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Feres dice que Velasco ha caído en “un elitismo impropio de estos tiempos” y que ya quedó instalado como “ el sueño húmedo del votante de Vitacura” Análisis de la controvertida estrategia de victimización en el Pentagate

Feres dice que Velasco ha caído en “un elitismo impropio de estos tiempos” y que ya quedó instalado como “ el sueño húmedo del votante de Vitacura”

«La estrategia de control de crisis de Velasco no sólo peca de ingenuidad, sino que además se ha construido de modo que sólo ha profundizado la herida que el Caso Penta le propinó a su imagen», señala el analista en su columna publicada en el diario La Segunda.


Un duro análisis hizo el periodista Camilo Feres en su columna en La Segunda sobre la estategia desplegada por Andrés Velasco para abordar la crisis generada por el caso Pentagate, que lo ha puesto en la mira tras aparecer su nombre vinculado a supuestos aportes ilícitos provenientes de Grupo Penta. En ese sentido, el analista señaló que «lo esencial en el manejo de una crisis es identificar dónde se genera el mayor daño para mitigar sus efectos, y construir una estrategia para que no se sigan profundizando los costos. Poco o nada de ello han logrado Andrés Velasco y su entorno cercano en lo que toca a hacerle frente a la esquirla del Caso Penta».

«Las declaraciones y postura actual del velasquismo sólo han contribuido a ahondar el impacto de la crisis», continúa el texto, asegurando que el principal mecanismo desplegado ha sido el «pataleo de ahogado».

Feres plantea la posibilidad de que la decisión de Velasco de apelar a la «sensación de persecución» pueda ser genuina. Esto porque con ello «no sería el primer político que sufre del egocentrismo necesario para identificar en cada aleteo de mariposa un saludo o insulto contra su persona».

Sin embargo, el analista plantea argumentos que deslegitiman el recurso. «Incluso si la teoría de la conspiración desde La Moneda fuera cierta (que, dicho sea de paso, pierde bastante verosimilitud con la aparición de un ministro entre los primeros apuntados), estructurar una defensa en la mera instalación de esa sospecha, condimentada con una velada amenaza de desvestir a todos si no se pone freno al asunto, supone creer que existe un actor capaz de controlar un escándalo multifactorial con la sola invocación de la voluntad. Pero la estrategia de control de crisis de Velasco no sólo peca de ingenuidad, sino que además se ha construido de modo que sólo ha profundizado la herida que el Caso Penta le propinó a su imagen», señala Feres.

Y es que el hecho de aparecer como un posible beneficiado de uno de los holdings financieros más importantes del país, traería de vuelta aquel fantasma del que el ex presidenciable ha tratado de escapar durante tanto tiempo. «Porque si hay un estigma del que Velasco se ha querido sacudir desde que inició su asedio a La Moneda es ser el candidato de los empresarios, y el sueño húmedo del votante de Vitacura. Y aunque el caso lo golpeaba tangencialmente, la estrategia lo ha expuesto precisamente ahí. Su postura en torno al ‘Pentagate’ se ha desplegado en base a un elitismo impropio para los tiempos y ha remado junto al sector del que precisamente ha intentado desmarcarse», asegura la columna.

Ya casi al final, el texto es lapidario. «El mismo que tiempo atrás celebraba como prueba de blancura una encuesta que lo mostraba como opción competitiva entre la centroizquierda, es hoy un perseguido más de las hordas del neomayorismo, y comparte escena con la UDI y los grandes grupos empresariales en su lucha contra el Gobierno, la Fiscalía y el SII», termina.

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