A raíz del reportaje de El Mostrador que reveló las altas cifras de mortalidad de salmones que esconde la empresa de capitales noruegos, los dardos apuntaron a Sernapesca, quienes a pesar de no detectar antes estos hechos, dijeron que su capacidad fiscalizadora es óptima y efectiva. Para Marcela Lara, subdirectora de Acuicultura de Sernapesca, la fiscalización de la entidad siempre «se puede mejorar», pero aún así, «si hay alguien que está falsificando información u ocultando información, se puede ocultar».
Tras la investigación de El Mostrador que develó las altas cifras de mortalidad de salmones que esconde la empresa de capitales noruegos Nova Austral en Magallanes, los dardos apuntaron a Sernapesca, la entidad fiscalizadora.
Si bien en un reportaje emitido por Chilevisión, la entidad señaló que su capacidad fiscalizadora es óptima pero siempre «se puede mejorar”, el problema es que Sernapesca no hace una fiscalización acuciosa, sino que reciben los informes que las propias empresas le entregan a través de laboratorios certificados, llamados INFA.
Con estos informes en mano, «se cruzan las bases de datos, por ejemplo, las bases de datos de uso de antibióticos con las bases de datos de mortalidad con las bases de datos de cosecha en los centros de cultivo», según indicó a Chilevisión Marcela Lara, subdirectora de Acuicultura de Sernapesca.
Según cifras mencionadas por la subdirectora, solamente alrededor de un 15% de la información entregada por las empresas se contrasta.
Respecto al caso puntual de Nova Austral, Marcela Lara aseguró que “todo esto está en fase de investigación, porque es una denuncia y todavía no sabemos si está comprobado o no”, a lo que agrega que «siempre hay opciones que una empresa pueda cambiar alguna información». «Si hay alguien que está falsificando información u ocultando información, se puede ocultar», insistió.
En ese sentido, apunta que el último inspector de Sernapesca que fue a fiscalizar a Nova Austral concurrió «hace dos o tres semanas».
Las prácticas de Nova Austral traen consigo otros problemas: lo que dejan las empresas como contaminación. Hay un porcentaje de alimento que se llama no digerido, o sea comida que se les da, que quedó y va al fondo del mar «y además están las fecas de los peces. Todo eso va generando una costra y genera un fondo marino muerto, donde no hay oxígeno para la vida“, detalla Flavia Liberona, bióloga de Fundación Terram.
La falta de oxígeno produce anoxia en los peces, lo que Sernapesca tampoco puede verificar ya que esta información también es entregada por las salmoneras.
A esto se suma que en la actualidad, la Superintendencia del Medio Ambiente lleva dos investigaciones que involucran a Nova Austral y sus instalaciones en la Región de Magallanes. La mencionada mortandad no declarada, la sobreproducción, la fuga de salmones y la instalación en lugares que no corresponden a las aguas concesionadas son las faltas más comunes en las que incurren las salmoneras, a las que en los últimos 5 años se le han cursado 76 infracciones. Ninguna de ellas a Nova Austral.
Nova Austral no quiso contestar las preguntas de Chilevisión y apuntó que “se encuentra realizando una investigación interna independiente. La investigación aún está en curso”.
