Todos los bares, discotecas, restaurantes y locales nocturnos de Antofagasta podrían perder sus patentes de bebidas alcohólicas. No debido a una ley seca: todo el asunto radica en un error municipal: locatarios que ya pagaron sus patentes están fuera de la ley.
Según la Ley Orgánica Municipal, son los municipios los facultados para renovar anualmente las patentes de alcohol, lo que debe hacerse con aprobación del Consejo. Los locales tienen hasta el 30 de julio de cada año para pedir esta renovación. Esta vez, y ad portas de vencerse el plazo para ello, la municipalidad aprobó al menos la mitad de las peticiones, pero sin consultar a la entidad edilicia.
“Lo que en estricto rigor significa que en este minuto en Antofagasta se está vendiendo alcohol al margen de la ley”, explica el concejal Robert Araya (UDI), que el jueves presentó sus reparos sobre la situación en una reunión del Consejo.
Araya explica que los responsables de la situación son el administrador municipal, Juan José Vargas Fritz, y el director de Rentas, Alejandro Miranda. “Por lo que como condición para resolver este entuerto pedimos la remoción de ambos”.
El sábado recibirán un informe jurídico de control al respecto, que indicará si la solución que están barajando es factible.
La idea es que al menos las patentes que aún no han sido pagadas el sábado serán autorizadas, y por ser fin de semana podrán pagar el lunes.
En cuanto a los que ya pagaron se pretende que este sábado se convalide el acto administrativo, con lo que podrían “salvarlas”.
El problema es con las patentes que no cumplen los requisitos, como las de algunos locales del llamado “Barrio Rojo”, en el centro de la ciudad, que tienen varios partes y han enfrentado denuncias o problemas con los vecinos. “Esta era la oportunidad de suspenderles las patentes, pero como ya pagaron y ahora les diremos que la renovación no es válida, seguro nos lloverán demandas”, explica el concejal.
