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Lo que se juegan los actores políticos en la votación de hoy en el Senado

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La ministra puede morir cívicamente. O resucitar. Bachelet tendría más leña para el discurso del femicidio político si la destituyen, pero Pérez Yoma quedaría como el "que dijo que no había que llegar hasta aquí". La derecha podría ganar fuerza, sentido de cohesión y poder, pero podría salir trasquilada si las encuestas arrojan una percepción aún más odiosa del sector en la opinión pública.


1.- Muerte cívica o resurrección. Como dijo ayer en el Senado el abogado de la suspendida ministra Provoste, Luis Bates, de aprobarse la acusación se condena a "muerte cívica" a la secretaria de Estado que ni siquiera podría ejercer en un liceo como profesora de Educación Física, título con el que se graduó de la universidad, puesto que quedaría impedida de ejercer cargos públicos por cinco años.



En la misma línea, Bates reforzó la tesis de la victimización de Provoste, quien desplegó una intensa agenda de actividades públicas a partir de marzo, insistiendo en la idea de que era discriminada por ser mujer e indígena.



En el período previo a la acusación en la Cámara Baja, visitó regiones, colegios, salas cuna y reforzó su diseño comunicacional con alusiones a su religiosidad. Provoste participó en una marcha de cuasimodistas en Vallenar y después de la aprobación de la acusación, se recluyó en el inmueble de la Congregación de la Orden de la Madre de Dios, asistió a misa en la parroquia del santuario del padre Alberto Hurtado y se presentó como una mujer apegada a la religiosidad, a tal punto que el obispo Alejandro Goic criticó el lunes pasado el uso mediático que Provoste le estaba dando a su vínculo con la fe católica.



«Es una persona que con perseverancia ha hecho la carrera política que todos conocemos, demostrando la fuerza de la juventud y el temple de la mujer», sostuvo Bates.



De salir airosa de la votación del Senado, cosa muy difícil según los cálculos de La Moneda, Provoste podría capitalizar su imagen y convertir su regreso al gabinete en un acto de resurrección, para catapultarse como candidata al Senado por la Tercera Región. A ello se sumaría la salida a terreno del gobierno para marcar a la oposición y enrostrarle su falta de "altura de miras" política a la vez que desecha la idea de irregularidades y refuerza la tesis de los desórdenes administrativos en Educación.



2.- Efecto teflón. Llamado así debido a que a las sartenes de teflón nada se les pega, la derrota de Provoste podría convertirla en víctima de "femicidio" político y podría darle nuevos argumentos a la presidenta Bachelet para impulsar con más fuerza el discurso de género y de "empoderamiento" femenino.



Según las encuestas de Adimark, IPSO y la efectuada por la Universidad Católica con "Tolerancia Cero" de Chilevisión, la acusación constitucional a Provoste reactivó la solidaridad de género. Ese fenómeno también alcanza a la presidenta Bachelet, quien no ha visto su imagen afectada por los escándalos que vinculan a personeros de gobierno en eventuales irregularidades.



Sin embargo, hasta cuándo puede durar el "efecto teflón" es impredecible. La aprobación de la destitución de Provoste, también podría ser endosada por la oposición a la presidenta Bachelet, responsable de que la ministra no haya renunciado en el cambio de gabinete posterior a la salida de Belisario Velasco de Interior, así como de la mantención de "Shakira" Provoste (como le dijo Bachelet cuando la recibió en Palacio el pasado lunes 7) en su cargo.



Además, en la misma línea Soledad Alvear podría ver cuestionado su liderazgo una vez más en sectores más cercanos a Adolfo Zaldívar, quien llevará hoy invitados al Senado para que presencien lo que a todas luces pareciera que ocurrirá: el adiós a la titular de Educación.



3.- Victoria de la tesis de Pérez Yoma. El ministro de Interior ha dado múltiples señales de respaldo a su colega de Educación en las últimas semanas pero no ha dejado oportunidades para recordar que fue él quien afirmó en una reunión del comité político a principios de la crisis de Educación por el caso subvenciones que estuvo a favor de sacar a Provoste del gabinete para impedir que el tema escalara hasta la presidenta Bachelet.



Así lo recordó en una entrevista en TVN el pasado domingo 1, dos días antes de recibir a la ministra en La Moneda el martes 3. En la ocasión Pérez Yoma le obsequió chocolates a Provoste para que "endulzara la vida" a menos de 24 horas de la aprobación de la acusación constitucional en la Cámara de Diputados.



Si el Senado confirma el libelo acusatorio, el político DC de la vieja escuela podría recordarle a la mandataria su advertencia. Con ello, Pérez Yoma se legitimaría como voz cantante en futuros conflictos que tensionen a La Moneda.



4.- Los riesgos para la Alianza. La ratificación por parte del Senado de la destitución de Provoste trae implícito un triunfo político para la Alianza, coalición promotora de la acusación constitucional, que podría dar la señal de ser un bloque capaz de vencer, por primera vez de forma inapelable, a la Concertación.



Sin embargo, si la oposición no logra capitalizar el "momentum" político y transformarlo en un proyecto mayor que la tesis del desalojo levantada por Andrés Allamand, y no amplía su vinculación con sectores populares, puede encontrarse con una victoria "a lo Pirro".



El riesgo para su proyecto es que la ciudadanía lea la interpelación como un medio desesperado por obtener el poder de cualquier forma. Algo que el oficialismo debiera salir a remarcar, poniendo hincapié en la idea fuerza de una oposición agresiva, con problemas de cohesión interna y sin propuestas país.



El tema de la prohibición de la entrega de la píldora del día después en sectores populares, debido al fallo en contra del Tribunal Constitucional surgido de la petición de 36 parlamentarios de la UDI y RN, debiera ser otro flanco que servirá a La Moneda para tildar de conservadores a los aliancistas, dividiendo aguas entre "buenos y malos".



Con todo, la polarización conforme se acercan las elecciones municipales puede afectar a ambas coaliciones, debido a que la ciudadanía se ha mostrado en contra de la falta de acuerdos, según las encuestas.



5.- Desconfianza en las instituciones. Quien sea que gane esta pasada, la desconfianza en las instituciones y en la clase política seguirá en el tapete. Según las encuestas del último período, la confianza de la gente en las instituciones disminuyó.



La percepción de mayor corrupción, pese a no afectar directamente a la presidenta Michelle Bachelet, es un misil a la línea de flotación de las instituciones democráticas. La materia fue tocada por el vicepresidente Edmundo Pérez Yoma en su presentación ante Icare del pasado martes 8.



En la ocasión, Pérez Yoma pidió "un acuerdo nacional para un mejor Estado", instando a la oposición a "no sacar ventajas políticas" ante los casos de irregularidades en la administración pública, como el caso que tiene a Provoste en las cuerdas o el del Registro Civil, donde su director Guillermo Arenas debió renunciar, su asesor Óscar Contardo fue formalizado por cohecho, y asesores del presidente del PS Camilo Escalona, debieron renunciar luego que se denunciara que recibían abultados sueldos por trabajos no realizados.



6.- Qué gana Piñera. La destitución de Provoste puede ser un arma de doble filo para el eventual candidato presidencial de Renovación Nacional. Sebastián Piñera ha insistido en mantener una postura intermedia entre la tesis del desalojo y la imagen de un hombre con visión de país, dispuesto a llegar a acuerdos con el oficialismo.



Dependiendo de cómo juegue sus fichas podría convertirse en el pato de la boda aliancista, si desde su partido y la UDI le cobran su disposición a colaborar con el gobierno. Ganas a algunos no le faltan. Si el empresario, en cambio, consigue aunar criterios en ambos partidos con miras a las municipales y apacigua los ánimos de Hernán y Carlos Larraín podría convertir el peligro en oportunidad. Algo que para Joaquín Lavín, tras su apoyo a Provoste, se hace más difícil.



7.- De la centro izquierda a la centroderecha. La DC vuelve a su origen. Es un decir, ya que no es probable que una Democracia Cristiana jugada por la candidatura presidencial de Soledad Alvear, vaya a estar dispuesta a "quebrar" la coalición de gobierno.



Sin embargo, la salida del partido de los "colorines" o el ala moderada de la DC, amén del sinceramiento de un Adolfo Zaldívar que hace años se hallaba incómodo en la Concertación, en la práctica ejemplifica el retorno al centro de un segmento que hace rato simpatiza más con la derecha que con el Partido Socialista.



El giro de parte de uno de los tres tercios -expresados en la política en Chile- hacia la derecha podría permitirle a la Alianza sumar un porcentaje de votación necesario para sus aspiraciones de ser gobierno en 2010.



"Ese bloque de centro está actuando junto con la derecha. La oportunidad de la derecha es capitalizar esa señal porque podríamos pasar del peso de un bloque de centro izquierda a uno de centro derecha", asegura el cientista político cercano a Sebastián Piñera, José Miguel Izquierdo. "Con eso aumenta la posibilidad de que la Alianza sea mejor evaluada", agrega.



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