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Dávalos defiende reunión con Luksic y dice que no fue «imprudente» porque trabajaba en el mundo privado Hijo de Bachelet rompe el silencio tras renunciar como director Sociocultural

Dávalos defiende reunión con Luksic y dice que no fue «imprudente» porque trabajaba en el mundo privado

Explicó que la reunión con el vicepresidente del Banco de Chile fue gestionada por Mauricio Valreo (socio de Caval), quien «en ese tiempo era mi jefe, solicitó una reunión para tratar un crédito que se venía tramitando hace rato. No es que se fue a pedir un crédito, el crédito se venía tramitando hace rato y él solicito una reunión para poder explicar más allá cuál era el proyecto».


El hijo de la Presidenta Michelle Bachelet y ex director Sociocultural de la Presidencia, Sebastián Dávalos, salió a explicar la reunión que tuvo con el vicepresidente del Banco de Chile, Andrónico Luksic, indicando que no cree que haya sido «imprudente» su asistencia al encuentro porque en ese momento trabajaba en el mundo privado.

Así lo expresa en una entrevista en El Mercurio, rompiendo de esta forma su silencio tras dejar su cargo en el gobierno luego del escándalo por la aprobación de un préstamo por $6.500 millones para la empresa Caval, en donde su esposa Natalia Compagnon, es dueña.

Dávalos explica que la reunión con Luksic fue gestionada por Mauricio Valero (socio de Caval), quien «en ese tiempo era mi jefe, solicitó una reunión para tratar un crédito que se venía tramitando hace rato. No es que se fue a pedir un crédito, el crédito se venía tramitando hace rato y él solicito una reunión para poder explicar más allá cuál era el proyecto».

El hijo de la mandataria también descarta conocer al empresario, señalando que lo había visto una vez como ABAC (Consejo Consultivo Empresarial) de APEC cuando trabajaba en la Cancillería.

Dávalos señala que su concurrencia a la cita con Luksic se hace porque «era trabajador dependiente. Trabajé en Caval entre julio de 2012 y febrero o marzo del 2014. Hasta antes de llegar al gobierno».

«Lo que se habló en esa reunión fue muy sencillo: se presentó un proyecto que buscaba conseguir financiamiento para comprar un terreno y proyectar sobre él ingeniería, etc., y que al banco le debe haber parecido rentable», explica.

El ex funcionario de gobierno también sale a explicar los cuestionamientos que se han realizado al encuentro, en el sentido que no cualquier persona tiene posibilidad de reunirse con ejecutivos de bancos de alto rango como Luksic.

«Los bancos no son entidades que hagan las cosas azarosamente, los bancos tienen departamentos que estudian cada proyecto y se demoran meses en estudiar y resolver cada uno. Este proyecto, entre comillas, se pagaba solo. Era un proyecto que, en este caso de que hubiese una cesación de pagos, como estaba el mismo terreno en garantía, el banco habría ganado igual. El banco jamás va a trabajar sobre supuestos, ellos evalúan, evalúan la rentabilidad que para ellos tiene un proyecto, y ellos evaluaron que la rentabilidad que tenía ese proyecto era alta y por tanto decidieron entregar el crédito», asegura.

En cuanto a creer que fue precipitado el encuentro con Luksic, Dávalos precisa que «no creo que sea imprudente por una razón súper sencilla: si yo trabajo en el mundo privado, como llevaba trabajando mucho tiempo, no puedo estar preocupado de lo que pasa en el gobierno, y opuesto, si yo trabajo en el gobierno, no puedo estar preocupado de lo que pasa en el sector privado. Lo dije el viernes, a mí me reclaman porque trabajo en el Estado y también me reclaman porque trabajo en el sector privado. La pregunta entonces es ¿qué puedo hacer?».

Dávalos también sostiene que su madre se enteró de todo lo que estaba ocurriendo a través de los medios de comunicación, añadiendo que «no me preguntó qué era lo que pasaba, le dijimos que era un negocio entre privados, que como era entre privados no tiene ninguna injerencia con el gobierno. Y ella entendió que por ese lado iba, que fue lo que sale diciendo el gobierno el día lunes».

El ex director Sociocultural asegura que toda esta polémica generó un daño a la Presidenta y al gobierno y «por esa razón decidí dar un paso al lado y pedí perdón», agregando que «se dijeron muchas mentiras, esa es la verdad, y queda en el aire esta sensación de que hay algo oscuro o ilícito o turbio, pero que nadie es capaz de explicar bien. Claramente queda un aura de que las cosas no estaban bien».

Dávalos Bachelet también niega haber ganado $2.500 millones por la venta del terreno en Machalí y «mi señora tampoco, por lo que estoy diciendo: la empresa Caval va a tener que pagar, seguramente, ingenieros, abogados, contadores, oficinas, etc., y después de todo eso, luego del ejercicio financiero va a poder ver cuánto generó de utilidad, si es que generó».

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