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Atentado en Contulmo

Por: Adolfo Paúl Latorre


Señor Director:

En relación con el gravísimo atentado cometido por una veintena de terroristas que dispararon a matar contra miembros de la familia Grollmus y que incendiaron el museo y el histórico molino en Contulmo, el subsecretario del Interior demostró insatisfacción con el rol de la Armada en su despliegue operativo en la región y declaró: “Nos parece indispensable que el estado de excepción cumpla el objetivo que tiene, que es prevenir, pero también responder de manera oportuna cuando hay riesgo de la vida de las personas”.

A lo imposible nadie está obligado. ¿Cómo podrían haber actuado eficazmente las exiguas fuerzas destinadas a controlar un extenso territorio y cuyas bases estaban ubicadas muy distantes de Contulmo? Y, en el caso de que los marinos hubiesen llegado cuando los terroristas estaban cometiendo o se disponían a cometer dichos actos: ¿qué podrían haber hecho dadas las absurdamente restrictivas reglas de uso de la fuerza (RUF) a las que están sometidos, que prácticamente les impide utilizar sus armas de fuego?, ¿usar altoparlantes, carros lanza agua, bombas lacrimógenas, lanzar piedras, o combatir cuerpo a cuerpo con los atacantes?

Las referidas RUF dejan a dichas fuerzas carentes de capacidades disuasivas y represivas, de modo que los terroristas pueden actuar impunemente.

La disuasión se logra mediante la amenaza de un daño que el agresor no está dispuesto a aceptar, para lo cual es preciso que el disuasor cuente con la capacidad material para cumplir la amenaza y con la voluntad para llevarla a cabo.
Atentamente le saluda,
Adolfo Paúl Latorre,
Abogado, magister en Ciencia Política

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