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La necesidad de establecer prioridades Opinión Doctor Strange, Advengers

La necesidad de establecer prioridades

Pablo González
Por : Pablo González , Director Centro de Sistemas Públicos (CSP), Ingeniería Industrial, Universidad de Chile
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Hemos vivido 16 años de gobiernos que han fracasado políticamente, pues el electorado los ha reemplazado con su oposición. Hoy ha llegado al poder una oposición más radical y una nueva generación, la que creció viendo “The Avengers”. Es por esto que quiero usar dos imágenes de esta saga que ilustran el desafío que enfrenta el presidente electo y su coalición para no fracasar. 

Primera imagen. Doctor Strange levanta el dedo para recordar a Iron Man que las probabilidades de vencer a Thanos eran 1 en 14 millones 605. Si una coalición política quiere realizar cambios profundos, debe elegirlos muy bien, pues la probabilidad de fracaso es bastante alta (quizás no tanto como la anterior, sobre todo si se considera el recientemente nombrado gabinete). 

El camino al infierno está tapizado de buenas intenciones, dice el refrán popular. Los gobiernos que quieren hacer cambios no solo deben luchar contra el humano sesgo hacia el statu quo, sino también contra el poder, en su lado más oscuro, que no está dispuesto a ceder y usa todos los medios para que los cambios no se produzcan o fracasen. Thanos se frota las manos de contento cuando las prioridades se eligen mal. Pero, ¿qué significa elegir bien? Elegir aquello que es más valioso para las personas y que es económica, política y operacionalmente factible. No se saca nada con perseguir algo que no es financieramente viable, que no contará con los votos necesarios o cuya complejidad de ejecución excede las capacidades institucionales. 

Se percibe que Boric está menos aferrado a sus propios sesgos programáticos que Bachelet. ¿Cómo descubrir el camino correcto? Aquí la segunda imagen. Tony Stark sugiere que habría sido mejor llamarse los “Prevengers” en lugar de los “Avengers. En el mundo hay que llegar antes. Antes que el dolor y la muerte se produzcan.

Vivimos un momento crucial para nuestro futuro como sociedad, el momento de las definiciones programáticas. Hagámosle caso a Stark, después de todo él nos salvará de Thanos. No hay nada más rentable para Chile que terminar con el SENAME, no mediante cambios cosméticos de nombre, sino con políticas hacia las familias que fomenten el apego y hagan que la vulneración de derechos sea solo un mal recuerdo. Lo han hecho casi todos los países desarrollados. Incluso algunos han logrado, como Holanda, vaciar las cárceles no con una interminable puerta giratoria sino evitando que los seres humanos elijan la violencia como curso de acción. 

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Ojalá nuestro presidente sepa elegir bien las prioridades. Ojalá sea coherente con el relato de la campaña, que concitó el masivo apoyo ciudadano de la segunda vuelta -pese al sesgo al status quo-, exacerbado por las invocaciones a Venezuela y Argentina de sus adversarios. Ojalá en nuestro país futuro nadie mire el pasado con nostalgia, sino con el orgullo de saber que fuimos capaces de construir un mejor país. Esa no es tarea de un gobierno, ni siquiera de una coalición. Pero parte con una primera decisión: establecer las prioridades correctas. 

¡Que la Fuerza nos acompañe!

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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