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El término de la cuestionada era de Aróstica y el momento clave de María Luisa Brahm en el TC PAÍS Crédito: Agencia UNO

El término de la cuestionada era de Aróstica y el momento clave de María Luisa Brahm en el TC

El 28 de agosto vence oficialmente el período de Iván Aróstica en la presidencia del Tribunal Constitucional (TC), pero este viernes en un pleno extraordinario ya decidió que en su reemplazo asumirá María Luisa Brahm, la histórica asesora del Presidente Sebastián Piñera. Así termina la era Aróstica al mando del TC, un período donde el organismo ha estado en el ojo del huracán por sus resoluciones en materia de Derechos Humanos, y a favor del mundo militar y, por convertirse en una virtual “Tercera Cámara”, al reinterpretar las leyes despachadas por el Congreso. Desde la oposición han criticado la cercanía de la nueva presidenta del TC con el piñerismo, sobre todo porque con su voto Brahm será dirimente en resoluciones emblemáticas, aunque la abogada también genera resquemor en la derecha por su perfil liberal en lo valórico [ACTUALIZADA]


Finalmente este viernes se despejó en el Tribunal Constitucional (TC) la incógnita sobre la sucesión del cuestionado Iván Aróstica en la presidencia del organismo.

Por 6 votos a favor, 3 contra y 1 abstención, finalmente el pleno extraordinario del tribunal decidió elegir a María Luisa Brahm, histórica asesora del Presidente Sebastián Piñera, como la nueva presidenta del organismo.

Por Brahm votaron los ministros Miguel Ángel Fernández González, María Pía Silva Gallinato, Nelson Pozo Silva, Cristián Letelier Aguilar, Gonzalo García Pino y la misma Brahm.

Por su parte, Juan José Romero Guzmán tuvo 3 votos: el suyo, además de los de José Ignacio Vásquez Márquez y el del actual presidente Iván Aróstica Maldonado.

La abstención, en tanto, corrió por cuenta del ministro Domingo Hernández Emparanza.

Bajo el mando de Aróstica, el TC ha estado en el ojo del huracán por sus resoluciones en materia de Derechos Humanos, y a favor del mundo militar y, por convertirse –según acusa la oposición– en una virtual “Tercera Cámara”, al reinterpretar las leyes despachadas por el Congreso.

No solo eso: el actual presidente del TC también generó polémica por su decisión de embanderar la sede del edificio de calle Huérfanos el pasado 11 de septiembre. Otro hecho que marcó su gestión fue lo ocurrido el pasado 19 de diciembre, cuando dos mujeres lo agredieron en paseo Huérfanos, un caso que terminó con la suspensión condicional del procedimiento que les propuso la Fiscalía Metropolitana Centro Norte esta semana.

Pero el cuestionado ministro siempre ha defendido a rajatabla su gestión. En una entrevista con La Tercera, aseguró que “aquí está en juego el Estado de Derecho que ha venido decayendo” y fue enfático en señalar que “yo no tengo ningún pacto con el Ejército”.

Según Aróstica, “nuestro trabajo consiste en aplicar la Carta Fundamental sin más y no tiene nada que ver con el tipo de descalificaciones que a veces se toman las redes sociales y algunos medios de comunicación para condenar, a menudo desde el prejuicio, en ocasiones desde una vehemencia feroz y particularia, no pocas veces desde la ignorancia y con frecuencia desde el oportunismo político, el trabajo de los tribunales», dijo hace poco en una actividad con magistrados del TC español.

Las últimas actuaciones del organismo han puesto en el tapete la necesidad de impulsar una serie de reformas al tribunal, como ha planteado la oposición y prestigiosos abogados constitucionalistas. Sin embargo, desde el Gobierno han evitado incluir el tema en la agenda de reformas institucionales que ha puesto en marcha el ministro del Interior Andrés Chadwick.

La asesora de Piñera

Entre los candidatos para suceder a Aróstica corría con ventaja María Luisa Brahm, por sobre otros nombres que han aparecido como Juan José Romero, Gonzalo García y José Ignacio Vásquez. Al interior del Tribunal Constitucional reconocían el intenso lobby que se ha desplegado a favor de la abogada, considerada una pieza clave del piñerismo.

Brahm fue directora del Instituto Libertad, el centro de estudios ligado a Renovación Nacional, luego jefa de asesores de Piñera en La Moneda durante su primer Gobierno hasta junio de 2013, cuando el Presidente la nombró como ministra del TC. De llegar a la presidencia, con su voto Brahm será dirimente en resoluciones emblemáticas.

Si bien la antigua asesora del Mandatario es reconocida transversalmente por su rigor y probidad, hay coincidencia en que no es la más especialista entre los que están en carrera. Además, genera resquemor en la derecha por su perfil liberal en lo valórico.

Los diputados de la comisión de Constitución, Marcelo Díaz (PS) y Tomas Hirsch (PH), apuntaron a estos nexos de Brahm con el piñerismo y recordaron que la abogada participó en reuniones políticas en las cuales se abordaron diversos temas.

«Esto confirma la crisis de legitimidad que enfrenta el Tribunal Constitucional. Quiero recordar un hecho acá; el actual Presidente de la República convocó a la sede de la Fundación Avanza Chile a distintas autoridades políticas y una que concurrió fue precisamente María Luisa Brahm (…) en esa reunión se abordó la reforma tributaria, la reforma al binominal, la estrategia para la siguiente elección municipal y la ampliación de la coalición política que llevó al Presidente a La Moneda. Eso, en cualquier otro país del mundo, le habría costado el cargo a una magistrada del TC porque la hace partícipe de política contingente”, explicó Díaz.

Desde la oposición han criticado la falta de transparencia en el proceso de elección de presidente del TC. Según el diputado socialista Leonardo Soto, hay “un manto de dudas” y una “lógica de opacidad”, por lo que en la antesala de la votación pidió que se hagan públicos los argumentos que cada ministro exponga para fundar su votación en este proceso de modo que queden precisas las cualidades objetivas y necesarias que debe poseer el nuevo timonel del TC.

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