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Foto: Leonardo Rubilar/Agencia UNO
Facturó más de $88 millones a la Subsecretaría del Interior por asesorías legales, siendo contratado un día después del cambio de mando en 2018. Con millonarios sueldos, Hermosilla recibió al menos $239 millones por asesorías contratadas por trato directo y en casos de alta connotación mediática.
Apodado “El señor de los pasillos”, en los cuatro años del segundo mandato de Sebastián Piñera, el abogado Luis Hermosilla —íntimo amigo del exministro Andrés Chadwick— se erigió como una figura omnipresente en los pasillos del poder, acumulando contratos millonarios con distintos organismos estatales.
Según información obtenida por Ciper, Hermosilla, quien comenzó su relación laboral con el Estado en 2012, llegó a facturar a la Subsecretaría del Interior más de $88 millones en concepto de asesoría legal en materias judiciales. Pero eso no es todo. El vínculo entre Hermosilla y el gobierno de Piñera se remonta a los primeros días del retorno del fallecido exmandatario a La Moneda en 2018.
Un día después del cambio de mando, el 12 de marzo de ese año, Hermosilla fue contratado como trabajador a honorarios por el Ministerio del Interior, en una relación laboral que perduró hasta el último día de la administración Piñera en enero de 2022. Durante este periodo, Hermosilla recibió sueldos mensuales que oscilaron entre los $1,6 millones y los $3,7 millones.
Pero este no fue el único medio por el cual Hermosilla se benefició económicamente de su relación con el Estado. De acuerdo con los registros de Transparencia y Mercado Público consignados por Ciper, el abogado recibió al menos $239 millones mediante asesorías contratadas por trato directo, sin necesidad de licitación, durante las dos administraciones de Piñera.
Entre los contratos más destacados figuran los casi $74 millones comprometidos por la Subsecretaría del Interior en casos de alta connotación mediática, como el asesinato del matrimonio Luchsinger-Mackay. Estos contratos fueron firmados en el período en que Andrés Chadwick lideraba el Ministerio del Interior, y Hermosilla compartía estudio jurídico con él, sin que se evaluara un posible conflicto de interés.
Además, Hermosilla se convirtió en la elección preferida de varios ministros para representarlos en causas penales, prescindiendo de la defensa del Consejo de Defensa del Estado. En estas representaciones, el abogado recibió pagos por un total de $41,7 millones.
El historial de Hermosilla con la División Jurídica del Ministerio del Interior también es “notable”. En 2018, una abogada senior del estudio jurídico de Hermosilla, Ximena Risco Fuentes, fue nombrada jefa de la división, mientras que otros colaboradores cercanos al abogado también se integraron al organismo estatal, profundizando así los lazos entre el estudio jurídico de Hermosilla y el gobierno de Piñera.
Este extenso historial de contratos millonarios con el Estado ha suscitado críticas y cuestionamientos sobre posibles conflictos de interés y falta de transparencia en la contratación de servicios legales. La relación entre el poder político y ciertos sectores del mundo jurídico vuelve a estar en el centro del debate público, evidenciando la necesidad de una mayor regulación y supervisión en este ámbito.
En 2019, Andrés Chadwick Piñera, enfrentó una acusación constitucional por su responsabilidad política en violaciones de derechos humanos durante el estallido social cuando era Ministro del Interior. Luis Hermosilla Osorio, quien ha sido su amigo desde la universidad, asumió su defensa. Chadwick agradeció a Hermosilla tras la aprobación de la acusación por el Senado refiriéndose a él como “amigo y compañero de toda una vida”.
Chadwick y Hermosilla se conocen desde la Facultad de Derecho de la Universidad Católica. Aunque en ese momento Hermosilla militaba en el Partido Comunista y Chadwick era gremialista, mantienen una estrecha relación.
Hoy, además del caso de las coimas a funcionarios del SII y la CMF, Hermosilla se encuentra implicado en un caso judicial relacionado con la filtración de información entre el exdirector de la PDI, Sergio Muñoz, y él mismo.
Hermosilla, junto a otros, discutió el pago de coimas a funcionarios públicos en un audio revelado en noviembre pasado. La fiscalía requisó su teléfono, donde encontraron conversaciones vía WhatsApp que revelaron nuevas dimensiones del caso.
A raíz de esto, Sergio Muñoz fue formalizado —y dejado en prisión preventiva—por filtrar información reservada a Hermosilla, incluyendo detalles de investigaciones que involucraban al expresidente Sebastián Piñera —como el caso de la minera Dominga–.
El abogado de Muñoz reveló que este decidió filtrar la información a pesar de su deber de reserva porque Hermosilla le dijo que estaba a cargo de casos del gobierno y del presidente Piñera. Hermosilla, contratado por el gobierno de Piñera como asesor del Ministerio del Interior, tenía contratos con el Estado mientras recibía información reservada.
Aunque Hermosilla tiene vínculos con la antigua Concertación y el oficialismo actual, Ciper destaca que las filtraciones recibidas de Muñoz no involucraban a figuras de centroizquierda. Sus lazos con la derecha son más notables, como lo demuestra su asociación con Chadwick en un estudio jurídico y su intento de formar una sociedad de consultoría con exmiembros del gabinete de Piñera —como Pablo Longueira—. Aunque este negocio nunca se concretó, refleja el nivel de confianza entre los involucrados.
