Casi al mismo tiempo que la Presidenta Bachelet planteaba en el Congreso Nacional la necesidad de que el Senado se inclinara a favor del Estatuto de Roma, se aprobaba en Nueva York la integración del país al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Algunos ya observan atentamente qué posición tendrá ahora la diplomacia nacional frente a países como Cuba, y cómo se resolverán las demandas contra el Estado interpuestas en la CIDH por comunidades mapuches y otras organizaciones sociales.
Fue casi en forma simultánea. La Presidenta Michelle Bachelet instaba al Senado, en la sesión plenaria del 21 de mayo, la necesidad que se aprobara el Estatuto de Roma que crea la Corte Penal Internacional (TPI), proyecto que descansa hace años en el Poder Legislativo y que es resistido por la derecha. En Nueva York, casi a la misma hora, se aprobaba la incorporación de Chile, junto a Brasil y Argentina, a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
La noticia no tardó en ser celebrada por el propio ministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley, quien la calificó como un reconocimiento a la labor realizada por la Presidenta Michelle Bachelet en materia de DD.HH.y como una oportunidad que permitirá al país "tener una voz muy fuerte que se va a tener que escuchar por el mundo internacional cada vez que alguien abuse de los derechos de otra persona en cualquier parte del mundo».
«Es un reconocimiento a una trayectoria a lo que representa la Presidenta Michelle Bachelet en Chile por su historia personal y por le defensa que tanta gente ha hecho acá de los derechos de todo el mundo de vivir en paz y sin que se conculquen sus derechos fundamentales», sostuvo
Posición frente a otros países
Al respecto, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Karla Rubilar (RN) coincidió con Foxley respecto a que se trata de una oportunidad, aunque según su visión "para que nuestro país clarifique cuál es será su postura ante otros países que violan los derechos humanos" en alusión a casos como el de Cuba, continuamente cuestionado por la situación de la disidencia en la isla.
Para la legisladora «es una tremenda alegría el hecho de que Chile haya ganado el cupo para integrar esta comisión de la ONU, pero a su vez es una gran responsabilidad, porque los estados miembros de tienen que comprometerse a cumplir la promoción y protección de los derechos humanos mucho más comprometida y estricta que los países no miembros».
También dijo que comparte el planeamiento de Amnistía Internacional, en el sentido de que «esta es una gran oportunidad para Chile, en el año en que se cumplen los 60 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos, para concretar una agenda pro derechos humanos con miras al bicentenario».
Naranjo: es un reconocimiento a la labor de la justicia por crímenes de Pinochet
Por su parte, el senador socialista Jaime Naranjo expresó que «la elección de Chile como integrante del Consejo de Derechos Humanos de la ONU es un reconocimiento de la comunidad internacional a lo que ha hecho nuestro país en materia de verdad y justicia en relación a lo ocurrido durante el régimen de Pinochet".
El legislador dijo que se trata de un compromiso "de verdad y la justicia al cual nunca hemos renunciado ni renunciaremos y, que hoy a 18 años de recuperada nuestra democracia sigue estando presente para aquellos casos que todavía no han sido resueltos. Es también, un reconocimiento a que hayamos sido capaces de encarcelar a los principales jefes y agentes de la DINA y la CNI», dijo.
Al mismo tiempo indicó que "esta elección es también un compromiso con la comunidad internacional que a través de este nombramiento solicita a Chile que lidere las denuncias y la protección de los Derechos Humanos, a nivel mundial, lo cual implica un gran desafió».
Los temas pendientes
No fueron pocos quienes plantearon hace algunos meses que Chile no tenía los méritos para integrar el Consejo. Uno de ellos fue el ex juez Juan Guzmán Tapia, quien argumentó señalando la represión policial contra las comunidades mapuches en el sur del país, y que las han llevado a presentar requerimientos contra el Estado de Chile ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que depende de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) también había planteado sus reparos, principalmente por el hecho que Chile "no ha ratificado los tratados internacionales; no ha anulado el decreto ley de Amnistía; no ha aprobado la interpretación del artículo 93 del Código de Procedimiento Penal, que resuelve la aplicación de la prescripción; no respeta las libertades públicas».
Otros analistas han señalado que entre los temas pendientes del país figuran la ratificación de instrumentos internacionales, como la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, la Convención que declara imprescriptible los crímenes de lesa humanidad, de guerra y genocidio; la adhesión al Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura; el Protocolo Facultativo o Adicional a la Convención Americana Sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Protocolo de San Salvador) y; el Protocolo Facultativo o Adicional a la Convención Sobre Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
Membresía por tres años
Chile, junto a Argentina y Brasil integrarán el Consejo por un período de tres años que comenzará el próximo 20 de junio.
Los 192 países de la ONU realizaron el miércoles las votaciones para la renovación de 15 de los 47 asientos con que cuenta el órgano que supervisa la situación de los derechos humanos en el mundo.
Las tres naciones sudamericanas consiguieron los puestos que quedaban libres en el grupo latinoamericano, mientras que España que optaba por uno de los dos a renovar en el grupo de Europa occidental, quedó fuera pues resultaron elegidos Francia y el Reino Unido.
El CDH fue creado hace dos años por la Asamblea General de la ONU en sustitución de la Comisión de Derechos Humanos, que fue suprimida tras 60 años de trabajos debido a la crisis de legitimidad en la que había caído por decisiones que eran vistas como parciales, politizadas y desequilibradas.
Los 15 nuevos miembros del CDH fueron elegidos en primera votación y por mayoría absoluta, formada por 97 de los 192 Estados que forman la Asamblea General.
En el grupo latinoamericano, Chile obtuvo el apoyo de 176 países, Brasil de 175 y Argentina de 172, mientras que las otras dos naciones de la región que aspiraban a sentarse en el CDH, Venezuela y Ecuador, lograron tres y un votos, respectivamente.
En cuanto al grupo de Europa occidental, Francia, el Reino Unido y España eran los candidatos para ocupar los dos puestos que quedarán vacantes.
En la votación, Francia obtuvo el apoyo de 133 países, el Reino Unido de 120 y España de 119.
Los nuevos miembros del CDH, que se sentarán en ese órgano desde el próximo 20 de junio hasta la misma fecha de 2011, son Argentina, Bahrein, Brasil, Burkina Faso, Chile, Corea del Sur, Eslovaquia, Francia, Gabón, Ghana, Japón, Pakistán, Reino Unido, Ucrania y Zambia.
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