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SIMCE 2009 ¿un desastre educacional?

Pedro Montt
Por : Pedro Montt Experto en Educación del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED).
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Si la entrega de información a los padres se hará como se ha mencionado en la prensa, comparando promedios, se estará cometiendo un grave error técnico. Otro punto muy discutible es premiar a los profesores de los cursos y escuelas que mejoraron (Boston, EE.UU.), porque la evidencia comparada muestra que este tipo de medidas puede distorsionar la evaluación.


Recibimos los resultados de la prueba SIMCE que se aplicó a los 4° y 8° básicos el año recién pasado. Este reporte trae  novedades importantes, ya que por primera vez se entregan resultados referidos a niveles de logro en 8° básico.

No parece hoy políticamente correcto decirlo, pero nuestra educación no es un completo desastre como quisieran hacernos creer y este SIMCE lo demuestra.

Veamos los resultados. Ellos nos dan tres buenas noticias y dos malas.

Una buena noticia es que se consolida la tendencia de mejora en Lectura en 4° básico, ya que el año pasado se produjo un progreso de 6 puntos y ahora se conserva esa mejora (+2). Podemos afirmar que en Lectura hay una mejora sostenida.

[cita]Afectar las expectativas de todos e instalar la sensación de fracaso permanente resulta nefasto para nuestra docencia que requiere ser revalorada.[/cita]

Otra buena noticia es el progreso significativo en Educación Matemática y Ciencias Naturales en 4° básico. Ambos puntajes promedio, muy difíciles de mover, muestran una mejora significativa de 6 puntos respecto del año anterior.

La última buena noticia, es que lo que saben y son capaces de hacer los alumnos de 4° básico (niveles de logro Avanzado, Intermedio e Inicial) muestra una sistemática mejora desde hace dos años. Cae el porcentaje de alumnos en nivel de logro Inicial y crece el porcentaje de alumnos en nivel Avanzado. El año pasado ocurrió eso en Lectura, este año ocurre en Educación Matemática (de 25 a 29%) y Ciencias Naturales (de 26 a 30%).

Las dos malas noticias. Las diferencias de puntajes promedio según el nivel socioeconómico de los alumnos no se mueven y nos interpelan a todos; ello también ocurre con los resultados según niveles de logro y la primera medición de progreso educativo entre 4º y 8º básico. La otra y muy mala noticia es que el primer y basal resultado de niveles de logro en Educación Matemática en 8° básico muestra que un 62% de la matrícula de ese curso solo alcanza el Nivel Inicial.

Un primer balance, nos muestra que la principal debilidad de nuestro sistema se encuentra en el aprendizaje de la Matemática. Sabemos que los profesores bien evaluados hacen diferencia en los aprendizajes de los alumnos, también que, uno de los principales factores asociados que afecta positivamente el aprendizaje de los alumnos son las altas expectativas que poseen los padres respecto de la capacidad de aprender que tienen sus hijos e hijas.

Es de esperar se haga un análisis balanceado y prudente a la hora de encontrar soluciones. Lo que se nos anuncia resulta preocupante. Si la entrega de información a los padres se hará como se ha mencionado en la prensa, comparando promedios, se estará cometiendo un grave error  técnico, ya que si los resultados no se comparan considerando el nivel socioeconómico de los alumnos, en la práctica se estará desinformado y alarmando a los padres sin ofrecerles soluciones reales. Otro punto muy discutible es premiar a los profesores de los cursos y escuelas que mejoraron (Boston, EE.UU.), porque la evidencia comparada muestra que este tipo de medidas puede distorsionar la evaluación, la cual puede ser objeto de presiones indebidas. Se podrían perder dos valores: una muy buena evaluación y la entrega de sueldos realmente merecidos.

Por último. Instalar la idea de que todo es un desastre sin tener soluciones efectivas a la mano, produce dos efectos no deseados. Primero, señalar más por sesgo ideológico que por evidencia empírica, que todo es una calamidad será en el mediano plazo un “boomerang”, mejorar la calidad de la educación es abordar un problema complejo que se resolverá por la consistencia y acumulación de las mejoras. Segundo, afectar las expectativas de todos e instalar la sensación de fracaso permanente resulta nefasto para nuestra docencia que requiere ser revalorada y las familias que requieren soluciones efectivas. En el camino de la calidad no hay atajos, esa es la verdad.

Esperamos por el bien de Chile, no estar recordando esto el próximo año, ahora siendo el turno de salir a la pizarra del actual gobierno.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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