Fue categórico en que «no hubo extranjeros» en el evento.
La declaración del canciller desde Nueva York no estuvo exenta de tensiones y ocurre después de versiones en Palacio que apuntaban a una orden del ministro del Interior a la cual el titular de Relaciones Exteriores se habría resistido.
El Ministro de Relaciones Exteriores Heraldo Muñoz, de visita en Nueva York con motivo de una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aclaró las circunstancias en las que se efectuó un evento de recaudación para la entonces candidata Michelle Bachelet, en septiembre de 2013 y que ocurrió a bordo de un yate, en el que según las primeras versiones había extranjeros, quienes están impedidos de donar a campañas políticas según la legislación chilena. El episodio incluyó erráticas declaraciones, primero del propio canciller y luego de Mario Paredes, organizador del evento, quien en segunda instancia aseguró que en la fiesta no había extranjeros.
A través de una declaración, el canciller Muñoz entregó una versión oficial.
«Se trató de una actividad abierta y transparente. En concreto, fue un cóctel en una embarcación al que fueron invitadas alrededor de 40 personas, de las cuales asistieron menos de 20. Los que contribuyeron fueron un número reducido de compatriotas residentes en Nueva York», dijo. «No hubo aportes de extranjeros. Y las contribuciones de los chilenos se realizaron por los mecanismos que establece la ley», aclaró.
El titular de Relaciones Exteriores agregó: «Los montos de los aportes fueron muy inferiores a lo que se ha señalado en algunos medios. Lo recaudado corresponde a aportes de individuos particulares chilenos deseosos de ejercer su derecho ciudadano desde lejos, y fueron canalizados a Chile por las vías legales. En aquella ocasión, informé a mis superiores de Naciones Unidas sobre este encuentro. No hubo incompatibilidad entre esa actividad y mis labores en la organización».
Muñoz concluyó diciendo que «me siento orgulloso de haber aportado y apoyado, desde la distancia, la campaña presidencial de la forma como lo permite la ley y ejerciendo mi legítimo derecho ciudadano».
La declaración del Canciller no estuvo exenta de tensiones y ocurre después de versiones en Palacio que apuntaban a una orden del ministro del Interior Rodrigo Peñailillo, a la cual el titular de Relaciones Exteriores se habría resistido en primera instancia, pero en La Moneda se impuso la convicción de dar por cerrado el episodio.
