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El Líbano: Un país estratégico cuya independencia se encuentra amenazada

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»No es Irán el principal objetivo en la próxima etapa del cambio de regímenes (de parte de EE.UU.). Lo que ha enfatizado la prensa respecto a una próxima invasión a Irán, es describir un enroque para iniciados. Es Siria el objetivo, y el desmoronamiento del régimen actual, parte en El Líbano", comenta un analista libanés.


A raíz del reciente atentado que costó la vida del ex primer ministro del El Líbano, Rafik Hariri, renunciado en noviembre de año pasado, la oposición ha solicitado la renuncia del actual gobierno. La propuesta es que se instale uno transitorio hasta las elecciones legislativas que se desarrollarán en mayo de este año. "El impacto político del atentado ha sido mayor, pero el deterioro de la estabilidad en Líbano se veía venir", nos dice una fuente libanesa. La imposible solución a la constante presión de los vuelos rasantes de la fuerza aérea israelí para desmantelar guerrillas y campamentos palestinos, y la permanente presión extranjera para la salida de las tropas sirias, han sido cuestiones insalvables para el actual gobierno.



Por otra parte, el comentario del momento en Beirut es la frialdad con que el Gobierno libanés recibió al Presidente francés Jacques Chirac. Apenas fue recibido por el Director de Protocolo, y no se reunió con el Presidente libanés. "Es una señal respecto a que el Gobierno del Líbano sospecha que existe desde hace tiempo una intención en la alianza occidental dirigida a romper la estabilidad y apoyar los esfuerzos de Israel para invadir finalmente el Líbano y erradicar los campamentos palestinos y las zonas controladas por Hezbollah. Este es un país tan pequeño que esta invasión significaría la guerra total otra vez como en la década de los 80», nos dice nuestra fuente.



El periodista Melem Karam Melem que dirige el mayor consorcio periodístico de El Líbano, estuvo el 7 y el 8 de febrero de este año en la conferencia internacional contra el terrorismo en Ryad, Arabia Saudita, a la cual asistieron más de 60 países. El atentado al ex premier libanés ocurre una semana después de haberse llevado a cabo la conferencia en Ryad, y fue realizado con una violencia tecnológica desconocida hasta el momento en la zona.



En su editorial de la revista La Revue du Liban que él mismo dirige, escrita días antes del atentado, Melem Karam señala que la conferencia se centró en los aspectos de logística y de financiamiento en la prevención y el combate al terrorismo. Se eludió discutir un problema central como el político y menos referirse a la herida abierta en el mundo árabe desde 1948 cuando desaparece el estado palestino. Intentamos hablar con él, pero se encontraba en reuniones fuera de su oficina. Sin embargo nos atendió su hijo del mismo nombre. "No hay que adelantar conclusiones antes de la investigación que está en curso. No se puede decir que fue Siria, ni que fueron aquellos. Lo que sí hay es sorpresa. Nadie interesado en El Líbano, en su paz y estabilidad, habría puesto la bomba".



Nos quedamos con la última frase de otro entrevistado: "Todos son sospechosos, menos Hezbollah ni Siria. Es ciertamente un grupo que está asociado a los mismos intereses que desean la inestabilidad de El Líbano, porque es una forma de hacerle perder su soberanía".



Un diplomático en Beirut nos dice: "Está todo cerrado. El atentado fue como un golpe a la ciudad y al país. Hay un terror que se palpa en la ciudad. Imagínese que esta población conoce de guerra y cómo. Pero se habían acostumbrado a una paz que, aunque en el fondo percibían como frágil, no esperaban que se rompiera de pronto con esta fuerza, con este grado de impacto. Esta vez fue un explosivo diferente y de alto poder de destrucción."



La misma fuente nos agrega: "También está la aplicación de la resolución 1559 de la ONU, que obliga al retiro de las fuerzas extranjeras en El Líbano, pero que se interpreta como el retiro de las tropas sirias solamente."



Se ha congregado esta vez una fuerte oposición a la presencia de tropas sirias en país. Algunos observadores plantean que de alguna forma esta presencia siria armada en El Líbano, le da un plus al Gobierno Sirio y que se palpa una suerte de intervención en los asuntos internos de El Líbano. La misma fuente nos señala que "es absurdo criticar al gobierno sirio de intervención en los asuntos internos de El Líbano, cuando Occidente y especialmente los EEUU, Francia y el Reino Unido, así como Israel, intervienen permanentemente en los asuntos internos de El Líbano."



"Israel no solo interviene, sino que bombardea y de eso hay constancia en las Naciones Unidas", agrega otra fuente.

El Gobierno de El Líbano durante 2003 y 2004 ha solicitado a la ONU la aplicación de diversas sanciones al estado de Israel, por la permanente violación de su territorio, en forma aérea especialmente, para atacar campamentos palestinos y zonas bajo el control de Hezbollah.



A pesar de que Hezbollah ha condenado el atentado, el objetivo de Israel y los EEUU es desmantelar por completo a este grupo y su capacidad armada, instalada especialmente en el sur del país.



Paso indispensable en el diseño del nuevo mapa



No es el reciente asesinato de Hariri lo que ha colocado a El Líbano en el epicentro de una nueva crisis en el Medio Oriente. Es el largo proceso de una perenne "solución a medias" al problema territorial palestino, que lleva más de 50 años. A ello hay que agregarle otra variable central: la reposicionada ansiedad norteamericana por sentar un pie definitivo de control en la zona, sea por razones altruistas -expandir la democracia made in West– o incorporar a los activos de las empresas occidentales, toda esa extensa masa de recursos físicos y humanos -los más preciados de los cuales son el petróleo, las aguas y una capacidad intelectual a la altura de la europea.



Después de la invasión a Irak, que para la administración Bush ha sido un completo éxito a pesar del enorme gasto financiero, el plan de modificación del mapa del Medio Oriente había que proseguirlo sin ambivalencias e interrupciones. La resistencia a la ocupación en Irak fue una variable no medida en toda su magnitud. Efectivamente no es que la CIA no hubiera penetrado bien en el tejido político iraquí. El gobierno republicano hizo caso omiso a las recomendaciones de la propia CIA, antes de la invasión, acerca de los efectos prolongados de una invasión y ocupación con las características que se conocen al menos en la superficie pública.



Sin embargo, Irak ha sido una trágica inversión que ha dejado varias lecciones, y una de ellas es precisamente la que en El Líbano se puede aplicar, y que en consecuencia podría derivar en un futuro cambio de régimen en Siria.



"No es Irán el principal objetivo en la próxima etapa del cambio de regímenes (de parte de EE.UU.). Lo que ha enfatizado la prensa respecto a una próxima invasión a Irán, es describir un enroque para iniciados. Es Siria el objetivo, y el desmoronamiento del régimen actual, parte en El Líbano", nos comenta un analista apostado en Beirut. "El atentado calza como anillo al dedo en esa estrategia, de colocar la situación al límite".



"Irán es el pez más gordo por la incertidumbre de su capacidad nuclear y cohesión interna. Es un acuario de muchos peces gordos. Según la visión de EEUU, una invasión a Irán no es crítica para los países del Medio Oriente, pero sí lo es para India, Pakistán, Rusia, y China."



India se opondría terminantemente a una desestabilización en Irán por la vía de la injerencia norteamericana, señaló un comentario editorial del prestigioso semanario indio Economic and Political Weekly, el pasado 2004. "Hay que tener presente que nuestra mirada es desde el Asia, y que para los occidentales, Irán está más allá del Medio Oriente. Para nosotros, Irán es un vecino, e India no desea desestabilización en un país con las características de Irán».



El Líbano, Jordania y Siria forman, como países agrupados territorialmente, el enclave más trascendente que ha debido enfrentar la diáspora palestina de más de 50 años. Entre ellos, El Líbano es sin duda el que ofrece los argumentos más contundentes para situarlo como un país eje en los asuntos políticos de la convulsionada zona del Medio Oriente.

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