el buen fútbol mostrado en la Copa América y durante casi todo el primer tiempo se las arregló para poner dificultades a la selección dirigida por José Pekerman.
Para mala suerte de Perú, en la parte final del primer tiempo se descuidó tras un tiro de esquina y Teófilo Gutiérrez apareció solo para batir de cabeza al portero Gallese.
En la segunda etapa los cafeteros intentaron manejar el partido, pero los peruanos siempre insinuaron que podían igualar. No lo lograron, y cuando el encuentro expiraba el volante Edwin Cardona mató de contragolpe y dejó el partido cerrado en un 2-0 que deja herido a Perú que procurará desquitarse ante Chile el próximo martes en Lima.
