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Leyenda de tesoro oculto en Paraguay cobra la vida de tres buscadores

Leyenda de tesoro oculto en Paraguay cobra la vida de tres buscadores

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Los servicios de rescate encontraron el lunes los cuerpos de los tres hombres, que murieron después de que se les viniera encima el hoyo de unos 45 metros de profundidad, que habían cavado durante los últimos tres años en la localidad de Areguá, situada a unos 25 kilómetros de Asunción.


El mito de la «plata yvyguy» (plata bajo tierra en idioma guaraní) y de otros tesoros enterrados durante el período colonial o la guerra sigue vivo en Paraguay, donde tres personas fallecieron tras hundirse una enorme zanja cavada a mano en busca de riquezas ocultas.

Los servicios de rescate encontraron el lunes los cuerpos de los tres hombres, que murieron después de que se les viniera encima el hoyo de unos 45 metros de profundidad, que habían cavado durante los últimos tres años en la localidad de Areguá, situada a unos 25 kilómetros de Asunción.

Los contrató el dueño del terreno, convencido de que allí encontraría algo de mucho valor.

«Hay mucha gente que se dedica a esto como un oficio. Son buscadores de tesoros, esperan encontrar millones», dijo a Efe Luis Irrazábal, comisario de Areguá, quien se encontraba al borde del hoyo, rodeado de familiares de los trabajadores y vecinos.

Según a quien se pregunte se trata de un tesoro escondido por los españoles en la era colonial, o por los jesuitas, que tuvieron gran presencia e influencia en Paraguay, donde instalaron poblados indígenas llamados reducciones.

La historia más repetida entre los cuenta cuentos y narradores locales se refiere a la «plata yvyguy» (plata bajo tierra en guaraní), un supuesto tesoro enterrado después de la Guerra contra la Triple Alianza (1864-1870), cuando Argentina, Brasil y Uruguay se aliaron contra Paraguay.

La leyenda cuenta que el presidente de entonces, Francisco Solano López, y otros colaboradores enterraron oro y plata a lo largo de las vías ferroviarias para evitar que cayera en manos de los Ejércitos invasores.

Según Irrazábal, esos mitos tienen especial vigencia en la rica zona oriental del país, donde cada cierto tiempo alguien invierte recursos humanos y materiales para realizar nuevas excavaciones.

En agosto del año pasado, otra búsqueda de un supuesto tesoro culminó sin éxito y con el responsable imputado por un delito medioambiental.

Con varias máquinas y un grupo de obreros, los buscadores pretendían hallar unos 10.000 kilos de oro que aseguraban que están enterrados a poca distancia de una carretera cercana a Capiatá, situada en el departamento Central de Paraguay.

Según dijo entonces el líder, Juan Díaz, el tesoro podría estar escondido desde hace algo más de cien años y estaría distribuido en lingotes de 50 a 100 kilogramos.

Díaz aseguró que detectó la localización del tesoro gracias a un estudio realizado previamente «con recursos de alta tecnología» y su valor podría alcanzar los 423 millones de dólares, según sus cálculos.

Las excavaciones, que duraron ocho días, atrajeron la atención de cientos de vecinos, que cada jornada se agolpaban alrededor del enorme agujero abierto en la tierra roja, azuzados por los medios de comunicación locales, que se volcaron en la cobertura de la búsqueda, lo que alimentó las expectativas.

La fiebre por el supuesto oro perdido durante la Guerra de la Triple Alianza también llevó en 2006 a un juez del Tribunal Supremo paraguayo, al presidente de la Corte Suprema Militar y al entonces alcalde de Asunción a agarrar la pala.

Los funcionarios cavaron durante un día entero en un parque municipal de las afueras de la capital, pensando que podría estar enterrado un tesoro de más de 500 kilos de oro, pero la excavación concluyó sin éxito, como todas las que se han hecho públicas hasta hoy.

El mito de la «plata yvyguy» sigue con sus raíces bien incrustadas en la tierra guaraní, a la espera de que algún aventurero abra un nuevo agujero.

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