Sus reivindicaciones son la vuelta del Parlamento, disuelto la semana pasada por la Junta Militar, y la anulación del anexo a la Constitución interina, aprobado por los gobernantes castrenses, para mantener algunas competencias, ante el anuncio inminente de los resultados de las elecciones.
Los islamistas egipcios han convocado hoy una manifestación de protesta contra la disolución del Parlamento y las enmiendas adoptadas por la Junta Militar en la plaza Tahrir de El Cairo, donde cientos de personas han pasado la noche.
El grupo político de los Hermanos Musulmanes, el Partido Libertad y Justicia (PLJ), ha hecho un llamamiento a sus partidarios para participar «junto al pueblo egipcio y las fuerzas políticas y revolucionarias en todos los actos hasta conseguir las reivindicaciones».
Según pudo constatar Efe, centenares de islamistas han pasado la noche en la plaza Tahrir, donde esta mañana ya había un buen número de manifestantes que interrumpían el tráfico rodado, sin llegar a cortarlo.
Según un comunicado del PLJ, sus reivindicaciones son la vuelta del Parlamento, disuelto la semana pasada por la Junta Militar, y la anulación del anexo a la Constitución interina, aprobado por los gobernantes castrenses, para mantener algunas competencias, ante el anuncio inminente de los resultados de las elecciones.
Los islamistas también solicitan que se revoque la decisión del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de autorizar a la policía militar detener a civiles.
La incertidumbre reina en Egipto tras las últimas medidas adoptadas por la Junta Militar y el anuncio ayer de la Comisión Electoral de que iba a retrasar la publicación de los resultados de las elecciones presidenciales del pasado fin de semana para estudiar los recursos presentados por los candidatos.
Los dos aspirantes en esos comicios, el dirigente del PLJ Mohamed Mursi y el general retirado Ahmed Shafiq, han reclamado la victoria y han presentado impugnaciones.
Entretanto, no han trascendido más informaciones sobre el estado de salud del expresidente egipcio Hosni Mubarak, que anteayer fue trasladado de la cárcel de Tora a un hospital militar en el barrio cairota de Maadi tras sufrir una trombosis.
Fuentes médicas revelaron ayer a Efe que el exmandatario, de 84 años, se encontraba en coma desde la noche anterior, mientras que la televisión egipcia apuntaba que Mubarak estaba inconsciente y conectado a respiración artificial.
