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Propuesta de Nueva Constitución
Constituyente Alondra Carrillo: «La transformación feminista del Estado es ineludible, es un hecho» BRAGA

Constituyente Alondra Carrillo: «La transformación feminista del Estado es ineludible, es un hecho»

Nicole Martinez
Por : Nicole Martinez Periodista El Mostrador
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La también vocera de la Coordinadora Feminista 8M subrayó los avances en materia de paridad y perspectiva de género dentro de la CC, con mayoritario apoyo transversal. Entre algunos hitos, destacó que «la Comisión de Sistemas de Justicia dio un paso adelante histórico al establecer que todos los órganos de la jurisdicción y todas las personas que intervienen, tienen que ser garantes de la igualdad sustantiva, y donde se hace un mandato también a que todas las resoluciones tengan perspectiva de género». La constituyente, que es parte de los Movimientos Sociales Constituyentes, enfatizó que los cambios que se han logrado llegaron para quedarse, y que «a la segunda fila no vamos a volver nunca más, y ese es un compromiso que hemos tomado con nosotras, pero también con las generaciones futuras, con las niñas de este país». Respecto de la instalación del Gobierno de Gabriel Boric, que se definió como uno feminista, aseguró que las esperanzas están puestas en el mismo movimiento feminista y en la capacidad de sostener «la alerta programática feminista» sobre el quehacer gubernamental.


Dos mujeres pasarán a la historia como presidentas de la Convención Constitucional (CC), y cada comisión de esta tiene entre sus dos coordinadores al menos a una mujer. Son parte de los hitos que han marcado el proceso constituyente, donde el liderazgo de mujeres ha sido más sustantivo y visible que en otros espacios de deliberación política. Y no fue al azar, pues detrás de estos avances hubo un trabajo impulsado por el mundo feminista, que ya desde que se gestó el proceso abogó por mínimos como la paridad de género en la elección de las y los convencionales.

La perspectiva de género ha estado en cada discusión, en cada comisión y en cada propuesta, y ha tenido avances concretos, como en las primeras normas aprobadas de la Comisión de Sistemas de Justicia, que ya son parte del borrador de la nueva Constitución, respecto a la garantía de la igualdad y perspectiva de género en las resoluciones. En pocos días comenzarán a votarse también en el Pleno las primeras propuestas relativas a derechos sexuales y reproductivos.

Una de las voces representativas del movimiento feminista dentro de la Convención es la constituyente del distrito 12, Alondra Carrillo, quien es vocera de la Coordinadora Feminista 8 de Marzo y también de los Movimientos Sociales Constituyentes. En entrevista con El Mostrador, abordó los principales avances que han tenido las propuestas feministas en el proceso constituyente, la perspectiva de género en espacios políticos y la visión ante el Gobierno feminista, como definió su administración el Presidente electo, Gabriel Boric.

-La CC ha sido uno de los espacios políticos que ha innovado en temas de género. ¿Cuál es tu diagnóstico en estos meses de trabajo en la CC en cuanto a temas y perspectiva de género?
-Las feministas llegamos a la Convención desde muchos lugares distintos, y llegamos también con perspectiva de transformación que alcanza prácticamente todos los ámbitos de la discusión constitucional. Una de las formas que tiene el programa feminista es el avance en materia de género, no es lo único, en la medida en que también proponemos transformaciones estructurales e integrales en la manera en la que se configura el poder en nuestro país.

En materia de transformaciones de género ha habido múltiples pasos hacia adelante, el primero de los cuales fue tomado durante el proceso de redacción de los reglamentos, donde quedaron establecidas dos orientaciones. Por una parte, la paridad como un piso para la presencia de mujeres y disidencias sexuales y de género en los órganos del Estado. Es decir, una paridad que no es pensada en un 50 y 50, sino que en esta expresión que es «al menos la mitad». Nuestra presencia debe ser al menos la mitad, de modo que no vuelva a replicarse lo que se dio en el proceso de elecciones que llevó a la Convención Constitucional y que redundó en la exclusión en nombre de la paridad de muchas mujeres. Y pienso que otra discusión que se dio durante la discusión del reglamento fue considerar que la violencia patriarcal y de género es una forma de violencia política de la que tiene que asumir la responsabilidad el conjunto del órgano constituyente. Estos son dos lineamientos.

Ahora, hemos hecho avanzar perspectivas de democracia paritaria en cada uno de los órganos del Estado. Es parte de las votaciones en particular de la Comisión de Sistema Político. La Comisión de Sistemas de Justicia dio un paso adelante histórico al establecer que todos los órganos de la jurisdicción y todas las personas que intervienen, tienen que ser garantes de la igualdad sustantiva, y donde se hace un mandato también a que todas las resoluciones tengan perspectiva de género.

Otra de las transformaciones que se están debatiendo en estos días, y que va a llegar el día jueves al Pleno de la Convención Constitucional, es la consagración de nuestros derechos sexuales y reproductivos, el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y sobre el ejercicio de nuestra sexualidad, incluyendo en ello el derecho a un embarazo y parto protegidos, y también el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, la educación sexual integral, el derecho a la identidad. Y en estos días se van a estar debatiendo también los aportes de la Comisión de Principios, que establecen la igualdad sustantiva como un mandato al Estado de remover todos los obstáculos que de hecho impiden la igualdad sustantiva entre las personas que habitan nuestro país. Todos estos son algunos aspectos de un avance transversal que va a transformar de manera profunda las estructuras del poder político en Chile.

-Mirando en perspectiva, desde previo a la instalación de la Convención y hasta ahora, ¿han cambiado las prioridades con las que llegó el movimiento feminista a la CC?
-El programa feminista contra la precarización de la vida con el que llegamos a la Convención Constitucional sigue siendo la brújula orientadora de nuestra actividad dentro de la Convención y también fuera de ella. Estos son puntos que van a ser discutidos prontamente también, cuando sean debatidos los derechos sociales en clave feminista. Entre ellos, el derecho al trabajo desde una perspectiva feminista, que parte por reconocer todos los trabajos que sostienen la vida, entre ellos también los trabajos no remunerados, y un nuevo sistema de seguridad social integral, que incluye un sistema único de cuidados y que se sostiene sobre la perspectiva de universalidad y solidaridad. Los derechos sociales como la vivienda, donde el trabajo de constituyentes y fundamentalmente de organizaciones populares en la construcción de la Iniciativa Popular de Norma por una vivienda digna incluye una perspectiva feminista, donde la vivienda es también pensada como un espacio donde, por una parte, podamos ejercer nuestro derecho al placer y el disfrute, y, por otra parte, donde el diseño de la vivienda esté pensado para colectivizar el trabajo reproductivo, que consiste en mantener la vida diariamente, y que hoy está reducido al ámbito privado, y en el ámbito privado es altamente precarizado. Es decir, el mandato con el que vinimos, que es un debate programático, se ha ido expresando en el debate de las comisiones, se ha ido encontrando con el proceso de levantamiento de Iniciativas Populares de Norma, y ha ido empapando la discusión en cada una de las comisiones de la CC.

-Cuando ustedes han planteado estos temas, cuando se ha incluido el enfoque de género, hay sectores en la CC que han puesto algunas trabas y manifestado reticencia, en especial desde un sector de la derecha. ¿Cómo ha sido en general la recepción de estos temas al interior de la Convención y cómo se ha ido dialogando con los sectores más críticos?
-Generalmente despierta mucho interés y son muy difundidas en la prensa las posiciones que toma la derecha dentro de la Convención. Sin embargo, lo que no se releva con tanta fuerza en muchas ocasiones es la abrumadora transversalidad con la que estas perspectivas han ido avanzando en la Convención. Tanto así que, en su primera votación, el artículo que establece la perspectiva de género y la igualdad sustantiva como mandatos para el nuevo sistema de justicia contó con más de 2/3 de aprobación. Luego de ese debate, además, hemos contado con bibliografía complementaria que hemos puesto a disposición de los sectores que plantearon reparos en un inicio. Esperamos que conforme esta discusión vaya avanzando, vayan comprendiendo y se vayan abriendo a una cuestión que es ineludible: la transformación feminista del Estado es ineludible, es un hecho, y va a acontecer de este modo, y así lo ha demostrado hasta ahora la amplia mayoría de la Convención Constitucional.

Lo que hemos visto es que hay un sector dentro de la derecha, que no alcanza siquiera a expresarse en un tercio, que se resiste a aceptar las transformaciones que están en curso, y hay otro sector que nosotras esperamos que pueda ponerse a la altura del debate democrático y de la apertura que se está dando en la Convención a incorporar con una mayoría extraordinariamente alta esas transformaciones.

-Sobre la base de lo anterior, ¿crees que los hitos que se han dado dentro de la CC, como las dos presidencias de mujeres y diversos liderazgos femeninos, además de estos avances que mencionabas en materia de género, van a permear otros espacios políticos?
-Las transformaciones en este sentido llegaron para quedarse. Lo dijimos siempre: llegamos para quedarnos y a la segunda fila no vamos a volver nunca más, y ese es un compromiso que hemos tomado con nosotras, pero también con las generaciones futuras, con las niñas de este país. Creemos que lo que va a hacer posible que esto siga sosteniéndose, que el proceso de transformación siga profundizándose, es la misma condición que hace posible la transformación en otros aspectos de este orden social, económico, político y cultural, que es la movilización social y popular. Mientras el movimiento feminista siga siendo un movimiento fuerte, mientras sigamos comprendiendo que el camino que hemos abierto es un camino de largo aliento, y no dejemos que vuelvan a restituirse las inercias patriarcales, esta transformación debería seguir mostrando sus efectos a lo largo de los años y décadas por venir.

-El Gobierno entrante del Presidente electo, Gabriel Boric, que asume formalmente el viernes, se ha definido como un Gobierno feminista. ¿Cuáles son las expectativas de eso y qué tan importante es que por primera vez un Gobierno se autodefina como tal?
-Yo soy parte de un sector del movimiento feminista que hizo campaña por Gabriel Boric desde la autonomía, porque poníamos en el centro dos cuestiones: por una parte, la necesidad de cerrarle el paso a la ultraderecha que les declara la guerra a las mujeres, a las personas pobres y a las disidencias sexuales y de género; y por otra parte, mantener y defender el proceso constituyente que hemos abierto. Nosotras tenemos las esperanzas puestas en el movimiento feminista y en la capacidad que tengamos de sostener como definimos en el Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias que Luchan, de este año la alerta programática feminista, respecto del quehacer del Gobierno. Nunca más vamos a delegar en otros la continuidad de las transformaciones que nos hemos propuesto levantar, y sabemos que su profundidad descansa también en nuestra presencia, en una presencia que sostenga la alerta programática de manera permanente, con el fin de que las promesas que están contenidas en el programa de gobierno, y que coinciden con el programa propio del programa feminista, se materialicen de hecho.

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