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Phelps lideró al «Dream team» del agua

El estadounidense Michael Phelps lideró al «Dream team» de la natación mundial, no el del baloncesto, sino otro que compite en el agua y que con sus ocho medallas de oro contribuyó a sumar 31 en total en el «Cubo de agua» de Beijing 2008.


Esta instalación modélica vivió durante nueve jornadas el triunfo de un joven estadounidense que hace años se propuso ganar más medallas que uno de los mitos del deporte universal, su compatriota Mark Spitz, que en los Juegos Olímpicos de 1972 se hizo con ocho medallas de oro.



Han tenido que pasar 16 años para que otro norteamericano terminara con esa marca y, además, sumará un total de 14 preseas entre Atenas 2004 y Beijing 2008.



Las medallas de Phelps en la capital china son 100 y 200 mariposa, 200 y 400 estilos, 200 libre, y los relevos 4×100 y 4×200 libre y 4×100 estilos. En Atenas fueron las mismas, pero en 200 libre y 4×100 libre solo fue bronce.



Spitz en 1972 ganó los 100 y 200 libre; los 100 y 200 mariposa; los tres relevos y batió siete récords mundiales. En México’68 había ganado los dos títulos de libre en sus relevos, la plata en 100 mariposa y el bronce en 100 libre.



Los estadounidenses sacaron once medallas de ventaja a los australianos, que lideraron la clasificación femenina en la que se impusieron con seis oros por dos de las americanas.



El equipo de los Estados Unidos ganó en categoría masculina 17 preseas: diez de oro, dos de plata y cinco de bronce, y en femenina dos, siete y cinco, respectivamente.



Australia consiguió seis de oro, dos de plata y cuatro de bronce con sus chicas, pero cero de primera categoría con los nadadores, cuatro de plata y cuatro de bronce.



Sin embargo, en la lucha entre las dos estrellas de la natación internacional, ante el fracaso de la francesa Laure Manaudou, no se puede hablar de que el triunfo fue para la americana Natalie Coughlin frente a la australiana Lisbeth Trickett.



Coughlin ganó el oro en los 100 espalda la plata en los 4×100 libre y 4×100 estilos y el bronce en el 4×200, 200 estilos y 100 libre. Trickett se hizo con tres medallas de oro: 100 mariposa, 4×100 estilos, 4×200 libre y el bronce en el 4×100 libre. La australiana fue cuarta en los 50 libre del último día.



La norteamericana tiene más medallas, pero la australiana suma más de oro si bien es verdad que lo hace en los relevos.



Otra decepción llegó con la estadounidense Katie Hoff que no logró subir a lo más alto del podio y venía con la condición de ser el equivalente a Phelps en categoría femenina.



Los Estados Unidos y Australia dejaron de nuevo claro que la natación mundial es un asunto suyo porque de la 98 preseas en juego se hicieron con 51.



En el medallero de la natación, Japón fue tercero con un total de cinco medallas: dos de oro y tres de bronce. Los japoneses sobresalieron más que sus compañeras con dos títulos olímpicos, ambos del bracista Kosuke Kitajima, y dos bronces, y un bronce de sus nadadoras.



Kitajima ha sumado cuatro medallas de oro entre Atenas y Beijing en los 100 y 200 braza y ha superado a su eterno rival por la supremacía de este estilo, el estadounidense Brendan Hansen.



Otro norteamericano, Aaron Peirsol, renovó su condición de mejor espaldista del mundo, estilo que ya dominó en la capital griega hace cuatro años.



Al Reino Unido le salvó su fondista Rebecca Adlington, con dos títulos olímpicos y un bronce, y a Alemania su velocista Britta Steffen con dos medallas de oro en los 50 y 100 libre.



Y el velocista Alain Bernard hizo lo propio con Francia, ante la decepción de Manaudou, al imponerse en una de las pruebas reina de la natación los 100 metros libre, última final olímpica que nadó el holandés Pieter van den Hoogenband, que anunció su retirada.



César Cielo le dio a Brasil su primera medalla olímpica en la natación con su emotivo triunfo en los 50 metros libre.



Durante cinco días de competición se batieron 25 récords del mundo: siete de ellos por Phelps que en ocho finales sólo dejó de rebajar la mejor marca mundial en una, precisamente, en la que no la tenía y en la que más le costó el oro: los 100 metros mariposa. Su compatriota Ian Crocker mantiene la plusmarca.





EFE

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