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Presidente Boric compromete a la ciudadanía para el golpe de realidad: «Cometeremos errores y los deberemos enmendar con humildad. Apoyándonos en el pueblo de Chile» PAÍS Crédito: AGENCIA UNO

Presidente Boric compromete a la ciudadanía para el golpe de realidad: «Cometeremos errores y los deberemos enmendar con humildad. Apoyándonos en el pueblo de Chile»

El Mandatario en ejercicio mantuvo la carga simbólica –con que se desarrollaron los actos del cambio de mando– en su primer discurso oficial. Con un un tono cercano, la alocución estuvo marcada por un detallado diagnóstico de los problemas urgentes que vive el país –sin eludir los más complejos–, por mensajes con orientación política para enfrentar algunos, gestos políticos a la centroizquierda y también a la ahora oposición. Comprometió a la ciudadanía en la misión de alcanzar juntos los objetivos, e instó a escuchar y trabajar con quienes piensan distinto, además de dar un poderoso respaldo a la Convención Constitucional. “Los invito a que nos escuchemos de buena fe, sin caricaturas, sin caricaturas, tomémonoslo en serio, de todos los bandos. Nos lo digo a nosotros mismos también, escuchemos de buena fe, sin caricaturas, para que el plebiscito de salida sea un punto de encuentro y no de división», recalcó. Reafirmó la base política de Apruebo Dignidad, no obstante destacar el trabajo de la centroizquierda, al tiempo que hizo referencia a varios expresidentes, incluida Michelle Bachelet, pero omitiendo a Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera. Defendió el retiro de la Ley de Seguridad del Estado para casos de detenidos en el marco del estallido social, en medio de las medidas que estudia la ahora oposición. Su primera alocución desde el Palacio de La Moneda estuvo marcada por la figura del exmandatario Salvador Allende, a cuya estatua le rindió honores previo al discurso, mientras que concluyó con una de las frases más célebres del líder de la UP. “Como pronosticara hace casi 50 años Salvador Allende, estamos de nuevo, compatriotas, abriendo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, el hombre y la mujer libre, para construir una sociedad mejor”, cerró.


“Boric, amigo, el pueblo está contigo”. Fue uno de los gritos que interrumpió el discurso del Presidente Gabriel Boric, desde el balcón del Palacio de La Moneda, frente a muchas personas que se convocaron con banderas, bandas presidenciales y en un ambiente familiar.

Con minutos de retraso, el Mandatario ingresó al Palacio de Gobierno por la alfombra roja, pero antes quiso rendirle honores a la estatua de Salvador Allende, en medio de los vítores de los presentes en las inmediaciones. Allende ha sido centro de varios de sus discursos y el de ayer no fue la excepción, siendo su broche de oro una referencia a una de las citas más célebres del ex Presidente, con la que cerró: “Como pronosticara hace casi 50 años Salvador Allende, estamos de nuevo, compatriotas, abriendo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, el hombre y la mujer libre, para construir una sociedad mejor”, dijo el Jefe de Estado, reafirmando su identidad política.

Pero su primera intervención como Presidente en ejercicio –de 28 minutos– estuvo marcada por un detallado diagnóstico de los problemas urgentes que vive el país- sin eludir los más complejos- por mensajes con clara orientación política de conducción de los mismos, simbolismos, gestos políticos a la centroizquierda y también a la ahora oposición. El énfasis del feminismo y la perspectiva de género empapó varias líneas de su alocución. También la migración, no solamente recalcando que no dejará solos a quienes viven en las zonas más afectadas por la llegada masiva de migrantes, sino que también subrayando que no hay que olvidar que quienes llegan al país son también «seres humanos. Sí, seres humanos».

Cerró un flanco que estuvo varias veces abierto durante su campaña, en relación con la protección de los derechos humanos y la postura frente a determinados países acusados de vulnerarlos. Aludiendo a la contingencia de la invasión de Rusia a Ucrania, el Primer Mandatario recalcó que “Chile, nuestro país, promoverá siempre el respeto de los derechos humanos, en todo lugar y sin importar el color del Gobierno que los vulnere”.

Sobre medidas a corto plazo, hubo algunas. La más concreta fue reiterar el compromiso de rebajar la jornada laboral a 40 horas semanales, y destacar, a pesar de la arremetida de la derecha, la decisión de haber retirado las querellas por Ley de Seguridad del Estado en casos ocurridos en el marco del estallido social, mientras al unísono varios de los presentes en la Plaza de la Constitución vitoreaban “liberar, liberar, a los presos por luchar”. “Lo hemos conversado con los familiares de los presos, saben que estamos en ello”, dijo.

El director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, Marco Moreno, consideró que “fue un discurso que tuvo un mayor protagonismo de lo simbólico y menos políticas públicas. La campaña se hace en verso, pero se gobierna en prosa, y esto fue probablemente lo último de este proceso donde las cosas se postulan en verso, pero ahora ya viene la prosa, con la realidad. Yo tengo la impresión de que uno pudiera hablar de una suerte de realismo pero sin renuncia 2.0, como tenía Bachelet”, agregó.

El cable a tierra

Para varios en el actual oficialismo, esta primera intervención como Presidente en ejercicio mostraría todavía a un Gabriel Boric más simbólico, más emotivo, como un cierre también de todo el proceso más épico que significó su campaña presidencial, para ya desde hoy asumir los primeros choques de realidad y bajar el discurso a los hechos, tal como el mismo Mandatario relevó en sus palabras: que en 4 años su administración será juzgada por lo que hizo, no por las palabras.

Punto central fue el cable a tierra que instaló –y del que ya había dado luces antes– para poder bajarles la temperatura a las altas expectativas ciudadanas, poniendo desde ya sobre la mesa que cometerán errores, pero pidiendo reciprocidad para enmendarlos junto a la ciudadanía. “Sabemos, compatriotas, que el cumplimiento de nuestras metas no será fácil, que enfrentaremos crisis externas e internas, que cometeremos errores y que esos errores los deberemos enmendar con humildad, escuchando siempre a quienes piensan distinto y apoyándonos en el pueblo de Chile”, enfatizó.

“No les haremos el quite a los problemas, vamos a explicar, vamos a hablar con ustedes para contarles el porqué de nuestras decisiones para que sean parte también de las soluciones (…). Es importante que también haya reciprocidad, y a qué me refiero con eso, que la relación con las autoridades no sea una de consumidores, que trabajemos juntos, que seamos ciudadanos y que este sea el Gobierno del pueblo y ustedes lo sientan como su Gobierno, de todas y todos los chilenos y chilenas”, agregó.

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Identidad política

Las referencias a expresidentes no son nuevas, y fueron parte activa en los discursos del Gabriel Boric de segunda vuelta. Anoche, en sus palabras, relevó que su Gobierno no parte desde cero. “No partimos de cero. Chile tiene una larga historia y, hoy día, este día nos inserta en esa historia larga de nuestra República”, puntualizó, nombrando a exmandatarios como José Manuel Balmaceda, Pedro Aguirre Cerda, Eduardo Frei Montalva, Salvador Allende, Patricio Aylwin y Michelle Bachelet, omitiendo nombres más recientes como Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, con quienes desde el mundo de Apruebo Dignidad ha existido más distancia. En el caso del Gobierno saliente, destacó una exitosa estrategia de vacunación a la que le dará continuidad, pero sin nombrar a Piñera.

Si bien los partidos de la centroizquierda fueron pieza clave en la campaña de segunda vuelta, llegando a ser protagonistas también del gabinete, el Presidente Boric remarcó los puntos sobre las íes, subrayando el papel principal de su coalición, Apruebo Dignidad, lo que algunos de ella vieron como un gesto ante las tensiones que habían marcado los nombramientos del gabinete. “Nuestro Gobierno, cuya base política es Apruebo Dignidad y, también, un saludo a nuestros compañeros que han trabajado tanto por esto y, también, los partidos de Convergencia Progresista”, expresó.

Sobre la Convención Constitucional –uno de los grandes hitos que van a marcar su periodo–, el Mandatario concedió poderoso respaldo al proceso constitucional, que ha estado sobre fuego cruzado hace ya varias semanas. Si bien ha acentuado la autonomía de ese espacio, envió un mensaje enmarcado en las tensiones que se han dado en su interior, con el reclamo de la derecha que acusa ser marginada en las decisiones y propuestas, además de las diferencias de interpretación de algunas de estas, lo que podría afectar el plebiscito de salida. En este tema, desde la derecha y sectores de centroizquierda han pedido al nuevo Gobierno ayudar a moderar ciertas propuestas que se están votando, con el fin de conseguir acuerdos y no terminar con un rechazo de la propuesta constitucional.

“Los invito a que nos escuchemos de buena fe, sin caricaturas, sin caricaturas, tomémonoslo en serio, de todos los bandos. Nos lo digo a nosotros mismos también, escuchemos de buena fe, sin caricaturas, para que el plebiscito de salida sea un punto de encuentro y no de división y podamos aquí, junto al pueblo, firmar por primera vez en la historia de Chile una Constitución, democrática, paritaria, con participación de todas y todos nuestros pueblos”, afirmó.

Seguridad y Araucanía

“Delincuentes, se les acabó la fiesta”, fue una de las consignas del primer Gobierno del ahora expresidente Sebastián Piñera, una de sus grandes promesas de campaña y que podría ser uno de los dolores de cabeza de la nueva administración. Que no usaría frases rimbombantes, dijo Boric, pero agregó que se enfrentará la delincuencia y al narco junto a la comunidad y con cambios en Carabineros.

Sobre La Araucanía, habló de “un problema”, el que definió como “el conflicto entre el Estado chileno y un pueblo que tiene derecho a existir. Y allí la solución no es ni será la violencia. Trabajaremos incansablemente por reconstruir las confianzas después de tantas décadas, después de tantas décadas de abuso y de despojo. El reconocimiento a existir de un pueblo, con todo lo que eso implica, será nuestro objetivo y el camino será el diálogo, la paz, el derecho y la empatía con todas las víctimas, sí, con todas las víctimas”, subrayó.

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