Organismo lo dirige el ex subsecretario y militante del PPD Ángel Flisfich
El lobbista y dueño de la consultora Imaginacción es también parte del Consejo Académico de la entidad, a la que el ex ministro, que declaró como imputado en el caso SQM, arribó hace una semana para dedicarse a temas de productividad y educación, poniendo fin a varios meses de ostracismo.
Luego de su bullada salida del gobierno tras conocerse los pagos que recibió de la empresa Asesorías y Negocios de Giorgio Martelli y su papel en la precampaña de Michelle Bachelet, el ex ministro del Interior Rodrigo Peñailillo volvió a la vida laboral como investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Y no es que el ex jefe de gabinete haya enviado su currículo y lograra quedar en el puesto dada su trayectoria profesional, sino que lo hizo al alero de quien es el director de la institución, el ex subsecretario de Aviación, Marina y la Segpres en distintos períodos, Angel Flisfich, quien, al igual que él, es un histórico militante del PPD.
Pero, como detalla este sábado un artículo publicado en el diario La Tercera, en su arribo a la Flacso, que se concretó la semana pasada, pesó también la mano del dueño de la consultora Imaginacción, Enrique Correa.
Tras la caída de Peñailillo, el lobbista se convirtió inmediatamente en su asesor, rol que compartió -indica el matutino- con el ex director de la Secretaría de Comunicaciones de La Moneda (Secom) Juan Carvajal, para hacer frente a los flancos que quedaron abiertos, sobre todo cuando el ex ministro fue acusado de ejercer presiones al Servicio de Impuestos Internos (SII) para impedir a toda cosa que no investigara a la minera no metálica SQM, lo que le significó ser objeto de fuertes críticas desde la propia Nueva Mayoría, lo que amenazó con salpicar a la propia Presidenta Michelle Bachelet en la trama del financiamiento ilegal de la política.
A la cercanía que tiene con Flisfich, se suma el hecho de que Correa es al mismo tiempo integrante del Consejo Académico de Flacso. Eso le abrió las puertas al otrora hombre de máxima confianza de la Presidenta a poner fin a varios meses de ostracismo. Otro artículo, publicado por El Mercurio, asegura que gran parte de este período lo pasó en la localidad costera de Tunquén y sin perder contacto con varios de sus colaboradores de la G90.
Peñailillo, quien declaró en calidad de imputado ante el fiscal nacional Sabas Chahuán por el caso SQM, se decicará en su nuevo rol a investigar materias relacionadas con productividad y educación.
