A un día que la Corte Marcial decidiera otorgarle la libertad bajo fianza, el general en retiro sufrió una derrota en el TC. La decisión despeja el camino para la investigación de la ministra Rutherford [ACTUALIZADA]
El Tribunal Constitucional (TC) rechazó este viernes un recurso de inaplicabilidad que había presentado la defensa del excomandante en jefe del Ejército Humberto Oviedo, procesado por malversación de fondos públicos por la ministra en visita de la Corte Marcial, Romy Rutherford.
La decisión del tribunal fue por votación de cuatro contra seis, y ocurre a un día que la Corte Marcial, en un fallo dividido de cuatro votos contra uno, decidiera otorgarle a Oviedo su libertad tras 37 días de detención en el Batallón de Policía Militar de Peñalolén.
En el TC, el requerimiento de Oviedo para impugnar el artículo 78, inciso primero, del Código de Procedimiento Penal, fue desestimada por votación de cuatro contra seis. Por el rechazo votaron Gonzalo García Pino, Domingo Hernández Emparanza, María Luisa Brahm Barril, Cristián Letelier, Nelson Pozo y María Pía Silva Gallinato. En tanto, estuvieron por acoger Iván Aróstica (presidente), Juan José Romero, José Ignacio Vásquez y Miguel Ángel Fernández.
El abogado Gonzalo Rodríguez, que representa a Oviedo, ha cuestionado la investigación de la ministra Rutherford, y lo comparó con lo que ocurre en el extranjero, ya que a su juicio, al no tener acceso al sumario, este deja de ser racional y justo.
Sin embargo, al rechazar el recurso, el tribunal despejó el camino para la investigación de la ministra Rutherford, tal como lo hizo semanas atrás la Corte Suprema.
El pleno del TC revisó además los recursos de inaplicabilidad presentados por los también procesados Iván Faber y Alejandro Villagra en el marco de la indagatoria por fraude al Ejército. Ambas iniciativas también fueron rechazadas en votación dividida.
Según la investigación que encabeza la ministra Rutherford, estos oficiales habrían utilizado dinero fiscal, en algunos casos provenientes de gastos reservados (inteligencia y seguridad), para adquirir pasajes aparentemente muy caros, en una arista del juicio conocida como «agencias de turismo», pero cuyos precios resultaban finalmente muy baratos.