Se equivocó la presidenta en el tema de las pensiones. Probablemente ello sea fruto de un mal diagnóstico del problema y de la difícil coyuntura económica y política que enfrenta el país.
En lo primero, es de toda evidencia que el “sistema previsional” propuesto por José Piñera e impuesto por una Junta Militar de gobierno, no tuvo el propósito de establecer un buen sistema de pensiones. Su objetivo, quizás ineludible en los años 80’, fue generar recursos para el rescate de las grandes empresa y el mercado de capitales, en virtud de la crisis económica de los 80’ y el aislamiento internacional de Chile. Así, se echó mano a los recursos previsionales para apalancar el desarrollo del país. De allí que se hable, con razón, que han constituido una piedra angular para el crecimiento. Pero esto no tiene nada que ver con una pensión justa que retribuya el esfuerzo de los trabajadores y sectores medios, y les permita una vejez digna. Es clarificador que el actual debate haya sincerado este hecho indesmentible.
35 años después la realidad es totalmente distinta. Chile y su economía gozan de prestigio internacional y las grandes empresas y el sistema financiero chilenos tienen acceso a generoso fondos y empréstitos en el mercado de capitales mundial. No es cierto que si el dinero previsional acumulado se destina, ahora sí, a las pensiones, se afecte hoy gravemente a la economía nacional.
En lo segundo, la actual coyuntura, es claro que el negativo impacto político y económico que han tenido las reformas tributaria, laboral y educacional, sea cual sea la razón de ello, ha generado un clima poco propicio para enfrentar la crisis previsional y la creación de un verdadero sistema de pensiones en Chile; asimismo, la tontera de la retroexcavadora (genio su inventor!) es usada para desprestigiar políticamente cualquier propuesta sensata de reforma, como la de crear un verdadero sistema de pensiones.
[cita tipo=»destaque»]35 años después la realidad es totalmente distinta. Chile y su economía gozan de prestigio internacional y las grandes empresas y el sistema financiero chilenos tienen acceso a generoso fondos y empréstitos en el mercado de capitales mundial. No es cierto que si el dinero previsional acumulado se destina, ahora sí, a las pensiones, se afecte hoy gravemente a la economía nacional[/cita]
Es preciso desenmascarar mitos:
Este “sistema previsional piñerista” no es un sistema de pensiones, es un SEDA, Sistema de Sistemática Expropiación De Ahorros, de los esfuerzos de toda la vida. El Gobierno ha declarado que a fines de año presentará reformas a este sistema, tiempo suficiente para pensar con responsabilidad en diseñar un verdadero sistema de pensiones, que termine con el engaño, genere las pensiones que cada cual realmente se merece y le entregue dignidad a la llamada “edad dorada”, paradojalmente del “júbilo”.