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“Se sentía muy blindado”: exempleado del Arzobispado apunta a la red de protección que tuvo Francisco José Cox PAÍS

“Se sentía muy blindado”: exempleado del Arzobispado apunta a la red de protección que tuvo Francisco José Cox

Este martes se llevará a cabo en La Serena una audiencia clave en el escenario judicial que enfrenta el cuestionado ex obispo Francisco José Cox, el sacerdote expulsado del ejercicio por abusos a menores y que hoy está de vuelta en Chile. Uno de los ex trabajadores del Arzobispado serenense reveló que si bien su conducta era un secreto a voces, nunca pasó nada, porque se trataba de un personaje con amplio poder, “muy inteligente en lo político, que operaba muy bien” y además con redes económicas fuertes: “Con una llamada telefónica financiaba todo”.


Mientras se acerca la fecha de la audiencia clave para el futuro del escenario judicial que enfrenta el cuestionado Francisco José Cox, han surgido más testimonios sobre el comportamiento, el poder y los abusos sexuales que protagonizó el otrora obispo emérito de La Serena, hoy expulsado del sacerdocio por el Vaticano.

Un ex empleado del Arzobispado de La Serena, Tomás Yávar, denunció en declaraciones al diario La Región que Cox gozó de una red de protección al interior de la Iglesia Católica, en la misma ciudad, y por parte de políticos, que pasaron por alto las situaciones lascivas que protagonizaba el entonces sacerdote.

“A mí me llamaba mucho la atención que Cox se sentía muy blindado, porque tenía actitudes poco prudentes o muy ‘carepalo’, porque nosotros estábamos en el patio de al frente y pasaba él con una persona y lo saludaba, lo abrazaba y le daba un beso en la boca o muy cerca de la boca», relató.

Yávar apuntó además al poder que manejaba en ese entonces el obispo serenense. “Cox era líder de los curas más conservadores, digamos. Entonces no era un arzobispo cualquiera. Era muy inteligente en lo político, operaba muy bien (…) También generaba cierta influenza en cargos públicos, como nombramientos de seremis. No conocí ningún candidato de la Concertación que no partiera buscando la venia de Cox para ser candidato”, contó.

Además, según resaltó, el obispo «tenía conexiones importantes desde el punto de vista económico a través de Schoenstatt, por lo que hacía mucho lobby (…)  Con una llamada telefónica financiaba todo”.

Pero, insiste, todo era un secreto a voces, donde nunca se tomaron cartas en el asunto. “Me llamó la atención que las cosas que pasaban en La Serena, en el Arzobispado, eran sabidas en todo Chile. ¡No era un tema menor!. (…)  a mí tres curas de Santiago, antes de venirme, me dijeron: ‘te vas a la jaula de las locas’. Yo reí nomás”.

En este contexto, relató que Cox realizaba fiestas en un departamento que arrendaba en Avenida del Mar y “tenía ciertas conductas con algunos jóvenes” en el lugar. «Mientras yo trabajé en el Arzobispado, que fueron casi siete años, siempre escuché de esas fiestas. En ese lugar yo sabía y también me lo dijeron, que Cox llevaba a sus regalones, a cabros que él ayudaba, que eran universitarios; eso era un comentario muy sabido dentro del Arzobispado», precisó.

Respecto a los abusos a menores de edad, señaló que “todos hacíamos la misma lectura, que eran cabros mayores de edad y que sabían lo que hacían (…) Era una verdad decir que la casa blanca (Arzobispado) estaba llena de homosexuales».

Sin embargo, admitió que otros hechos que llamaban la atención era cuando Cox recibía visitas en el Arzobispado de monjas acompañadas con niños de hogares de menores o “cuando Cox iba al seminario y se encerraba con seminaristas, hasta tres horas».

Dos causas abiertas

Cox volvió a Chile el pasado domingo 10 de febrero, después de un largo período en Alemania, y está al cuidado de una familia en una casa en las afueras de Santiago. Según Schoenstatt, que financia su estadía, está disponible para colaborar con la justicia.

Cox enfrenta dos investigaciones por abuso sexual contra menores: una en La Serena, presentada en junio del año pasado por Hernán Godoy, y otra en Rancagua, interpuesta por el denunciante Abel Soto.

Este martes, en el Juzgado de Garantía de La Serena se realizará una audiencia con el fin de determinar si la causa de Cox queda en la justicia antigua o será investigada por el Ministerio Público.

Según el vocero de los laicos de La Serena, Juan Rojas, «ahora es la oportunidad de hablar de la justicia, está bien que se vaya declarando. Tenemos altas expectativas de que puedan hablar todos aquellos que estén involucrados o que este señor esté diciendo públicamente lo que él sabía».

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