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Sala Cuna Universal, ¿y si hablamos de los niños y niñas?

Por: Eileen Awner Cohen


Señor Director:

Los procesos de tramitación de leyes son complejos. Un día aparece la noticia “se aprobó el Proyecto de Sala Cuna Universal” haciendo referencia a la aprobación por parte de la comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado. Pero, unos pocos días después se ve el titular “comisión de Educación y Cultura rechaza Proyecto de Sala Cuna Universal” Y nos quedamos con esa idea y se olvida de este proyecto. Pero no… el rechazo fue el día 6 de noviembre y 19 de este mismo el Ejecutivo insistió en la urgencia de esta ley, lo que significa que el proyecto no está del todo rechazado. Es por esto que no debemos olvidar la Sala Cuna Universal, ni dejar de hablar sobre ésta.
El proyecto surge a partir de la premisa de que en Chile se debe consolidar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en cuanto a las oportunidades laborales, lo que debiera haber sido siempre así. Con la formación de la Sala Cuna Universal se espera finalizar con la discriminación en contra de las mujeres y entregar un espacio seguro para cuidar a sus hijos/as. Hasta este momento suena bien y justo, pero este proyecto tiene una serie de falencias que no suelen aparecer en los medios. Si se busca en internet “Proyecto Sala Cuna Universal” saldrán los supuestos beneficios, el por qué es injusto económicamente y por qué fue rechazado, pero nunca se menciona sobre el efecto que tiene en los niños/as.

Al leer el proyecto se vislumbra un factor preocupante. La única referencia que hay sobre los niños/as es la cantidad de ellos que podrán acceder a la sala cuna, sin hacer ninguna mención sobre los efectos en su desarrollo cognitivo y afectivo. Aquello es interesante y alarmante porque si se quiere vender este proyecto como “la mejor solución” se deberían decir cuáles son los beneficios, no sólo económicos para las madres, sino también las ventajas para los niños/as. Además, ¿no son ellos quienes estarán en los establecimientos educacionales?

Gran parte de la propuesta del proyecto está enfocada en el desarrollo económico de las mujeres, pero dejemos de lado lo económico y enfoquémonos en los niños/as, porque este proyecto trata de ellos. Una de las falencias más grandes de la Sala Cuna Universal es el gran efecto negativo que tendría en el desarrollo integral de los niños/as.

Uno de los principales errores es el efecto que puede tener en el apego. Éste es un proceso en el cual se forma un vínculo afectivo entre el niño/a y su cuidador principal, siendo generalmente la madre. Siguiendo esta teoría, el primer año de vida es crítico para que un niño/a desarrolle la capacidad para enfrentarse al mundo y desarrolle seguridad y confianza en sí mismo/a. Cabe destacar que esta relación se convierte en la pauta de cómo serán sus relaciones interpersonales, por lo que un apego seguro, es decir, el desarrollo de un vínculo exitoso, permite que no sólo el niño/a desarrolle adecuadamente sus relaciones interpersonales, sino que también desarrolle de la mejor manera posible su lenguaje y comportamiento. Todo lo anterior tiene relación con el proyecto, ya que al asistir a una sala cuna, el niño/a estará gran parte del día con una educadora y/o técnico. Más aún, el Decreto 181 establece que por una educadora puede haber hasta 40 lactantes, siendo lo recomendado cinco niños/as por uno educadora. Es preocupante, ya que dadas las condiciones de cuidado que pueden ser entregadas en la sala cuna, lo más probable es que los niños/as no tengan la posibilidad de desarrollar un vínculo seguro como es el que se espera que desarrollen en una relación de 1 es a 1 con su madre o cuidador principal. También se ha demostrado que el ingreso de niños/as menores de dos años a sala cuna tiene efectos negativos en el desarrollo psicomotor, aumentar su ansiedad, aumento de la hiperactividad, problemas conductuales y desajuste emocional. Sumado a lo anterior, es necesario señalar que la asistencia a sala cuna previo a los 2 años tiene relación con un aumento en la depresión materna y un gran número de mujeres chilenas no quiere enviar a sus hijos/as a salas cuna debido a la falta de confianza en las instituciones.

Por último quiero resaltar que la OCDE y UNICEF, ante toda la evidencia, proponen un aumento del post natal a 12 meses. Evidencia empírica también demuestra que el aumento de los permisos post natales en algunos países se relacionan con el aumento de las tasas de participación laboral femenina. Es por esto que propongo que se investigue cuál sería el real efecto económico si se aumentara el post natal a 52 semanas en donde en vez que el Estado invierta en salas cuna, invierta en las madres y en los niños/as.

Eileen Awner Cohen
Estudiante psicología UC

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