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Las cero diferencias entre el discurso de Velasco y el de la derecha sobre la reforma educacional Ex ministro ha sostenido críticas similares a las de la Alianza

Las cero diferencias entre el discurso de Velasco y el de la derecha sobre la reforma educacional

Bastián Fernández
Por : Bastián Fernández Periodista de El Mostrador
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Desde que salió la encuesta CEP, Andrés Velasco ha estado en la mira del oficialismo. Su papel como crítico a la Reforma Educacional genera “ruido” en la Nueva Mayoría y por eso presionaron al líder de Fuerza Pública a que definiera su domicilio político. Velasco dijo que es de centroizquierda, pero su discurso crítico a la Reforma Educacional no presenta diferencias respecto al de la Alianza.


“Me siento parte de la centroizquierda, me siento parte de la tradición de la Concertación y de la Nueva Mayoría”, dijo este martes Andrés Velasco en Radio Cooperativa, respondiendo al emplazamiento que un día antes le hizo el presidente de la DC, Ignacio Walker: “Uno no puede administrar la ambigüedad, no puede tener un pie adentro y un pie afuera, y por lo tanto se lo digo con mucho respeto. Creo que Andrés Velasco tiene que definir cuál es su domicilio político”, dijo.

Desde que se conoció el resultado de la encuesta CEP, Velasco comenzó a gravitar más profundo en el debate público, ya que es el segundo personaje con mayor evaluación positiva por detrás de Michelle Bachelet.

Pero en Educación, al menos, el discurso del ex ministro de Hacienda no se encuentra con lo sostenido por el oficialismo.

MAL ENFOCADA

Cuando le preguntan por la Reforma Educacional, Velasco parte afirmando que está mal enfocada. “Es una reforma que se planteó para resolver un problema político. Había una presión del movimiento estudiantil. El gobierno adoptó la retórica y ahora qué ocurre: que hay papás y mamás de clase media que dicen ‘mire, los problemas que yo tengo’, que tienen que ver con la calidad del aprendizaje, con el currículum, con la formación de los profesores. La reforma que usted está planteando no los resuelve y, al revés, crea otro problema. Por lo tanto, parece natural que muchos papás y familias, que queremos una Reforma Educacional, digamos: hagámosla pero por ahí, por cómo se ha planteado, no va la cosa”, dijo Velasco en CNN. “Al final, la reforma, que fue diseñada para darle el gusto a un grupo, no es sólida en sus contenidos y no deja contento a nadie”, sostuvo Velasco en una entrevista con La Tercera.

Los actores políticos de la oposición han apuntado a críticas parecidas a las que esgrime Velasco. Manuel José Ossandón, senador RN, dijo que «en la hoja de ruta están absolutamente perdidos (…). El Gobierno se equivocó de foco, partió con una reforma llena de eslóganes y no con los protagonistas”.

En el gremialismo, el diputado Romilio Gutiérrez señaló haber “escuchado la inquietud de los padres a lo largo de Chile, y hay aspectos del proyecto que consideran valiosos, pero lo que ha generado este proyecto de ley es un alto nivel de incertidumbre y desconcierto en los sostenedores y en un gran número de padres». Un punto que también abordó el presidente de la UDI Ernesto Silva: “El testimonio de las mamás, de las directoras, de los sostenedores, conmueve y moviliza. La reforma de educación del Gobierno va contra los valores de la clase media, la clase media habla de esfuerzo, habla de ganarse la vida todos los días, de poder elegir y soñar con calidad y futuro para sus hijos. Y esta reforma habla de fierros, de lucro, de selección, de copago y de otras cosas”.

[cita]En junio, Fuerza Pública elaboró un documento titulado “Reflexiones sobre el Proyecto de Educación del Gobierno”, en el que se critica la iniciativa gubernamental. En este queda clara la postura de Velasco ante el fin de la selección: “Amenaza con poner fin al tradicional rol formativo de élites de los liceos emblemáticos –académicamente selectivos– al mismo tiempo que su función como modelo de educación pública”.[/cita]

El diputado de Amplitud, Joaquín Godoy, argumentó en una columna de opinión –publicada por El Dínamo el 20 de agosto– sobre la reforma educacional y sus vacíos: “Hay un serio riesgo de que cierren colegios, y eso genera gran incertidumbre en el sistema, dificulta la identificación y el desarrollo de los niños talentosos, y además abre la posibilidad a que la cancha nunca se empareje”, escribió.

A fines de mayo, Felipe Kast –de Evópoli– dijo que quedó “en evidencia que el eslogan del fin al lucro que está usando el Ejecutivo es sólo eso, un eslogan” y agregó que “lo triste es que el proyecto propone un costo financiero muy importante gastando recursos que no agregan calidad al sistema y que además deja a los padres con gran incertidumbre al no saber cuántos y cuáles colegios optarán por cerrarse. Todo exclusivamente para darse un gusto ideológico”.

FIN AL LUCRO

Al hablar de este punto, Velasco dice que el debate educacional “ha sido sobre la plata exclusivamente: con lucro o sin lucro; con copago o sin copago; con financiamiento público o con financiamiento privado (…) la educación es mucho más que plata y todas aquellas cosas realmente importantes que no son plata han estado ausentes del debate», sostuvo el jueves pasado en un foro en Valdivia en que coincidió con Bachelet.

Respecto al fin del lucro, el ex ministro de Hacienda dice que “la pregunta que Chile enfrenta hoy no es esa, sino cómo reformar y modernizar un sistema en que ya existen colegios con fines de lucro, sin poner en peligro la diversidad de alternativas, ni menos la existencia del sector particular subvencionado, que juega un papel clave en la formación de nuestros niños y jóvenes. Esa pregunta requiere respuestas aterrizadas y prácticas, que son precisamente las que han escaseado en nuestro debate educacional reciente”, escribió, junto a Ricardo Paredes, a mediados de agosto en una columna en La Tercera.

Entrevistado por CNN, Velasco se explayó sobre el punto de la reforma que señala que los dueños de los colegios deben serlo también del inmueble. “Cuando se dice ‘usted tiene que comprar el inmueble’, bueno, quizás el señor que tiene un colegio –y, ojo, que el 80% de sostenedores de colegios son profesores–, ese profesor que con mucho esfuerzo armó un colegio y hoy arrienda una casa, y le dice al dueño de la casa ‘oiga, me lo tiene que vender’ y el dueño le dice que no, ese colegio al día siguiente se acaba. ¿Tiene razón de ser? De ningún modo”.

Desde Amplitud coinciden en este aspecto. El encargado de la Comisión de Educación del movimiento, Pedro Sariego, ha dicho que “vamos a defender a los profesores que son dueños de colegios, generalmente de sólo uno, porque nos parece que sobre ellos se han generado demasiadas sombras y no se ha puesto el foco sobre sus luces. Estas tienen que ver con que tienen un proyecto educativo empático con los alumnos y apoderados, y que su administración es mucho más eficiente que los colegios fiscales”. Amplitud agrega, en su documento sobre Educación, que “a los dueños de los establecimientos que entreguen educación de calidad se les permitiría retirar la legítima ganancia que merecen por su aporte a la educación del país”.

Por su parte, el diputado de la UDI y miembro de la Comisión de Educación, Jaime Bellolio, también ha dicho que “el foco está mal puesto” respecto del fin al lucro. “Ha quedado bien claro que esta idea de que los colegios son unos lucradores asquerosos no existe. De hecho, los mismos teóricos de la reforma te dicen que a lo más un 10% de las escuelas que están constituidas como con fines de lucros pueden hacerlo. (…) Si ponemos por delante a los niños, lo que importa ya no es si lucro o no lucro, lo que importa es la calidad de esas escuelas”, manifestó Bellolio a CNN.

FIN DE LA SELECCIÓN

En junio, el movimiento de Velasco, Fuerza Pública, elaboró un documento titulado “Reflexiones sobre el Proyecto de Educación del Gobierno”, en el que se critica la iniciativa gubernamental. Quienes trabajaron en el texto fueron el propio Velasco, además de la ex ministra de Educación Mariana Aylwin (DC), Ricardo Paredes, José Joaquín Brunner (PPD), Sylvia Eyzaguirre, Rafael Guillisasti, Juan José Santa Cruz y Sebastián Sichel.

En el documento se expone la postura de Velasco ante el fin de la selección. “Amenaza con poner fin al tradicional rol formativo de élites de los liceos emblemáticos –académicamente selectivos– al mismo tiempo que su función como modelo de educación pública. Esta última podría debilitarse si decaen o desaparecen completamente sus buques insignia. Al reducirse el valor simbólico del esfuerzo y el mérito se debilitan las creencias meritocráticas y se contribuye al sentimiento de anomia social existente entre estratos juveniles”.

Andrés Allamand (RN) argumentó algo similar en el video que lanzó a comienzos de agosto, donde criticó la Reforma Educacional: “Es un error reemplazar el proceso de admisión por una tómbola. Los colegios están obligados por ley a no discriminar a las familias que postulan. Esa obligación debe cumplirse al pie de la letra y el Estado la debe fiscalizar, pero es un error lo que quiere el gobierno. Que las familias postulen ante el Ministerio y no ante el colegio. Y que cuando haya menos cupos que postulantes se resuelva por sorteo a quién se matricula y a quién no. También es injusto terminar con la admisión por mérito. Así se van a terminar los mejores colegios públicos, partiendo por el Instituto Nacional”, expresó Allamand.

Desde la vereda gremialista están en la misma línea de defensa. Entre las siete propuestas para la Reforma Educacional que la UDI entregó a La Moneda, una decía que “la selección no se transforme en una tómbola centralizada por el Mineduc, sino que esté a cargo de los colegios y sólo hasta sexto básico”.

FIN AL COPAGO

El ex ministro de Bachelet ha dicho que el fin gradual del copago le parece una “buena idea”, pese a lo cual ha mantenido sus críticas sobre este punto.

“Lo que no me gusta de la propuesta hecha por el gobierno es que no garantiza que cada niño o joven en Chile se va a educar en el futuro con la misma plata con que cuenta hoy. Porque hay copago de hasta 84 mil pesos y el proyecto de ley del gobierno propone compensarlo hasta un poco más de 20. Y va a haber más de 600 mil niños en Chile para quienes, bajo el proyecto de ley como está hoy en el Congreso, no va a haber compensación. (…) Entonces, si se va a desmontar gradualmente el copago, cosa que yo comparto y propuse en la campaña del año pasado, hagámoslo de un modo paulatino que no signifique que haya 600 mil jóvenes o más que terminen sufriendo las consecuencias”, dijo en ‘Tolerancia Cero’.

Una de las siete propuestas que la UDI le entregó a la Presidenta Michelle Bachelet fue “que 600 mil niños no sean perjudicados por recibir una subvención menor a la que reciben hoy con el copago”.

En Amplitud sostuvieron algo similar luego de haberse reunido con el ministro Nicolás Eyzaguirre el 19 de agosto. “En el caso del copago, queremos que el Gobierno ponga más recursos, porque el Estado no puede reducir el monto de lo que aporta para cada alumno», dijo tras la cita el diputado Joaquín Godoy.

Pese a las similitudes discursivas con la oposición, Andrés Velasco reafirmó que su “domicilio” es la centroizquierda y que ha buscado que la Nueva Mayoría “acoja las ideas de centro”, a fin de que no se transforme en una “alianza de izquierda donde algunos quieren echar mano a la aplanadora, retroexcavadora, para pasar por encima de quienes piensan distinto”.

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