Canciller Muñoz sería partidario de removerlo
El desmentido del diario uruguayo complicó las cosas, “lo mató”, reconocen en Palacio, porque dejó al representante diplomático en mal pie y al gobierno también. De hecho, el Ministerio de Relaciones Exteriores debió anoche suspender abruptamente la entrega de una versión oficial con la que esperaba dar por superado el episodio.
Mucho se dijo y escribió en marzo sobre el histórico regreso del Partido Comunista al gobierno, tras cuatro décadas desde su participación en la Unidad Popular. Y siete meses después, atraviesa su primer gallito con La Moneda en su condición de partido oficialista, debido al error cometido por su único embajador, Eduardo Contreras, por sus polémicas declaraciones a un medio uruguayo sobre el rol de la DC en el golpe de 1973 y su creencia de que la ultraderecha está detrás de los bombazos en el Metro Escuela Militar y Los Dominicos.
Desde que se difundieron el jueves último las declaraciones de Contreras al periódico La Diaria, no han cesado las gestiones, llamadas y conversaciones a todo nivel. En el gobierno reconocen que desde ayer en la mañana “el PC ha hecho gestiones al más alto nivel”, lo que implicaría contactos con la propia Presidenta Michelle Bachelet para tratar de salvar a “su primer militante que encabeza una legación diplomática desde la UP”.
Se precisa que el partido, encabezado por el diputado Guillermo Teillier, ha apelado a la disciplina política que ha tenido el PC con el gobierno y la Presidenta Michelle Bachelet desde el 11 de marzo, y que no le ha generado problemas ni tensiones de ninguna índole a la mandataria, a diferencia de otras colectividades de la Nueva Mayoría.
Es más, el Partido Comunista esperaría un “gesto” en esta oportunidad por esa disciplina, que es un rasgo que efectivamente ha sido reconocido en público y en privado por moros y cristianos en el oficialismo, que ha sido el sello característico de la gestión de todos los PC en sus distintos cargos en el gobierno. Sin embargo, hoy para la DC eso no es suficiente y ha pedido insistentemente la salida de Contreras.
El canciller Heraldo Muñoz comunicó este viernes que “llamó a informar” al embajador Contreras, lo que en lenguaje diplomático es una de las medidas más fuertes que se pueden adoptar, previo a solicitar la renuncia. Precisó que le solicitó que “tome el avión lo antes posible”, que espera que esta tarde o noche se encuentre ya en Santiago y que lo recibirá en su despacho del Edificio Carrera, aunque no descartó que dicha cita se pueda dilatar hasta el lunes a primera hora.
El ministro de Relaciones Exteriores dijo que esperaba tener “la oportunidad de escuchar al embajador en persona”, porque se habían generado “dos versiones de los hechos”: la de Contreras, que se defendió ayer en la tarde a través de una declaración pública en la que pidió disculpas, argumentando que habían sido comentarios formulados en el marco de una conversación privada; y la del diario uruguayo, que desmintió públicamente al representante diplomático.
La Moneda tenía el mismo jueves la clara decisión de dar por cerrado el tema con las disculpas públicas del embajador Contreras y no escalar más el asunto. La Presidenta Bachelet dijo públicamente que había pedido un informe, habló de la importancia de la “prudencia” en las declaraciones de todas las autoridades y el canciller informó que lo había llamado al orden.
Hasta ahí todo bien. Antes de las 14:00 horas de ayer, se afirmaba en Palacio que venía una nota, que eran las disculpas públicas de Contreras y que con eso se daba por cerrado el episodio, idea que se mantuvo vigente en La Moneda hasta bien avanzada la tarde. Pero el desmentido del diario uruguayo complicó las cosas, “lo mató”, reconocen en Palacio, porque dejó al embajador en mal pie y al gobierno también, pues la Cancillería anoche a las 20:45 horas iba a dar una versión oficial del caso, la que fue suspendida abruptamente, argumentando problemas de retraso con el avión en que el canciller Muñoz volvió a Santiago desde Valdivia.
El PC se comunicó anoche telefónicamente con su embajador, el que le habría asegurado al timonel comunista que hasta ese momento nadie le había pedido la renuncia y que él tampoco la había presentado, como se rumoreó durante la noche.
La Moneda quiso buscar “una salida intermedia al caso”, que evitara forzarlo a pedir su renuncia. Se suponía que las disculpas públicas serían la solución, lo que fracasó, y algunos en el Ejecutivo precisan que el llamado a informar anunciado por el canciller es la nueva carta que se juegan en este sentido.
Sin embargo, en La Moneda son varios los que reconocen que el canciller Muñoz es partidario de no darle una segunda oportunidad y dejar que la Presidenta Bachelet –la única que tiene la autoridad formal para solicitar la salida de un representante diplomático– le pida la renuncia ya estando en Santiago.
El PC ha cerrado filas y ha aplicado un férreo hermetismo. Sin embargo, en algunas declaraciones, el diputado Teillier, después del anuncio de la Cancillería de esta mañana, se mostró confiado en que “conversando con el embajador se aclaren las cosas y yo esperaría, por lo menos, que las cosas queden ahí.”
La UDI, RN y la DC han exigido la salida del embajador, argumentado que sus opiniones políticas no corresponden a una autoridad diplomática que representa al Estado de Chile. Esta tarde, Muñoz tenía considerado recibir a las directivas de los partidos de la Alianza por separado, precisamente para “canalizar” la molestia que hay.
Para ninguno es suficiente con el llamado a informar de Contreras. Incluso, desde la DC, el senador Jorge Pizarro –miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta– recalcó, luego de la decisión de la Cancillería, que “es esencial que el embajador converse con el ministro Muñoz y luego la Presidenta tome las decisiones que deba adoptar, y eso es lo que corresponde. Si el embajador no ha renunciado siendo personal de confianza, el gobierno debe adoptar las medidas”.
La DC pone sobre la mesa la salida de su ex embajador Claudio Huepe de la sede diplomática de Venezuela en 2007, luego de sus polémicas declaraciones asegurando que Chile se abstuvo de apoyar el ingreso del gobierno de Chávez al Consejo de Seguridad de la ONU por las presiones que hubo desde la DC. “Lo que hicieron esos embajadores fue renunciar en situaciones mucho menores que esta (…) me extraña que no se haya procedido de la misma manera y el canciller y el gobierno saben por qué están llamando a Chile al embajador. Y espero que una vez que el señor Contreras llegue a Chile, el gobierno tome la medida que debe tomar”.
La derecha pone el caso de Miguel Otero, embajador de Sebastián Piñera en Buenos Aires, quien el 2010, también en una entrevista, relativizó la dictadura de Augusto Pinochet afirmando que “la mayor parte del país no la sintió, al contrario, se sintió aliviada”
Al respecto, Muñoz dijo que “cada caso es diferente, son declaraciones diferentes y en contextos distintos”. Es más, dijo que la decisión de llamar a informar a Contreras, la tomó él junto a la Presidenta Bachelet, en su calidad de consejero de la jefa de Estado en asuntos internacionales.
“Yo conozco este tema, lo que se hace en estos casos es llamar a informar (…) las decisiones no se toman con precipitación, quiero escuchar al embajador en persona”, sentenció.
En el gobierno saben que la situación es compleja y que el error no es menor, porque el embajador hizo juicios que no corresponden con la posición oficial de La Moneda.
