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Errores imperdonables

Por: Álvaro Muñoz Ferrer


Señor Director:

Existen errores leves, como invitar a las personas a tomar cafecito en medio de una pandemia; existen errores graves, como hablar de “nueva normalidad” sin haber alcanzado el peak de contagios; y existen errores imperdonables. Recientemente, el Ministro de Salud ha reconocido que ignoraba el nivel de pobreza y hacinamiento de algunos puntos de Santiago. Esto es un error imperdonable. No sólo porque revela un nivel de insensibilidad social incompatible con un cargo ministerial, sino que porque devela un desconocimiento de asuntos vitales para la construcción de una estrategia de contención efectiva.
Si la autoridad sanitaria no sabe que en Santiago existe pobreza extrema y hacinamiento, entonces toda acción de control de la pandemia se derrumbará, como también reconoció el desfiltrado y verborrágico ministro, como un castillo de naipes. Sobre esto, urge aclarar que, en la metáfora del Dr. Mañalich, los naipes son vidas humanas, por lo que se torna absolutamente insostenible permitir más errores imperdonables.

Álvaro Muñoz Ferrer
Magíster en Filosofía Política, Universidad de Santiago

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