Señor Director:
En una columna aparecida en este medio, el Diputado Gonzalo Arenas afirma que en la Facultad que encabezo algunos de sus directivos retiraban utilidades por la vía de consultorías que les habría encargado la Fundación Facultad de Economía y Negocios, entidad privada sin fines de lucro relacionada con la Facultad. Es efectivo que existe un informe de la Contraloría General de la República acerca de dos instancias en que ello ocurrió en el pasado, antes que mi administración asumiera funciones en julio de 2010. Debo dejar constancia frente a la opinión pública que las personas involucradas dejaron de prestar servicios en la Facultad.
La Fundación es un organismo de apoyo a nuestras labores académicas cuyas únicas finalidades son contribuir a la realización de actividades promovidas por la Facultad y a proveerle recursos para que ella pueda llevar a cabo de mejor manera sus labores de docencia e investigación. Nadie retira utilidades de la Fundación y los recursos que genera son totalmente reinvertidos.
La Universidad Chile y toda y cada una de sus Facultades han sido siempre, son y seguirán siendo instituciones sin fines de lucro al servicio de todos los chilenos. Esto no significa que la Universidad no tenga en su interior unidades que generen, a través del esfuerzo de sus integrantes, excedentes para reinvertir en labores docentes y académicas. Estos recursos no se retiran de la institución y su finalidad es contar con el financiamiento que requiere la educación de las generaciones futuras de profesionales, empresarios, personas públicas, intelectuales y ciudadanos de nuestro país. Asimismo, contribuyen a financiar la investigación que toda universidad debe realizar para hacerse acreedora de esa designación. Con los fondos que la Universidad recibe del Estado, si no contáramos con los recursos que nosotros mismos generamos, nos sería imposible financiar la contratación y retención de los académicos que laboran aquí. Es indispensable entender que la educación en Economía y Negocios (así como en muchas otras disciplinas) es cara y que los académicos que la imparten tienen muchas alternativas de trabajo en otras universidades, instituciones financieras y empresas privadas.
Hace mucho tiempo que es política del Estado no entregarle a la Universidad los recursos que necesita para cumplir con su misión. En lugar de financiar directamente las actividades de investigación, el Estado le autorizó a la Universidad para que generara recursos por la vía de la extensión y consultoría. Desearíamos que el Estado se hiciera cargo de su Universidad con niveles de financiamiento acordes a sus reales necesidades. Pero la realidad es otra. De hecho, hoy en día el aporte directo del Estado a la Universidad de Chile bordea el 10 por ciento de su presupuesto anual, siendo nuestra Facultad un contribuyente neto al financiamiento de la Universidad con una parte de los aranceles que cancelan sus alumnos y los peajes que se nos cobra por los recursos generados por nosotros mismos. A través de estas actividades, hemos podido relajar la restricción financiera que pesa sobre nosotros y así contratar a los mejores académicos disponibles, realizar importantes obras de infraestructura en beneficio de nuestros alumnos y extender una serie de beneficios a todos ellos a través de nuestras escuelas de pregrado.
A estas dificultades financieras se agregan otras de índole operacional, incluyendo la supervisión de la Contraloría General de la República como si la Universidad fuese un ministerio más. La capacidad que nuestras Facultades tienen para hacer inversiones de largo plazo e incluso para contratar préstamos para capital de trabajo está severamente limitada, mientras nuestros competidores privados no enfrentan ninguna de estas restricciones. A pesar de esto, la Chile ha continuado siendo líder en investigación, ganando el mayor número de proyectos concursables de cualquier universidad nacional y detentando el reconocimiento público como institución docente de excelencia. Durante 2011, la revista América Economía nos destacó como la mejor Facultad de Economía y Negocios del país.
Con todo, nosotros y otras Facultades de la Chile no sólo destacamos en investigación y docencia sino que también estamos abocados a un esfuerzo de largo plazo por otorgar acceso a nuestras aulas a jóvenes por la vía de diversos mecanismos que priorizan la equidad con la excelencia. A pesar de no recibir en términos netos recursos financieros del Estado, la Facultad de Economía y Negocios entrega unos $650 millones anuales en becas de la más diversa índole. Esto se está logrado gracias al altruismo, compromiso y sacrificio de innumerables académicos, estudiantes, egresados y funcionarios que ven en nuestro proyecto de excelencia con inclusión un modelo de lo que ellos quieren para nuestro país. Y es también el producto de las actividades que realizamos con el propósito de generar recursos.
Manuel Agosin
Decano de la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile
