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Enseñanza de idiomas en Chile, perspectivas, desafíos y proyecciones

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Minerva Rosas Y Hernán Pereira
Por : Minerva Rosas Y Hernán Pereira Profesores de inglés. Integrantes de la Sociedad Nacional de Profesores de Lenguas Extranjeras en la Enseñanza Superior (Sonaples).
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Breve reseña histórica de la enseñanza de lenguas extranjeras en Chile

El interés en las lenguas extranjeras en Chile se remonta desde los comienzos de la república. En 1813 en el diario local (El Monitor Araucano) hubo un aviso que pedía una persona que enseñara inglés y francés “si hubiera alguno que quisiera enseñar lengua inglesa y francesa con la dotación de 500 pesos, avisar a cualquier individuo de la Junta de Educación”. Esto coincidió con la inauguración del Instituto Nacional, ese mismo año, donde se incluyeron inglés, francés e italiano en el curriculum para propósitos de comunicación en las esferas literarias y civiles de una incipiente sociedad que necesitaba preparar emisarios, comerciantes y viajeros, principalmente para viajar a Europa. (Farías, 1999; Vera, 1942).

En 1889, se fundó el Instituto Pedagógico y el primer curriculum para inglés fue diseñado por el Dr. Rodolfo Lenz en 1893; sus objetivos incluían lectura y comprensión de autores modernos, conversaciones sobre la vida diaria y escritura “sin errores graves”. Siguiendo la tradición académica, también incluyó conocimiento general de los aspectos más importantes de la Literatura Británica a partir de Shakespeare.

Orestes Vera en el año 1942 da cuenta de una interesante distribución de lenguas extranjeras obligatorias en los colegios de Chile en 1902: inglés en el norte, francés en el centro y alemán en el sur. Su explicación radica en el hecho de que las explotaciones de las minas en el norte estaban en manos de compañías británicas principalmente, que el gobierno y la diplomacia en Santiago requerían del uso del francés y que el sur se estaba poblando con ciudadanos alemanes como parte de una política nacional de inmigración.

A través de los años, la calidad y la cobertura de la instrucción en lenguas extranjeras se incrementó enormemente y las universidades nacionales estuvieron a cargo de formar profesores de inglés, francés, alemán e italiano (Vera, 1942). Sin embargo, algunas reformas al sistema educacional que comenzaron en la década de 1960 frenaron este progreso, ya que para empezar se implantó una nueva prueba de ingreso a las universidades; la Prueba de Aptitud Académica en 1967 que excluyó a las lenguas extranjeras, más tarde la Prueba de Aptitud Académica (PAA) es sustituida por la Prueba de Selección Universitaria (PSU) en 2004, en la que tampoco fueron incorporadas las lenguas extranjeras.

[cita tipo=»destaque»]El aprendizaje de idiomas necesita apoyo permanente, particularmente del Estado y de las universidades que forman profesores de lenguas extranjeras. En este contexto, SONAPLES ha desarrollado un destacado liderazgo a nivel nacional y ha propiciado la difusión del conocimiento científico, desde la academia, para beneficio de investigadores, docentes y estudiantes.[/cita]

Más aún, el decreto aprobado en 1981 por la dictadura de Pinochet no incluyó las Pedagogías como profesión universitaria, otros factores influyentes fueron la privatización de colegios y una política educacional que dejó como optativas a las lenguas extranjeras en el curriculum nacional (Farías 1999). Una nueva reforma educacional en 1998 incluyó una revisión del curriculum de inglés con objetivos fundamentales para los niveles en que era obligatorio, es decir, séptimo y octavo año básico y los cuatro años de enseñanza media (McKay, 2003). Por razones políticamente correctas, el curriculum nacional para idiomas fue denominado Subsector Curricular Idioma Extranjero. También, el año 2004 el Ministerio de Educación creó el Programa Inglés Abre Puertas con la ambición inicial de tener estudiantes bilingües hacia el año 2018.  Transcurridos 13 años desde esa fecha, queda mucho que hacer para que Chile se convierta en un país bilingüe. Queda por preguntarse si con el nuevo rol asignado como lengua internacional o global de las comunicaciones, la motivación para aprender inglés ha cambiado hacia metas más internacionales.

Sin embargo, una lengua extranjera no puede ser considerada sólo como un instrumento, y menos sólo como un mero medio que posibilite el intercambio comercial. Una lengua es un producto cultural, en el mejor sentido.  Es vehículo de expresión y de atesoramiento de las ideas, la creación, las inquietudes, los sueños, las tradiciones, la historia de un pueblo.  Limitar el conocimiento de una lengua a su empleo como lingua franca del comercio internacional, significa desconocer el valor formativo y humanístico del proceso educacional (Vivanco, 2015).

Panorama histórico de Sonaples

Son varias las organizaciones que agrupan en Chile a los especialistas en enseñanza de lenguas, sean estas materna o extranjera. En 1978 se realiza el Primer Encuentro Nacional de Profesores Universitarios de Lenguas Extranjeras por iniciativa del Departamento de Lenguas Modernas de la Universidad de Chile. En el primer Encuentro participaron 7 universidades: Universidad de Chile (Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Santiago, Talca, Chillán y Temuco), Universidad Técnica de Santiago, Universidad Católica de Chile (Santiago y Temuco), Universidad Católica de Valparaíso, Universidad Austral de Chile, Universidad de Concepción y Universidad del Norte. Este primer encuentro convocó a 98 profesores: 17 de alemán, 30 de francés, 48 de inglés y 3 de italiano.

Uno de los resultados más significativos de este encuentro fue la creación de la Sociedad Nacional de Profesores Universitarios de Lenguas Extranjeras que, posteriormente, debió cambiar su nombre por Sociedad Nacional de Profesores de Lenguas Extranjeras en la Enseñanza Superior, Sonaples, al autorizarse a entidades no universitarias a formar profesores.

Desde el Segundo Encuentro, se estableció una práctica que se mantiene hasta el presente, la cual es homenajear a un miembro de Sonaples que se haya distinguido por su contribución a la enseñanza de una lengua extranjera. Hasta la fecha se han homenajeado 21 profesores universitarios de lenguas extranjeras (alemán, francés e inglés). A su vez, se han realizado 19 encuentros bianuales en diversas regiones de Chile, los cuales, han permitido a distintas casas de estudio ser anfitrionas. De estos, diez se han llevado a cabo en universidades del centro de Chile, cinco en el sur y cuatro en el norte.

 Encuentro Sonaples 2017 en la Universidad Austral de Valdivia

Este año, entre los días 24, 25 y 26 de octubre, se realizará el XX Encuentro SONAPLES en la Universidad Austral de Chile en Valdivia, Facultad de Filosofía y Humanidades, Instituto de Lingüística y Literatura. La actividad académica lleva como título “Tendencias actuales en los estudios sobre la enseñanza aprendizaje de lenguas extranjeras/segundas”. En su mayoría, asistirán profesores y estudiantes de segundas lenguas y lenguas extranjeras de universidades chilenas y extranjeras. El Encuentro tiene como objetivo compartir oportunidades de construcción colectiva de conocimiento. Para ello, se plantean objetivos específicos como: Generar instancias de socialización de la labor científica actual en el campo de la enseñanza aprendizaje de segundas lenguas (L2) y lenguas extranjeras (LE) en los niveles nacional y extranjero. Propiciar espacios de desarrollo de proyectos de investigación en el área de enseñanza-aprendizaje de L2 y LE. Promover la creación de redes de docentes relacionados con la enseñanza-aprendizaje de L2 y LE en establecimientos de educación. Servir como oportunidades de desarrollo docente y académico en un contexto sociocultural diverso que promueva la integración. Definir un perfil de los estudios acerca de la enseñanza aprendizaje de L2 y LE en los niveles nacional e internacional.

El aprendizaje de idiomas necesita apoyo permanente, particularmente del Estado y de las universidades que forman profesores de lenguas extranjeras. En este contexto, SONAPLES ha desarrollado un destacado liderazgo a nivel nacional y ha propiciado la difusión del conocimiento científico, desde la academia, para beneficio de investigadores, docentes y estudiantes.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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