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La colaboración virtuosa para liderar la industria del litio Opinión

La colaboración virtuosa para liderar la industria del litio

Ignacio Silva Neira
Por : Ignacio Silva Neira Director Ejecutivo OPES.
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Es de esperar que todos los actores se sienten a conversar, escuchen a sus contrapartes, planteen sus inquietudes y lleguen a acuerdos para que, a través de un genuino proceso de diálogo, podamos avanzar con esta Estrategia Nacional del Litio. Hoy, más que nunca, la oportunidad está en aprender del pasado para, finalmente, usar los recursos naturales para el bien de quienes habitan este territorio.


Abril del 2023 puede ser un mes clave para el futuro de nuestro país. La Estrategia Nacional del Litio que anunció esta semana el Gobierno apuntó a aumentar las riquezas del país de una manera no tan explorada anteriormente: planificar la creación de valor y potenciar la innovación científica y tecnológica en base al mineral no metálico. Esta oportunidad no está exenta de complejos desafíos donde la sociedad civil y las comunidades que habitan el entorno deben estar presentes y al mismo tiempo deben ser escuchadas. Esto último es necesario y posible, pero ciertamente no es fácil.

Para aprovechar esta oportunidad histórica sin terminar en la ya conocida conocida maldición de los recursos naturales, ni los privados ni el Estado (ni los Estados del triángulo del litio, Bolivia y Argentina), pueden actuar en soledad. Es fundamental que todas y todos, mediante procesos de diálogo, piensen en un futuro posible.

Tal como vimos con la ley que reduce la jornada laboral desde 45 a 40 horas, el diálogo social (y reconociendo la gran persistencia de quienes desarrollaron la iniciativa) logró generar un amplio acuerdo con diversos sectores que permitió sacar adelante esta importante iniciativa.

Por esa razón, es que hoy podemos ser optimistas ante las oportunidades que se vislumbran en lo propuesto por el Presidente Boric. En su anuncio, el eje central de la estrategia será la colaboración público-privada donde ambos jugarán roles fundamentales, entendida su relación colaborativa y necesaria. Donde, en un ámbito, el Estado liderará el desarrollo de la industria y la planificación estratégica del desarrollo del país y, en otro complementario, los privados pondrán su capacidad tecnológica y experiencia en el proceso productivo.

Quizá alguien, muy legítimamente, se preguntará: ¿por qué el Estado tendrá un rol protagónico? Pues bien, es importante recordar que, por ley, desde 1979 que el litio está reservado para el Estado, es decir, es exclusivamente de su propiedad, por lo que, a decir verdad, el actual Gobierno en esta materia no se está planteando ningún cambio en las reglas del juego ni tampoco una supuesta nacionalización, como han planteado algunos. En realidad, en este ámbito, solo se está consolidando lo que se ha venido haciendo desde hace más de cuatro décadas.

En lo que sí se está innovando es en que la industria se ampliará respecto de lo que existe actualmente. Hoy solo hay dos empresas que explotan el litio en Chile, a través de contratos de arrendamiento con la Corfo. Y lo hacen únicamente en el salar de Atacama. En cambio, la nueva estrategia establece que se avanzará en la exploración y explotación de más salares que permitirán aumentar la producción del mineral en nuevos yacimientos, abriendo la oportunidad para que más actores puedan ingresar a la industria, generando así más competitividad.

Más aún, esta apertura para el ingreso de más actores a la industria local provocó una reacción positiva en los productores globales de litio, quienes hasta ahora a excepción de Albemarle no podían participar y estaban expectantes a lo que se iba anunciar.

Esto es solo un ejemplo de cómo los privados podrán participar de la estrategia que se está impulsando, en buena hora, desde el Gobierno. Por eso, es fundamental que, en vez de atrincherarse en posturas preconcebidas, como lo han hecho algunos, se sumen a este proceso que podrá traer beneficios concretos para Chile.

Es de esperar que todos los actores se sienten a conversar, escuchen a sus contrapartes, planteen sus inquietudes y lleguen a acuerdos para que, a través de un genuino proceso de diálogo, podamos avanzar con esta Estrategia Nacional del Litio. Hoy, más que nunca, la oportunidad está en aprender del pasado para, finalmente, usar los recursos naturales para el bien de quienes habitan este territorio.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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